-"Desde que yo era niño, mi padre me llevaba al pueblo Wo diciéndome que cuando sea mayor sería yo junto con otros quienes iríamos a traer los alimentos a Yiling así que debía aprenderme el camino de ida y de regreso. Desde la primera vez que fui, era testigo de las horribles personas que ahí vivían, ninguno tenía respeto por la vida; sus campos, aunque frondosos y llenos de alimento, estaban descuidados y llenos de basura que ellos mismos tiraban. Pobre del animal que cruzara cerca del pueblo porque era apedreado hasta la muerte, incluso si llegaba a nacer algún bebé con algo extraño o alguna discapacidad era asesinado por todos y los padres nunca hacían nada, es más, ellos siempre lanzaban la primera piedra o el primer golpe. Siempre fue horrible ir a ese lugar, cuando íbamos tratábamos de regresar lo más rápido posible.
Nunca nadie dijo nada pues ellos sabían cómo tratar su tierra y su gente, muchos queríamos dar aviso a las autoridades pero los que están al mando en Yiling no querían perder a tan importante proveedor así que solo íbamos por lo que teníamos que ir y regresábamos ignorando nuestro entorno.
Joven maestro Lan, cuando fue a investigar no vio a ningún anciano o niño ¿Verdad?" El Lan negó.
-"La razón es simple. Los ancianos ya no les sirven a ellos, así que los matan para que no estorben. El mes pasado cuando fuimos por los alimentos pudimos escuchar como golpeaban a los niños, sus cadáveres deben estar esparcidos por los campos o en los túmulos funerarios. Y eso no es todo. Recuerdo también que ese día estaban arrancándoles las plumas a un montón de cuervos muertos, seguro era una parvada completa la que mataron. Solo Dios sabe por qué les permitió cometer tales atrocidades."
El joven tomó un descanso para tomar del té que le habían ofrecido los camareros para alivianar la plática, el de ojos dorados estaba impactado por tal información, sin embargo, no hablo hasta asegurarse de que Wu Xuan terminara de relatar.
-"Cuando llegamos hace cuatro días y vimos lo que pasó...todos regresaron corriendo, la sangre, los cadáveres...las enormes plumas..." dijo asqueado y con temor –"Yo lo habría hecho también de no ser porque esto que estaba volando cerca de mí me llamo la atención." De sus mangas comenzó a deslizar una larga cinta de color rojo que se veía un poco gastada, lo que hizo que el de ojos dorados se sobresaltara.
Claro que reconocía perfectamente bien esa cinta, como olvidarla.
La cinta del cabello de Wei Ying. Pensó sintiendo como su pecho se hundía y sus ojos comenzaban a humedecerse negando la salida de las lágrimas.
-"Estoy más que seguro que le pertenece al responsable porque los del pueblo de Wo nunca usaban rojo, ni en las bodas ni en los adornos. Creían que el rojo traía la mala suerte, bueno tal vez tenían razón al final" dijo con una sonrisa satisfecha.-"Cuando le contamos a la gente sobre las plumas, los más supersticiosos dijeron que podría ser la encarnación del resentimiento de todos los cuervos asesinados por ellos que volvieron por venganza ya que no era la primera vez que ocurría; sin embargo, varios de nosotros fuimos testigos de una escena similar hace meses atrás. La forma de muerte de esas personas es muy similar a la de los perros Wen que murieron aquí, aunque solo fue una mirada rápida pudimos reconocer esa forma de homicidio"
El chico de cabello avellana dudó en lo que iba a decir a continuación pero ya que estaba siendo sincero con el cultivador no iba a ocultarlo.
-"Yo creo que...el patriarca en realidad no está del todo muerto, no lo conocí lo suficiente como para recordar su rostro o su apariencia en general pero si recuerdo la cinta." bajó la cabeza hasta que sus ojos se encontraron con la cinta roja que apretaba suavemente con su mano. –"También recuerdo que era alguien que siempre estaba rodeado de cuervos así que...bueno, yo creo que tiene sentido"
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El demonio cuervo
FanfictionPor alguna razón no estoy muerto. Corté mi yugular y me deje caer por un acantilado y aún así, pude sentir como se rompieron mis huesos al golpear con el suelo. Pude sentir como la sangre se escapaba de mi garganta y sobre todo, podía escuchar las v...