Capítulo 5. "Tentación"F I N N
-Observen bien, agudicen el oído y si hacen un maldito sonido que no sea necesario, les corto la polla y se las coso en la frente para que así parezcan un lindo unicornio ¿Oído? -alzo la voz.
-¡Oído! -responden al unísono los 9 hombres que esperan ganar un lugar en la organización.
Camino lentamente frente a ellos, detallándolos, estudiándolos. Todos mantienen el mentón en alto, las manos en la espalda y ninguno me ve a los ojos. Tengo aquí a los mejores hombres de bajos recursos, esos hombres que se ganaron el respeto del ingeniero Cox, el encargado de buscar hombres con resistencia física, fuerza, flexibilidad y ganas de hacer lo que sea con tal de ganarse un poco de dinero para manter a su familia o incluso a ellos mismos. Tienen el potencial para formar parte de la rama de delincuencia más baja y de menor riesgo en Tentación: Los robos simples nocturnos. Aquellos que proceden en la noche a lugares públicos, como tiendas de ropa, librerías, dulcerías y más. Esto de forma preferencial se lleva a cabo en barrios pues por lo general los establecimientos de estos, carecen de una seguridad adecuada y ponen un simple candado con la intención de resguardar las pertenencias que mantienen en los locales, candado que no sirve para una mierda pues es bastante sencillo romperlos.
Esta rama no nos beneficia en nada, solo la mantenemos como tapadera de las ramas gordas que se tratan con la seriedad que merecen y de donde sacamos todo el billete que tenemos. Soy hijo de uno de los creadores de Tentación pero a diferencia de lo que se crea, yo llegué al poder que tengo ahora esforzándome y haciendo las tareas que se necesitan para estar en mi puesto, empecé desde abajo hasta terminar aquí. Así que no es una sorpresa que esté familiarizado con las clases de trabajo que se les está asignando a los hombres aquí presentes, yo las hice en su momento y hoy en día se me hacen pan comido.
Nunca guío ni superviso en el primer trabajo pero esta vez sí me animé a entrar, pues el ingeniero Cox me aseguró que estos hombres son el diamante en bruto que buscábamos.
-Afuera hay dos autos, uno rojo y otro negro. En el rojo se subirán los encargados de destrucción y en el negro las manos libres, ya saben qué hacer -chasqueó los dedos con inpaciencia -¿Qué esperan? ¡Vamos!
Todos se sobresaltan y se apresuran a salir por la puerta pequeña que se encuentra detrás de ellos. Mientras tanto me giro dándoles la espalda y saco un cigarrillo del bolsillo de mi pantalón, lo sostengo en mis labios y me acerco a mi buen amigo Malcolm, él me ve y se encarga de mover el encendedor, prendiendo mi cigarrillo en el acto.
-¿Qué harás después de la misión? -pregunta con una ceja enarcada.
-No lo sé, ya veremos que pasa -doy una calada y se lo paso - ¿Tú?
-Iré a atender un lindo trasero -levanto una ceja hacia él y él sonríe con sorna antes de jalarle al cigarrillo y devolvermelo.
-Creí que tu hora de follar ya había pasado
-Nunca es tarde -entrecierro los ojos y solo se ríe de forma sonora -De acuerdo, no sé si mi noche termine en diversión, saldré con Lorelei pero últimamente se está poniendo intensa, no sé si quiero a alguien así en mi vida.
-De acuerdo, aléjate de las locas.
-¿La voz de la experiencia hablando? -me arrebata el cigarro -Creí que Ady era decente
-y lo es, no estoy hablando de ella -giro hacia la cabina del fondo, desde donde me encargaré de supervisar el robo.
Esta bodega desde afuera parece abandonada, que sí lo está pero ya hemos venido un par de veces con equipo y todo para organizarnos acá. La calle es poco transitada por lo que nos sirve momentáneamente de guarida.
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Avaricia ©
Ficción GeneralLa avaricia de Olivia Onoa siempre la ha impulsado a conseguir todo lo que quiere. A sus cortos 20 años de edad es una de las principales jefas al mando del banco de Nueva York. Pero no todo es tan perfecto. No todo lo hizo por mérito propio. Ella...