Capítulo 12. Nudo de emociones.

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Seguía recostado mirando el techo, no se movió un centímetro desde que Vegetto se había ido. Intentaba comprender lo ocurrido hace tan solo un instante: había besado a Vegetto.

Parpadeó dos veces antes de incorporarse y ahora quedar viendo a la puerta. Todo le parecía diferente pese a que nada había cambiado. Creía que todo lucía un poco más vivo, como si cada detalle de su habitación se viera más luminoso; incluso ver el cielo era un poco más especial, como si la sutileza de su color resplandeciera aún más en ese momento que en cualquier día pasado. Suspiró, liberando la tensión que todavía se aferraba a él.

Sus labios hormigueaban y parecían más calientes, regresando lentamente la sensación de los labios de Vegetto sobre los de él. Llevó las yemas de sus dedos a su boca, acariciándolos con sutileza, queriendo mantener por más tiempo ese sentimiento.
Deseaba repetirlo, quería volver a sentir la adrenalina y el calor de Vegetto sobre él, pero menos ebrio y sin ese empalagoso olor que le había dejado pegado en la piel. Rió ante tal pensamiento.

Pensó, que tal vez esa risa y el notorio sonrojo de su rostro hubieran provocado algo en Vegetto. Le daba curiosidad ver su reacción. Bajó la mirada rápidamente, avergonzado de todos esos pensamientos incoherentes.

Tan pronto como las fantasías llegaron, su mente hizo todo lo posible por frenarlo, diciéndose a sí mismo que todo eso era una estupidez causada por el alcohol.
Frotó su rostro un par de veces con sus manos para regresarlo de nuevo al presente.

-Ahg... ¿Qué rayos pasa conmigo?- murmuró enojado, se levantó de la cama para ir al baño, la sonrisa se borró de su rostro, incómodo de repasar sus propios pensamientos.

Suspiró cansado, se sentía decepcionado y no podía comprender el porqué, parecía abrumado por todo lo ocurrido tan repentinamente que ahora estaba molesto. Con un chasqueo de labios y entre gruñidos se quitaba la ropa para tomar una ducha, no pensaba que eso le ayudara en algo, pero quería relajarse y descansar un poco, además de que fue lo único que se le ocurrió hacer.

Entró a la regadera. El agua caliente empapó su cuerpo y comenzó su rutina de baño. El enojo lo llevaba a maldecir en voz baja sobre cualquier pensamiento que involucraba a Vegetto, le pareció repugnante que sus propios sentimientos se alteraran con solo pensar en él y era aún peor cada que trataba de evadirlo, pues su mente le lanzaba de nuevo ese beso;el hecho de haberlo correspondido con muchas ganas lo llenaba de emoción y vergüenza.

No quería entenderlo, no ahora que tenía el asunto frente a él, se negaba aún más a creer que el supremo se refería a eso con "darse cuenta", por supuesto, de nuevo sus suposiciones eran erroneas y eso le fastidiaba. No le gustaba equivocarse, pues creía que su propia imagen de erudito se arruinaba, por eso le atraía tanto estar en la biblioteca, absorbiendo todo el conocimiento que podía, pero nada sabía de sus sentimientos y cómo entenderlos.

Cerró la llave y salió de la ducha, tomó algunas toallas y caminó hasta la cama donde se dejó caer. Suspiró de nuevo, agobiado del tema.

"No eres el único que está confundido "

Recordó de repente, esa discusión en la biblioteca donde Vegetto se le confesó y donde él mismo admitió sus sentimientos.
Se puso nervioso, las manos comenzaron a sudarle y sintió palidecer, como si su cuerpo percibiera un peligro inminente del cual no podía huir.

- ¿Por qué... tengo miedo?- dijo mirando sus temblorosas manos, incluso su respiración se volvió pesada debido a la repentina ansiedad que terminó por dominarlo. Se enderezó y secó rápidamente su cuerpo con las toallas, se puso su pijama y salió corriendo de la habitación.
Temeroso de su instinto, quería asegurarse  que todos estaban bien. Llegó a las tres habitaciones conjuntas, la primera en ser abierta de golpe fue la del anciano, que ni siquiera se inmutó por el ruido de la puerta. Dio media vuelta y salió rápidamente para ir ahora con el joven kaio-shin. Se encontraba sentado en la cama viendo a la nada hasta que Gogeta lo asustó con su repentina aparición, provocando que cayera al piso y en su rápida reacción, intentó alejarse.

De Fusiones a Confusiones (Vegetto × Gogeta)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora