𝑀𝑜𝑚𝑚𝑦? 𝑆𝑜𝑟𝑟𝑦... - 𝐾𝑖𝑟𝑖𝑠ℎ𝑖𝑚𝑎 𝐸𝑖𝑗𝑖𝑟𝑜
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Kirishima y su notoria masculinidad está por completo a disposición de ella. Una pareja con roles ya definidos y que no serán los convencionales...
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— No te lo diré, lo sentirás — ella seguía tomando su mano, guiándolo hasta la puerta de la casa.
Subieron a la habitación que compartían y ella empujó levemente a Eijiro, dejándolo sentado en la cama. [T/N] no dudó mucho para subirse en las piernas de el y comenzar a quitarle la corbata que ya tenía suelta en su cuello.
Ella acercó su rostro al de el, y se besaron lentamente, sin apuros. Se besaron e iban al compás, hasta que ella rompió aquello. Separándose.
La corbata que estaba desatando, finalmente estaba a su completa disposición. Lo coloco en los ojos de el, restringiendo su visión.
— ¿Qué haces? —
— Solo déjate llevar... —
Seguido, comenzó a balancear sus caderas provocando el roce de ambos. La pareja, soltaba pequeños suspiros y gemidos, casi inaudibles. Volvieron a besarse, esta vez con más desespero.
Posicionando las manos en el glúteo de la fémina, Kirishima, apretaba y masajeaba estos, acompañando el vaivén.
[T/N], al sentir esto retiró también el cinturón de el, haciendo con el una especie de esposas.
— ¿Y ahora qué pasa? —
— Esas manos tuyas, están muy sueltas — apretó el agarre y volvió a besarlo.
Bajo hacía el mentón, el cuello, desabotonó la camisa de el, al tiempo que seguía dejando aquel camino de besos. Succionando con su boca la piel del contrario, fue dejando leves chupetones por su pecho y abdomen.
Al momento de llegar a su abdomen bajo y que sus rodillas llegarán al piso, bajo el pantalón y ropa interior de el. Agarro el lubricante a base de agua que tenían en su velador, roció una gran cantidad por el miembro erecto de su pareja.
— Está frío... — decía Eijiro entre gemidos.
— Luego se sentirá caliente, cariño — hablo [T/N].
El solo asintió con su cabeza y ella comenzó a masajear el falo, lenta y delicadamente. El solo se permitía soltar pequeños suspiros que fácilmente se podían descifrar como gemidos.
Ella cada vez los hacía más rápido y más arriba hasta llegar a su glande, la parte más sensible para el. Con más de 4.000 terminaciones nerviosas, en definitiva eso lo haría llegar al orgasmo muy pronto.
