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— ¿Crees que ya fue suficiente de vernos? — pregunto ella tirada en una manta sobre el césped, bajo la luz de la luna.

— Solo un poco más. — respondió él para continuar apreciándola.

Ella se acercó más hacia el de cabello rojo, quedando sus rostros aún más cerca. Se besaron. Los besos en esta relación ya hasta era un cliché, pero, por muchos besos que se dieran a lo largo de su relación, sus corazones se seguían descontrolando por esta acción.

— Te amo. — Susurro ella, cortando el beso.

— Te amo más. — Él los volvió a unir en el beso.

Otra vez con su beso, un beso tierno y dulce. Que no buscaba más que amor, nada más allá de eso.

— Ya debemos volver a la tienda, mañana nos despertaremos temprano. —

— Está bien. — Finalizó con un beso de corta duración.

Levantaron la manta y volvieron a su tienda de campaña. Comenzaron a acomodarse mejor, pero hubo un problema.

— Préstame una linterna Eijiro — Habló adentrándose a la tienda.

— Está bien, ¿Dónde está? — pregunto.

— No lo sé ¿Dónde la colocaste tú? —

— Yo no coloque ninguna linterna. —

— Yo tampoco. —

No tenían luz y sus teléfonos celulares los habían dejado en su hogar, para desconectarse y disfrutar.

— Iré a pedirle una prestada a la señora de allá — Dijo Kirishima corriendo hacia sus vecinos de camping. — Hola, buenas noches —

— Hola, joven. — Respondió la señora.

— Disculpe la molestia, pero, ¿No tendrá una linterna que no estén utilizando? — Ahora habló ella que lo acompañó.

— Mm, estamos utilizando todas. — Respondió la señora — Otra opción sería velas que tengo, pero podrían provocar un incendio —

— No se preocupe, cualquier cosa tenemos un río caudaloso al lado nuestro. — Con una sonrisa hablaba ella.

— Oh! ¿Ustedes son los valientes que se quedaron a orillas de río? —

Mommy? Sorry... || Kirishima EijiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora