"Por labios lleva el fuego, por ojos el café"
Edisson. A.
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Jungkook se mantenía como una estatua frente al elevador. ¿Por qué no se podía mover?
—¿Acaso no piensas moverte niño?— le dijo aquella voz en un tono tan grave que le hizo pasar saliva de manera dolorosa.
—S-si, yo lo lamento— empezó a tartamudear un poco. Se hizo hacia un lado para permitirle el paso. —¿Tu eres mi vecino?— no se contuvo de preguntar.
—Eso parece, solo que te quede en claro que odio el ruido, me gusta descansar en la comodidad de mi casa...— y aquellas palabras las había dicho sin siquiera voltear a verlo y mucho menos se despidió antes de digitar el código de su puerta y desaparecer de la vista del dios.
JungKook respiro profundo, aquello había sido extraño, su pecho aún latía con demasiada prisa dentro de su pecho. Entro al ascensor dispuesto a esperar por Min quien ya esperaba en recepción escoltado por los de seguridad, ese edificio tenía una magnífica seguridad.
Solo fue cuestión de mencionar que era su invitado para que ambos pudieran subir sin problemas.
—¿Como está él?— quiso saber YoonGi antes de entrar al departamento.
—Creo que es mejor que hablemos dentro— el rubio asintió entrando en cuanto el menor le dio el paso.
El mayor observó todo a su alrededor, parecía nuevo, como recién comprado.
—Lamento que no pueda ofrecerte nada, pero JiMin compro hoy el departamento y aún no hemos podido traer nada más — se excusó rascando su nuca. —Pero toma asiento — al menos una charla si le podía ofrecer.
—Entonces es verdad que consiguió su dinero, no creí que fuera demasiado, un apartamento en una zona como esta no debió ser barato...— nunca en su vida había podido si quiera venir a esta parte de la ciudad, era tan exclusiva que no había razón para que el la visitara.
—Después de todo es un dios, ¿Lo sabes, no?— quiso rectificar sus sospechas.
—Lo se, pero no lo creo del todo— miro sus manos. —¿Donde está él?— era momento de que se apareciera.
—JiMin... él...— como explicarle. —Es una larga historia...— el mayor le hizo un gesto para que continuara y Jungkook se dispuso a contar a grandes rasgos lo que sucedía cuando un dios de convertia en humano y no era amado, evitando decir que era de Min de quien se había enamorado.
—¿El ama a alguien?— quiso saber rápidamente el rubio. Al menos podría ayudar al dios a vivir... aunque eso le dejara con un extraño sentimiento.
—Lo hace...— contesto simple, pero no le diría que era él. —Pero no se si el vaya a despertar, nunca había visto algo así, su cabello comenzó a cambiar de color cada vez que sentía que la persona que amaba correspondía a alguien más—
—Si ese alguien no lo ama, debemos de hacer que JiMin ame a alguien más — dijo decidió.
—Pero...— no sabia que más decir el menor. Tal vez era momento de que Min se encargara de ello para que de una u otra forma se diera cuenta que solo estaba en su poder mantener con vida a JiMin.
Pues el tenía que seguir a conseguir su redención. Una que lo llevaría a convertirse en la ceniza misma...
Que les pareció el capítulo?
Es una pequeña introducción para continuar con el Jimsu. Pero ya es turno de que Jungkook busque lo que necesita para enmendar sus errores.
Aún debemos saber que ocurrió con JinNam y por supuesto como va evolucionando el JimSu y sobre todo el Taekook...
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EL DIOS DEL FUEGO (TAEKOOK) 《DIOSES #3》
FanfictionJeon Jungkook es el dios más joven por ello jugar con sus poderes es un chiste... que no termina bien para él.