Sin ser fuego me hacía arder, y juro que esa sensación tan divina nunca nadie me la hizo sentir antes.
Manuel Ignacio.
Como el placer no se comparaba a nada antes sentido.
Pues las manos del más alto estaban haciendo un trabajo tan espectacular y solo está tomando sus mejillas.
¡Solo sus mejillas!
¿Entonces como es que ya había terminado de esa manera? Con un evidente problema entre sus piernas nunca antes sentido a tal magnitud.
El chasqueo de los besos hacían un ruido de lo más erótico. Sus lenguas jugaban una con la otra, Jungkook aprendió por primera vez a dejarse ganar, dejarse controlar por un humano. El deseo corriendo por sus venas y los instintos más antiguos por los humanos corrían ahora por todo su cuerpo como una corriente eléctrica.
—De-detente— logró decir cuando Taehyung dejó un espacio entre sus labios.
—Me parece que eso es lo menos que quieres...— abrió sus ojos, aún estaban en ese pasillo, fuera de su departamento. —Si dices que no quieres que continúe me detendré contra aun mi propia voluntad— queria seguir degustando los labios de aquel pelinegro sobre todo porque toda su aura le hacían sentir como si besara a un dios.
Aunque eso no era nada alejado de lo que era en realidad, pero el no lo sabía.
—Detente— pero sus palabras no tuvieron efecto sobre si mismo cuando cometió el error de mirar a los ojos de Taehyung. —Pero hasta al amanecer, lo que resta de esta noche dejaré que hagas lo que quieras y desees pero una vez el sol salga tendrás que detenerte— no era lo que esperaba pero podía aceptar aquel trato.
—Disfrutaré cada segundo del tiempo que me has dado y no solo yo sino que tu tocarás el cielo esta noche— las palabras ya comenzaban a sobrar así que digitando la contraseña de la puerta entro besando sin detenerse los labios del menor.
Sabia el camino de memoria hasta su propia habitación, lo que no sabia pero no tardaría en descubrir serían aquellos puntos en los cuales el pequeño azabache se derritiera entre sus manos.
Bajo las manos de las mejillas del contrario para deslizarlas hasta los botones de aquella bonita camisa. Taehyung estaba maquilando en su mente todo lo que haría.
Por su parte Jungkook decidió dejar los brazos alrededor del cuello del mayor su cercanía le hacía sentir fuego.
¡Fuego! ¿Por qué no pensó en ello? El era el dios del fuego, acaso durante el acto crearía algo de fuego ¿real? Un gran temor se instaló.
—Te has tensado ¿Que sucede?— su camisa estaba pronta a ser deslizada por sus brazos.
—Na-nada— logro decir, para que el mayor no sospechara deslizo la camisa fuera de su cuerpo dejando su piel a la vista. Era blanca, suave y sin ninguna marca, los dioses cuidaban en extremo las imperfecciones, no existían en sus cuerpos. —Pierdes valiosos segundos mientras te quedas ahi— no supo de donde tomó la valentía pero Jungkook se encargó de lanzar a Taehyung en la cama detrás de el para subir a horcajadas y empezar un lento vaivén.
Si, el estaba haciendo eso.
—Ya has tenido demasiado control— Taehyung se encargó de prácticamente arrancar su costosa camisa de diseñador pues comenzaba a desesperar lo no poder sentir la sensación de piel con piel con el menor.
Beso su cuello, dejo marcas y rastros de su saliva, llego a aquellos pezones que disfruto sintiendo como el miembro del menor se ponía más duro aún dentro de aquellos pantalones. Lo podía sentir rozando con el suyo.
Se encargó con una mano de pasarla tocando con sus yemas la espalda de Jungkook sintiendo como si una electricidad se pasara entre ellos. Mientras que con la otra se encargaba de quitar las prendas de sus miembros inferiores.
Aquellas esculturas que realizaban de los dioses al desnudo no se comparaban a la gran obra de arte que tenía frente a el o más bien dicho debajo de el.
No detendría sus caricias, por un momento sintió la piel del azabache que quemaba ante su tacto, pero debió ser el momento solamente.
Por la mente del Jungkook estaba controlandose a más no poder, quería dejar a salir un instinto Primitivo como lo es no poder controlar sus poderes, se supone que es el dios más joven en lograr controlarse en su totalidad, como es que un humano lo alteraba de esa manera.
Pero mientras pensaba el cuerpo totalmente descubierto de Tae se posaba sobre el suyo y supo que el fuego que sentía en su interior era solo un ferviente deseo de ser poseído por el mayor, que ahora que lo sentía se quedó sin palabras.
El momento llegó como cuando se aviva el fuego de una fogata lanzando leños a este, tratando de moverlos para que den en un lugar en específico y de esa manera el fuego no se apague si no que por el contrario crezca hasta consumir todo a su alrededor.
Esa era totalmente la sensación que el miembro de Taehyung estaba experimentando. Apresado, palpitante y caliente.
La sensación de Jungkook era la de estar cayendo en una nueva e increíble sensación de placer, como dios era difícil sentir algo de aquella magnitud, pero ahora se sentía que podía llegar al cielo, o que incluso no necesitaba sus propios poderes para sentirse de esa manera.
Pues le estaban adorando de una manera diferente y malditamente le encantaba...
Bien, redactar esto no se me da del todo bien, pero quería darles el momento caliente como el dios del fuego... uno que complicará las cosas como a todos.
Pronto el JinNam y el JimSu también saldrán adelante.
Y por supuesto este Taekook enfrentará diversas cosas.
¿Se han preguntado qué ha pasado con Hoseok? Solo diré que el va a regresar...
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EL DIOS DEL FUEGO (TAEKOOK) 《DIOSES #3》
FanfictionJeon Jungkook es el dios más joven por ello jugar con sus poderes es un chiste... que no termina bien para él.