Despertó y nada le indicó que era más tarde que de costumbre. Pero un vistazo al reloj se lo confirmó.
-¡Maldición! -hizo a un lado las sábanas y salió del cuarto
Morinaga se encontraba de pie en la cocina con una taza de café en la mano. Se volvió al oírlo.
-¿Cuál es la prisa?
-voy muy tarde al laboratorio -respondió
-No escuché el despertador.
-Yo lo desconecté -lo siguió y lo observó mientras buscaba una taza y caminaba hacia la cafetera- Deja que yo lo haga-avanzó y le quitó la taza de la mano.
-¿Por qué?
-Porque tú aún estás medio dormido, y no quiero que te quemes
-No me refería a eso-dijo con impaciencia- ¿Por qué desconectaste mi despertador?
-Me pareció que necesitabas dormir -Morinaga preparó el café y se lo entregó- Y como ayer vomitaste, pensé que hoy quizá te tomaras el día libre.
Souichi dio un sorbo -¿No prefieres tener la casa para ti solo cuando trabajas?
-Yo no voy a estar .
-Ah -bebió un sorbo con cautela- ¿Tienes algo que hacer? -no era fácil sonar indiferente, cuando lo que quería era tirarlo al suelo y sacarle la verdad con cigarrillos encendidos.
-Un poco de todo. Al mediodía voy a almorzar con mi editor.
-Oh -Souichi se relajó un poco. Con Akane no iba a descarriarse demasiado; era su editora desde que Morinaga fue contratado en la editorial. Akane era una chica relajada, divertida y de ingenio afilado, con un esposo al que adoraba. Estaba bien si Morinaga iba con ella - Esta bien, ¿Cómo está Akane?
-Bien ...-dijo después de un silencio.
A Souichi le pareció detectar un deje extraño en su voz y lo observó, pero parecía tranquilo.
-Ya sé -prosiguió- Hoy no tengo mucho trabajo. ¿Por qué no voy con ustedes?
-No creo que sea posible -dijo con amabilidad- Es un almuerzo de trabajo. Voy a entregar el primer borrador del nuevo libro, y hablaremos de ello. Ya sabes lo mucho que te aburren las conversaciones sobre mis historias de drama y romance.
-No es verdad -protestó- Me interesa mucho tu trabajo.
-¿A si?-su sonrisa mitigó sus palabras- Pero si has dicho que lo que escribo es aburrido. Reconócelo.
-Es posible -asintió despacio- Pero eso es por que... la escritura te aleja -no era lo que había pretendido decir.
-Estoy aquí, Souichi san-su voz sonó suave y extrañamente intensa- Siempre he estado aquí, volví de Hamamatsu para estar aquí . Escribir es un oficio solitario. Eres tú quien se va a trabajar, quien va a convenciones, quien conoce a gente.
¿Qué intentaba decirle?, se preguntó Souichi con una súbita punzada de dolor. ¿Que incluso cuando se marchara el tendría aún una vida? -Entonces será mejor que me valla.
-¿Seguro que te sientes con ánimos?
-Estoy bien.
En ese momento Morinaga se acerco mucho a el para tomar algo de fruta de la barra. Souichi estaba tan familiarizado con su olor, que podía soñarlo solo con el aroma que dejaba en las sabanas, pero en ese instante sus sentidos captaban una diferencia. Dio un paso atrás.
-Has cambiado de colonia.
-Sí, esta es la que compré en el aeropuerto en mi último viaje. ¿Te gusta?
-No... no lo sé -era mucho más ligera y floral que la habitual. ¿Le gustaba a X?- Lo que pasa es que no me pareces tú.
-Ah -dijo con ligereza él- Quizá sea el comienzo de un yo nuevo.
"Eso es lo que temo" , pensó Souichi mientras se dirigía al cuarto a cambiarse. "Por otro lado, tal vez yo sea demasiado el mismo", se dijo mientras se miraba en el espejo, vestido y listo ya para otro día de trabajo. El pantalón azul , la camisa blanca de botones, eran casi un uniforme. Se ponía una versión similar de lo mismo todos los días. No demasiado formal para el laboratorio, pero lo bastante presentable como para reunirse con profesores y colegas. Aunque no muy excitante, eso era seguro.
No era para que los ojos de Morinaga se iluminaran cuando lo viera.
Y tenía razón, porque cuando salió del baño, lo vio hablando por teléfono, y ni siquiera notó su presencia.-Perfecto -dijo- A la una en punto. -colgó, escribió algo en el cuaderno que había junto al teléfono, arrancó la hoja y se la guardó en el bolsillo.
-¿la editorial? -lo miró con curiosidad.
-Confirmaba el almuerzo -asintió, centrado ya en el mundo solitario en el que vivía y al que el no podía seguirlo. Recogió su maletín y se dirigió a la puerta, sin intento de besos de despedida- Nos vemos luego.
-Que tengas un buen día -deseó Souichi a su espalda- Salúdame a Akane -pero ya cerraba y no dio la impresión de oírlo
Souichi recogió su mochila y se acercó a activar el contestador automático. Se quedó quieto un momento, mirando el cuaderno en blanco.Como si actuara por voluntad ajena, levantó el lápiz y pasó la punta sobre las marcas que había dejado la escritura de Morinaga.
Logró leer algo y frunció el ceño. Era el nombre de un restaurante nuevo que habían abierto , pensó desconcertado que Akane y Morinaga siempre iban a otro lugar. Arrancó la hoja despacio y la guardó.
Todo parecía cambiar, reflexionó, desde lo de importancia vital hasta lo relativamente trivial. Se sentía como un niño al que le robaban toda seguridad, y no le gustaba.Fue una mañana nerviosa. Souichi temía el interrogatorio de Tadokoro sobre su apariencia y estado de ánimo, pero su kohai estaba muy concentrado en el trabajo a diferencia de el.
Mientras se ocupaba del ajetreo de la mañana, su mente repasaba todo lo sucedido. Le preocupaba especialmente el motivo que podía tener Morinaga para rechazar su compañía durante el almuerzo.
Se preguntó si de verdad creía que no le interesaba su trabajo.
Incómodo, pensó si eso habría introducido la primera piedra entre ellos, impulsándolo a buscar otra relación. ¿Acaso X se sentaba a sus pies, leyendo todas y cada una de sus palabras y ofreciendo una crítica constructiva? ¿Fue así como lo consiguió?Cuando Miharu anunció que era hora de comer y le pregunto si los acompañaba a la cafetería, tomó una decisión repentina.
-No, gracias, voy a salir.
Se dijo que se reuniría con ellos. Trató de callar la voz interior que le decía que era irracional, diciéndose que siempre se había llevado bien con Akane, y que quería demostrarle a Morinaga que sí le interesaba su trabajo.

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Otra persona
FanfictionMorinaga se ha convertido en un famoso escritor y ahora el y Souichi estan casados legalmente, todo deberia estar bien o eso es lo que Souichi espera, pero algo cambiara su tranquila vida de repente .