SEDUCING THE ENEMY [WinBright]

11| INESPERADO

Los días pasaron, 2 meses para ser exactos, cancelé mis clases con Bright desde el encuentro que tuvimos y no había vuelto a llamarlo, ¿Me maldecía internamente?, por supuesto, ver que entraban a mi celular llamada tras llamada, me partía el alma, quiero mandar todo a la mierda e ir por él, pero por otro lado esta mi yo competitivo, la maldita versión de mi, esa que no me deja distraerme, y eso incluye a Bright; tengo bastantes cosas las cuales me consume el tiempo, además de que no quiero dejarme llevar, si tengo a Bright frente a mí será tan catastrófico como me lo imagino.

Tithipoom por fin se filtró al personal de Champ, cada vez está más cerca, volviéndose de confianza, eso volverá mucho más fácil conseguir lo que deseo.

—Jefe, deberías irte a descansar, aquí solo has dormitado, a Tithipoom lo tenemos muy bien vigilado, así que no debes preocuparte.

se que así es, pero no quiero volver a mi departamento, el solo hecho de estar ahí, me recuerda a Bright, pero aun así accedo a irme.

—Confío en ti, Mike.

Asintió.

Salí del hotel y me dirigí a mi departamento, sé que todos estamos cansados y dando todo de sí, hoy más que nunca puedo sentirme cerca de lograr mi objetivo; durante el camino recibo de nuevo una llama de Bright, la cual solo deje que timbre hasta que finalice sola, no sé cuánto más podré aguantar sin ir tras él.

Al ir subiendo por el elevador siento que los estragos de no dormir bien, van causando efectos, me duelen los hombros y una migraña amenaza por aparecer, cierro un poco mis ojos para descansarlos, tocando levemente el puente de mi nariz con mi mano.

Las puertas se abren y una silueta fuera de mi departamento me llama la atención, la conozco perfectamente, siento como mi corazón comienza a latir demasiado, lo he extrañado tanto.

—Hola Bright. —Él gira hasta quedar frente a mí.

Su rostro denota que no ha dormido bien estos días, luce un poco pálido y sus ojos están un tanto rojizos e hinchados.

—Hola Win.

—¿Debería preguntar qué haces aquí?

Sus ojos se cristalizaron y yo siento unas enormes ganas de abrazarlo.

—No contestas mis llamadas, ni mis mensajes, ¿debo deducir que ya no te intereso?

—No es eso.

—¿O acaso ya conseguiste lo que querías de mí y ahora simplemente me dejarás?

—¿Qué?

—Solo dime qué no quieres estar conmigo Win, solo dilo y te juro que no volveré a molestarte, es tedioso esperar una maldita  llamada tuya o un mensaje, ver cómo termina el día y yo no tengo ninguna noticia de ti.