Capítulo 1.

176 10 3
                                    

Makis.

El último año para algunos comenzaba, mientras que para otros terminaba y no, no explicaré todos los alumnos que ahora tendría nuevos ni daría los nombres de los que se iban, solo puedo decirles que en este colegio hay grandes secretos que quedarán guardados sin que nadie se entere.

Sobre todo por las "relaciones" que se formaron aquí.

Me sorprendía ver que quienes unos años atrás llegaron siendo niños, hoy se veían como adultos. Pasaron de ser unos pubertos llenos de acné, brackets y pensamientos de niños a lo que eran ahora:

Adolescentes (un poco) serios, con pieles bien cuidadas y dientes perfectos.

Pero con pensamientos de niños.

Afanador, como siempre, estaba rodeada de sus compañeras y aunque sabía que me estaba mirando, yo simplemente les enseñé el libro que debían leer para la próxima clase, dándole una rápida mirada.

- Solo haremos eso?- Asentí suavemente, notando como varios intentaban dormirse.

Había buscado la forma de hacer una clase sencilla, sabía que no querían estar aquí y, en cierto punto, yo no quería estar con ellos.

- La vi la semana pasada en esa discoteca.- Susurró Natalia apenas se liberó del resto.

- Si, se la veía muy entretenida.- Miré a Velasquez, escuchando perfectamente una pequeña risilla por parte de Natalia.

- También la vi a usted muy feliz.- Hice mi mayor esfuerzo por no sonrojarme.- Lo recuerdo muy bien, Valentina se fue al baño y...-

- No hace falta hablar del fin de semana.- Levantó su mentón, notando su sonrisa.

Es una niña con ego.

- Tiene miedo?- Negué rápidamente.

- Creo que ninguna estaba en su mejor estado.- Alzó sus cejas, siendo salvada por la campana.

- Tranquila.- Susurró evitando que me vaya.- Eso de molestarla solo será entre nosotras, no le diré a nadie lo que me respondió y espero que usted no hable de lo que yo le pregunté.-

- Quisiera estar segura de que nadie lo sabrá.-

- Nadie lo sabrá.- Repitió seria, saliendo rápidamente del salón.

No lo puedo creer, no puedo ser tan idiota.

Natalia.

Flashback.

Acompañé a Valentina al baño, esperándola afuera para que María Cristina salga del mismo lugar, con una botella de cerveza en su mano.

- Hola.- Susurré haciendo que ella sonría.

- Tu amiga está acomodando su brasier, quizás si entras se lo puedes quitar.-

- Veré todo el relleno que usa.- Ella se rió.- Las de usted son naturales?-

- Puedes averiguarlo tú misma.- Y simplemente desapareció.

Fin flashback.

- Mi niña.- Mamá llamó mi atención.- Podrías ir a cambiar la cerradura del baño del cuarto de Nicolás? Andrés llegó borracho anoche y se puso a jugar con eso.- Asentí suavemente, llevando dinero de más al saber que era el negocio familiar de María Cristina y que algunas veces trabajaba ahí.

Como hoy.

- Buenas tardes.- Quitó sus audífonos rápidamente, dejando de poner precio a los productos.

- Estás buscando algo?-

- Quería una cerradura nueva.- Enseñé la caja de la anterior, siguiendola detrás para disfrutar de verla nerviosa.

- Algo más?- Lanzó tragando en seco.

- Cuerda.- Frunció su ceño, revisando entre las que tenía para elegir la mejor.- Necesito muchos metros.-

- Están refaccionando la casa?-

- No, sólo es una puerta, el resto es para cosas personales.- Se sonrojó, siendo inevitable que las dos pensemos en eso después de que yo haya sido capaz de tirarme sobre ella en ese lugar, si no fuera porque éramos un caso particular.

Y ella, un tanto ebria, me demostró lo mismo.

- También voy a querer cinta adhesiva.- Enseñó las opciones que tenía.- Una ancha.- Me sentía idiota, sobre todo porque ella me miraba sorprendida, con sus ojitos curiosos y su boca entreabierta.- Y tornillos.- Asintió rápidamente, aprovechando que no había nadie cerca nuestro al entrar en un pasillo alejado de todo para arrodillarme a atar mis agujetas, pero ella estaba alejada.

- Necesita algo más?-

- Si, pero creo que de aquí no.- Mordí mi labio inferior, sin esperar que prácticamente salga corriendo.

Esta no era mi profesora, fuera del colegio estaba conociendo a María Cristina De Angulo, no a la aburrida señora que nos enseña sobre literatura y cultura general cuando nosotros queremos aprender algo nuevo.

- Me preocupa lo que vayas a hacer con estas cosas.- Lanzó divertida, entregandome la bolsa.

- Bueno, puedo abrir y cerrar una puerta y con las otras cosas podría torturar a alguien.- Su sonrisa desapareció rápidamente.

- Gracias por su compra, vuelva pronto.-

Necesito que mi cabeza deje de tener esas ideas, pero algo hace que no me pueda detener y me preocupa.

No sé si tengo miedo de mi, creo que me preocupa ella y el tiempo que pase porque quizás podría seguir como si nada si no fuera porque mi propia profesora me demuestra que se pone nerviosa conmigo y yo estoy teniendo una estúpida fantasía con que nosotras podríamos hacer algo demás y no pienso en las consecuencias que eso traería.

Y lo más preocupante es que no me reconozco, siento que esas consecuencias no son tan graves.

Cuando Nadie Ve- (Ventino)[Makia]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora