Soy Blair, Blair Hargrove.
Me mude hace poco con mi "familia" aquí a Hawkins, vengo de California así que cuando escuche que el pueblo de Indiana era pequeño y sin mayores escándalos, solo pensé en una palabra "tranquilidad"... Carajo que equivocada...
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Max y yo pasamos a sentarnos después de esa incómoda presentación. Nos colocamos en unos lugares en la parte trasera del salón, yo me senté en el primer lugar y ella atrás de mi.
Notamos que cuatro chicos nos estaban mirando muy fijamente, la pelirroja me dio una mirada acompañada con una sonrisa ladina, gesto que copie y volvimos a voltear a ver a los acosadores. Max les sacó el dedo y yo les mande un beso junto con un guiño y eso hizo que el de pelo chino se sonrojara al verme, pero se voltearon de nuevo al pizarrón y no volvieron a vernos en toda la clase.
Habíamos tenido otra clase además de ciencias y ahora estábamos en el descanso, yo en la cafetería y Max, bueno no se donde estaba ella.
Estaba comprando una pizza cuando divisé a una pelirroja con patineta acercándose a mi.
–Ya no lo soporto esos raros acosadores no dejan de seguirme– Me dijo cuando llego a mi.
–A ti también. Dos de ellos han estado aquí como 15 minutos mirándome y después salieron corriendo cuando los vi fijamente, el de chinos se sonrojo, de nuevo–
–Que te parece si salimos las dos al patio y les jugamos una broma– Asentí y tomamos dos hojas.
Nos dirigimos hacia una mesa de la cafetería, Max escribió en su hoja "Dejen de espiarnos" Yo escribí en la mía en grande la palabra "Pervertidos"
Fuimos hasta los casilleros y saque mis patines. No les había mencionado ese detalle, practico este deporte desde que soy pequeña. Me los puse y salimos al patio, Max y yo comenzamos a patinar, a nuestra manera, y a hacer trucos. Nos dimos cuenta de que los 4 nos estaban viendo mientras hablaban y decidimos hacerlo.
Fuimos hacia unas escaleras donde estaba un bote de basura, subimos las escaleras y desde arriba tiramos las dos hojas, entramos por la puerta y nos asomamos desde una pequeña ventana viendo como comenzaron a buscar en el bote. Encontraron nuestras hojas, lo leyeron, vimos sus caras decepcionadas y nos alejamos de ahí riendo.
