Soy Blair, Blair Hargrove.
Me mude hace poco con mi "familia" aquí a Hawkins, vengo de California así que cuando escuche que el pueblo de Indiana era pequeño y sin mayores escándalos, solo pensé en una palabra "tranquilidad"... Carajo que equivocada...
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Tres meses después...
-¡Joyce, ya vuelvo!-
-¡Con cuidado!-
La chica tomó su bicicleta y subío en ella comenzando a pedalear.
-¡Bi! ¡Los chicos no tardarán en llegar!- Will salió de la casa y le grito.
-¡No tardaré!-
Blair tomó la ruta que siempre hacía desde hace dos meses. Cierto, aún no saben lo que ha ocurrido, recapitulemos un poco.
Cuando Blair llegó a la casa de los Byers paso dos semanas ahí en la cuales no comia nada, solo tomaba agua y lo hacía por que Joyce, Will y Mike la obligaban, sumándole a eso no podía dormir ni 5 minutos. ¿Su aspecto? No era el que siempre habíamos visto, la chica parecía una calavera andante, su tez blanca y aperlada se había esfumado para darle paso a un color amarillento, su cabello rubio ya no tenía ese tono dorado y tampoco brillaba, en realidad parecía que se lo había pintado de un color gris bastante feo.
El primer mes fue el más horrible y difícil para todos. Blair lloraba inconsolablemente todas las noches sintiendo un terrible dolor en su pecho viendo como Jonathan y Will eran tan unidos como ella y Billy, siempre que veía su relación de hermano menor y mayor no podía evitar pensar en su propio hermano, el cual ya no podría volver a ver. Eleven no estaba mejor gracias a la perdida de su padre, pero al menos se consolaban la una a la otra. La rubia intentó suicidarse varias veces para estar con su hermano y dejar de sentir ese infierno de tristeza, afortunadamente no lo logró.
