true love ; p.gavi

xii

11 de noviembre de 2021

Nos encontramos yendo al estadio Olímpico de Atenas para que la selección juegue el partido.

Resumen de estos días; Pablo y yo nos comimos una buena bronca por la foto, además nos dieron unas "pautas" ahora que habíamos decidido mantener nuestra amistad pública. Mi tío me dio un toque de atención y me pidió hacerle caso a los representantes, a parte de hacerme un interrogatorio para saber si tenía algo más que una amistad con Pablo.

Hablé con mis amigos, les expliqué lo que había pasado, y también hablé con mi madre que me había llamado un poco alterada por los artículos que habían salido.

Pablo va a mi lado, tenemos a Unai detrás, que no deja de molestarnos, y encima nos han puesto la condición de que si queremos ir juntos tiene que ser delante, quieren tenernos vigilados.

—Unai cállate por favor me va a explotar la cabeza.—Me echo hacía delante tapándome las orejas, provocando que Pablo ría y me pase un brazo por los hombros.

Nuestra relación ha mejorado mucho y somos muy cercanos. Cuando el no está entrenando y yo no estoy estudiando pasamos todo el rato juntos. Ayer estuvimos dando un paseo por los alrededores del hotel, aunque Unai nos tuvo que acompañar ya que no podemos dejarnos ver nosotros dos solos por ningún lado. A raíz de esto, la gente ha empezado a decir que Unai es nuestra niñera cosa que a él le ha hecho mucha gracia y no puede dejar de hablar de ello.

—¿Por qué? ¡No estoy diciendo nada malo! ¿A que no?—De Gea que va a su lado le mira riéndose y vuelve a concentrarse en su móvil.

—A ver, te has tirado quince minutos hablando de cómo quieres que Pablo me meta la lengua hasta la garganta, muy agradable no me parece.—Le miro por el hueco de los asientos y Pablo aprovecha para mirar mi perfil, cómo si estuviera hechizado.

—Es que si lo hiciera os quitaríais un peso de encima.- Puede que ahí no mienta.—¡Es qué mira como te mira hombre!—Me giro y en vez de apartarse, Pablo me sigue mirando haciendo contacto visual conmigo.

Es algo que lleva pasando desde la reunión que tuvimos con los representantes. Nos pillamos mirándonos y el mira los labios y yo los ojos o viceversa. Cada vez la tensión es más grande de lo que me gustaría admitir. Siempre soy yo la que me separo ya que siento que si fuera por Pablo nos pasaríamos horas así.

—Es que enserio, si yo tuviera alguien que me mira así ya me habría casado tres veces.—Unai se tira hacía atrás en su asiento y yo me limito a reírme. Pablo saca su móvil y me hace un corazoncito con los dedos, tratando de que yo lo complete, cosa que obviamente hago. El le hace una foto y veo como la manda a sus amigos.

eric • mira pablo, deberías tomarte enserio lo que te digo, lo hago por tu bien. cuídate y no hagas tonterías.

Veo como Pablo pone cara de circunstancias y me tumbo en su hombro para ver lo que pasa. Al ver el mensaje de Eric me congelo, y recuerdo el primero que le mando con la primera foto y los que han venido después con las fotos que sé que Pablo ha mandado.

—Ya veo que Eric sigue intentando que entres en razón.—Me rio un poco incómoda y noto cómo el gira la cabeza para darme un beso en la frente. Me vuelvo a quedar paraliza, es la primera vez que hace eso. Tampoco me molestaría que lo siguiera haciendo.

—No te preocupes Nati, está amargadillo el chaval.—Se ríe con su mandíbula pegada a mi frente.

—A lo mejor tiene razón, quiero decir. Has venido aquí a jugar al fútbol y esa es tu prioridad yo solo soy un inconveniente que te han puesto en medio del camino.—Me vuelvo a reír y noto como se separa de mi para mirarme completamente a lo ojos.

—Ni se te ocurra volver a decir eso, ¿vale? No quiero volver a escuchar esa gilipollez. Ven aquí.—Noto cómo me abraza por los hombros con más fuerza y me pega la cabeza a su pecho, dónde puedo sentir sus latidos.

Que para mi sorpresa están igual de acelerados que los míos.