Estrellas Pintadas

8.- Haciendo recuerdos

Los siguientes días pasaron de la misma manera. Harry y Neville pasaban horas en la cama haciendo el amor, solo deteniéndose para tomar una siesta y acurrucarse o compartir duchas y comidas. Por la noche se acurrucaban junto al fuego, escuchando música mientras hablaban de sus aspiraciones y sueños hasta que, exhaustos, se retiraban a la cama. Dormían profundamente, los cuerpos entrelazados, hasta que uno despertaba al otro con besos lánguidos que, la mayoría de las veces, conducían a un sexo lento y relajado antes de que el sueño los reclamara una vez más. Así que fue una gran sorpresa cuando Harry se despertó el martes por la mañana y Neville ya estaba completamente vestido y listo para jugar en la nieve.

"Despierta, huesos perezosos," bromeó con Harry alegremente, envolviendo una bufanda alrededor de su cuello mientras se inclinaba para darle un beso de buenos días. "Es hora de ir a buscar un árbol y decorarlo".

Harry se estiró, tomó sus lentes de la mesita de noche y se apoyó en un codo, mirando adormilado por las ventanas hacia el paisaje cubierto de nieve más allá. Cogió su reloj, miró la hora y frunció el ceño. 7:32? Al no ver cómo caminar en el frío podría tener a Nev tan emocionado tan temprano en la mañana, se dejó caer en la cama y se tapó el cuello con la colcha con un bufido de indignación. Lanzándole a su nuevo amor una mueca de mal humor, Harry hizo todo lo posible por ignorar la forma en que su corazón se derritió ante la adorable sonrisa alegre que descansaba en el hermoso rostro de Neville, y murmuró atontado: "¿Estás enojado? ¡Hace mucho frío!"

"¡Ciertamente lo es!" Nev sonrió, completamente imperturbable por el comportamiento amargo de Harry.

Decidiendo probar otra táctica cuando la primera falló, Harry apartó las mantas y se volvió boca abajo. Separando sus piernas, dobló una de sus rodillas y golpeó su polla contra las sábanas, deleitándose con el deseo carnal que ardía en los ojos de Neville mientras lo inmovilizaba con una mirada suplicante.

"Aquí también hace frío", murmuró con un suspiro. "¿Por qué no vuelves a la cama y podemos empezar a sudar?"

Sonriendo cuando Neville se arrastró hacia él desde los pies de la cama, cerró los ojos mientras esperaba sentir el roce familiar de la lengua de Nev. Sin embargo, el deleite fue rápidamente reemplazado por la sorpresa cuando Nev rozó suavemente con sus dientes una de las mejillas del trasero de Harry y de repente le dio una nalgada, luego acarició la piel dolorida.

Asegurando una mano sobre su cadera, Neville se inclinó, besando el punto sensible justo detrás de su oreja y murmuró cariñosamente: "Eso no funcionará".

Girando la cabeza para mirar a Nev, Harry hizo un puchero, pero comenzó a mostrar signos de ceder cuando dijo: "Pero normalmente te encanta descansar temprano en la mañana".

"Mmm, eso es cierto. Normalmente lo hago. Especialmente cuando es contigo," Neville tarareó con una sonrisa genuina. Pasando sus dedos por el cabello de Harry, se inclinó y presionó un suave beso en sus labios, luego se apartó para que pudieran cruzarse a los ojos mientras continuaba dulcemente, "Sin embargo, después de habernos conocido durante más de una década, creo que Te conozco bastante bien. Y una cosa de la que estoy seguro es que no importa cuánto disfrutaría pasar cada momento libre enterrado dentro de ti, si hiciera eso, no pasaría mucho tiempo antes de que empezaras a preocuparte por eso. el sexo es todo lo que quiero de ti. Y no lo es ".

"Oh," Harry respiró suavemente, mirando con adoración a los ojos de Nev mientras los suyos brillaban con repentina emoción. "¿No es?"

"No, cariño," murmuró Neville con ardor. "Quiero mucho más".