Alya Bletchley
La semana había transcurrido con tranquilidad, mientras iban llegando los últimos rezagados al castillo para comenzar el curso escolar, yo había aprovechado para ponerme al día con Pansy y Blaise pero Draco no había tenido oportunidad de intercambiar muchas palabras ya que seguía actuando como un autentico idiota y no se dejo ver mucho. También aproveché para pasar algo de tiempo con mi hermano antes de que inevitablemente nuestros horarios nos separaran.
Y así llegué hasta el primer día de clases, cuando esa misma mañana mi sueño se vio interrumpido de forma bastante brusca por Pansy, quien me tiró un cojín a la cabeza, en ese momento muchos pensamientos rondaron mi cabeza y en ninguno de ellos Pansy salía con vida.
-Despierta -noté como me volvió a tirar otro cojín pero esta vez falló el lanzamiento y este cayó al suelo -¡Venga Alya!
-Por Merlín, qué pesada eres cuando te lo propones -murmuré aún somnolienta, girando sobre mi misma para darle la espalda.
-Pues como quieras, pero esta pesada irá a pociones -escuché como caminaba hacia el baño- Que, por cierto, es dentro de 10 minutos.
Aquella frase surtió el mismo efecto que haberme tirado un jarro de agua fría encima, haciendo que me incorporara de golpe y me levantara de la cama casi de un salto para correr al cuarto de baño donde ya estaba Pansy terminando de arreglarse.
-¿Cómo no me has avisado antes?- le reclamé mientras me metía en la ducha a toda prisa.
-Lo he intentado, pero eres peor que una marmota, da gracias a que te he seguido llamando hasta que te has despertado -dijo tranquilamente mientras se retocaba el pelo frente al espejo.
-Pasame mi uniforme, está colgado en la puerta del armario.
-Si, ya lo veo, no soy ciega -oí sus pasas yendo a por el y como lo dejaba colgado en el baño mientras yo acababa de ducharme- Y date prisa o llegaremos tarde.
Cuando salí del baño con el uniforme ya puesto y el pelo completamente empapado vi a Pansy sonriendo; perfectamente vestida, con su pelo oscuro cayendo sobre sus hombros en ligeras y perfectas ondas y un maquillaje tan simple como impecable y por un segundo pasó por mi cabeza el hecho de que quizás me había llamado a última hora a propósito, sin haber habido esas previas llamadas que antes había mencionado. Pero no tenía tiempo para pensar en ello así que agarré corriendo lo que necesitaba para la clase y salimos de la habitación.
-Es divertido verte apurada -ahí tenía la respuesta a mi sospecha.
-Pues espero que te haya valido la pena el entretenimiento porque ahora llegamos tarde. -dije mientras la fulminaba con la mirada, a lo que ella respondió con una sonrisa.
Y así era mi amiga y compañera de habitación; un ser mezquino, pero a fin de cuentas era Slytherin ¿Qué más se podía esperar de nosotros? Al menos ahí estaba esa sonrisa que tanto echaba de menos, aunque, claro está, esto no quedaría así, se la devolvería en algún momento, como diría un Muggle: "Quien ríe el último ríe mejor".
Mientras corríamos por los pasillos Pansy me sujetaba las cosas para que yo tratara de anudarme la corbata en condiciones cosa que conseguí tras un par de intentos. Para ese entonces Pansy me dió las cosas y teníamos la clase a la vista, estábamos al lado, la puerta, además, estaba abierta y empecé a saborear la dulce victoria, la carrera había merecido la pena, Snape aún no había llegado a clase.
Pero como la suerte siempre está de mi lado, antes de que pudiéramos entrar alguién que estaba detrás nuestra nos detuvo, y ese alguien era el profesor Snape.
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Lost control
FanfictionLa oscuridad y penumbra en la que cayo el mundo desapareció tras el anuncio de la muerte de Lord Voldemort. Los mortifagos y seguidores de este se ocultaron, y no se volvió a saber de ellos. En el mundo mágico todo volvió a la normalidad, eso si, si...