Tom Riddle
Toqué varias veces la puerta de su habitación sin obtener respuesta alguna y empecé a perder la paciencia, era media mañana y Alya no se había presentado a ninguna clase, lo que era bastante raro en ella. Así qué decidí ir a buscarla y ver que estaba pasando.
Le había preguntado a Pansy acerca de lo que había podido suceder con Alya, pero no obtuve la respuesta que quería pues según ella había dormido en otra habitación esa noche.
-Voy a entrar como Bletchley, sé que estás ahí.
Saqué mi varita ante su falta de respuesta, pero antes de que pronunciara el hechizo Alya abrió la puerta de la habitación. Cuando se echó a un lado en silencio para que yo pasara me fijé que tenía el pelo mojado de haberse duchado pero no llevaba el uniforme del colegio sino su pijama.
-¿Hay alguna razón coherente para que te hayas saltado hoy todas las clases? -pregunté molesto ya que me había hecho preocupar bastante.
-Me quedé dormida.
Ella cerró la puerta y se sentó en la cama de piernas cruzadas, me fijé en que esquivaba mi mirada y no pude evitar preguntarme el porqué. Estuvimos en silencio unos segundos hasta que ella habló.
-¿Dónde has estado últimamente? Hace tiempo que no te veo -su voz sonaba igual de cálida que siempre, pero más apagada.
-Eh estado algo ocupado -me detuve por unos segundos para pensar en cómo decir lo siguiente, pues sabía que le iba a molestar- quise comprobar mis sospechas.
-¿A qué te refieres?¿Qué sospechas exactamente?- me escudriñar con la mirada unos segundos.
-Salí del colegio para hablar con un viejo conocido, un amigo mortifago de hecho.
-¿Qué dominios Tom?¿Estás loco? -ella se levantó de golpe luciendo algo alterada- ¿Cómo se te ocurre?
-Calmate y dejame explicartelo -me dedicó una pésima mirada pero me permitió seguir- Es de confianza, de hecho es un infiltrado de Dumbledor.
-¿Dumbledore tiene infiltrados entre los mortifagos?
-Si, no son muchos pero tiene, aunque al único que conozco es a él.
Dumbledore, durante la gran batalla de magia, contó con numerosos infiltrados entre los mortifagos, esto proporcionó en su tiempo una gran ventaja a su bando sobre Voldemort y posiblemente fue lo que inclinó la balanza a favor de él. Dumbledore siempre estuvo dos pasos por delante de Voldemort gracias a esto.
Cuando Voldemort lo descubrió, ya era demasiado tarde, la derrota era algo inevitable, pero se encargó de dar caza, uno por uno, a todo aquel que le traicionó.
Solo se libraron unos pocos, que se escondieron, o que lograron ocultar su verdadero bando muy bien frente a él.
Hubo tanto miedo a ser atrapados por el Señor tenebroso, que muchos de ellos decidieron acabar con sus propias vidas con tal de no sufrir su ira. Y su ira se llamaba Matheo Riddle; el encargado de torturarlos hasta pedir clemencia y luego acabar con sus vidas.
-Espero que la escapada te haya servido de algo, porqué te has servido en bandeja a quien quiere matarte. -soltó ella con una emoción que no supe distinguir.
-Aún no sabemos si quiere matar o no, pero en cuanto a mi escapada como tu la llamas...
Hace unos días
-No deberías haber venido -susurró el hombre mientras recorríamos el largo pasillo de su casa- las cosas están muy tensas últimamente.
-No hubiera venido de no ser necesario -empleé el mismo tono de voz pues supuse que sus hijas estarían durmiendo en las habitaciones contiguas- solo será un momento.

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Lost control
FanfictionLa oscuridad y penumbra en la que cayo el mundo desapareció tras el anuncio de la muerte de Lord Voldemort. Los mortifagos y seguidores de este se ocultaron, y no se volvió a saber de ellos. En el mundo mágico todo volvió a la normalidad, eso si, si...