Capítulo 11

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Alya Bletchley

Cuando Kiara y yo llegamos a mi habitación después de la visita nocturna a la enfermería era bien tarde y a pesar de que le dije que estaba bien y que no hacía falta ella insistió y se quedó conmigo en mi cuarto aprovechando que Pansy no estaba. Cuando desperté esta mañana ella aún me estaba acurrucando como había hecho justo antes de quedarnos dormidas mientras yo lloraba, sentía que últimamente estaba tocando fondo, y quizás no fuera lo peor que me iba a pasar, pero me permití el lujo de sentir que no podía más, de sentir que me estaba ahogando, de llorar hasta quedarme sin lágrimas. Me permití el lujo de que Kiara me acariciara la espalda mientras derramaba un océano sin la necesidad de saber que me pasaba, dándome mi espacio y tiempo.

Al poco tiempo de despertarnos nos tuvimos que preparar para ir a clase porque, por desgracia, aunque uno sintiera que el mundo se le paraba, realmente el mundo seguía rodando dispuesto a aplastar a uno sin piedad alguna.

-¿Qué clase tienes ahora? -me preguntó Kiara mientras se arreglaba un poco el pelo ante el espejo.

-Historia de la magia -sonreí ligeramente- perfecta para subir el ánimo a primera ¿verdad?

-Bueno, no sé si prefiero eso o plantar mandrágoras en herbología- me devolvió la sonrisa. -prometeme que me avisaras si te vuelves a sentir mal.

Antes de que Ki se marchara se lo prometí y ella me prometió a mi que vendría conmigo a la enfermería para la revisión de mi brazo escayolado y de paso a ver a Hunter.

Mientras me dirigía a clase me pregunté qué había hecho para merecer una amiga como Kiara, una amiga que en tan poco tiempo me había sabido entender a la perfección y me había ayudado sin dudarlo en ningún momento.

Cuando entré en clase me senté al lado de Blaise, preparándome para una larga y aburrida clase que esperaba que Blaise mejorara con su sentido del humor, aunque supongo que a primera hora ni el más gracioso tiene ganas de hacer bromas.

-Tienes mala cara Bletchley- me dijo él nada más sentarme.

-He dormido poco -y en parte era verdad.

-Ya veo -murmuró mirando mi brazo escayolado- ¿Que hiciste anoche para acabar con el brazo así?

-Me caí -una mentira más que añadir a la larga lista.

-Pues prepárate para volverte a caer, pero esta vez del sueño -se rió y agradecí que no indagara acerca de lo de mi brazo- que muermo de clase...

-Esperaba que tú la animaras y evitaras que me durmiera.

-Para eso tengo que no dormirme yo -sonrió él justo antes de que entrara la profesora y comenzara la clase.

Con un rápido repaso visual me fije en que Draco estaba detrás de nosotros escribiendo en su libreta cosas que seguramente no tenía nada que ver con la clase, Tom en el lado izquierdo de la clase leía un viejo libro de tapas oscuras que probablemente si tuviera que ver con la clase y Matheo, al fondo de la clase como siempre, captó mi mirada al instante mientras daba vueltas al bolígrafo que sostenía en una de sus manos y yo miré rápidamente al frente.

Sentí un pequeño pinchazo en el costado, a la altura de la herida y me giré de nuevo a mirar a Matheo, quien me devolvió la mirada con una pequeña sonrisa ladeada justo antes de apuntar con su mirada a Tom. Quería que diera el mensaje y yo quería resolver los problemas de uno en uno así que me giré hacia Blaise.

-Oye -le susurré- ¿Dónde está Pansy? No ha dormido en la habitación y se supone que tendría que estar en esta clase.

-Creo que durmió en la habitación de Astoria -se giró hacia mí- No ha venido porque por lo visto su nuevo novio está en la enfermería, alguien le ha tenido que dar una buena paliza, Pansy estaba cabreadisima -sonrió Blaise- nunca la había visto así y menos por un chico de Hufflepuff que conoció hará unas semanas.

Lost controlDonde viven las historias. Descúbrelo ahora