Alya Bletchley
Era bastante tarde cuando comencé a caminar por los pasillos, el reloj casi había dado la media noche y yo me tuve que apresurar para no perder mi puesto en el Club de duelo de Snape mi primer día solo por llegar tarde.
Como no sabía si debía llevar mi uniforme o no, opté por llevar la camisa blanca con la corbata de mi casa, la falda y, obviamente, mi varita la cual, en esos momentos, sostenía con firmeza en mis manos mientras caminaba por los pasillos oscuros del castillo.
Fue de gran ayuda tenerla entre mis manos cuando, sin siquiera esperarlo, me crucé de frente con Matheo Riddle. Él estaba parado observándome y, con la tranquilidad que me daba tener como mínimo mi varita en la mano, acabé por agachar la cabeza rápidamente y caminar más rápido porque, desde luego, no había nada mejor que demostrar miedo frente a la persona que más disfrutaba viendo el miedo en los demás.
Me dí un golpe mental en la frente por lo idiota que había sido mientras giraba la esquina del pasillo esperando perderle de vista, y justo entonces oí como llamaban mi atención.
-¡Bletchley!
Me dí la vuelta y vi a una chica rubia de pelo liso con el uniforme de Slytherin acercarse a mí, de hecho, juré que era la misma chica que mandó Snape para que me dijera a donde ir esta noche.
-Te apellidas así, ¿no? -dijo mientras acababa de acercarse a mí y yo asentí- perdona, pero cuando me acerqué el otro día a tí no quise hacerte perder el tiempo con presentaciones e interrumpir tu conversación con el Gryffindor, soy Kiara.
-Alya Bletchley -contesté, aunque lo más probable era que ella ya lo supiera.
-¿Sabes? -comenzamos a caminar juntas hacia la sala de los menesteres, donde ella misma me había dicho por encargo de Snape que tenía lugar el Club de duelo- Aquel día te estuve buscando un rato y cuando vi que llegabas al campo de Quidditch con el capitán del equipo rival no quise interrumpir lo que fuera que estaba por suceder y chica -se giró hacia mí sonriendo- aquello superó mis expectativas.
-Bueno, solo quise colocar a Pucey en su sitio.
-Pues te aseguro que lo conseguiste, además, tu hermano acabó por machacarlo, desde luego liaste una buena.
-En realidad fue casi idea de Oliver, al menos lo de ir al campo a molestarlos un poco, el resto salió natural -Reconocí riendo un poco ante sus palabras, aunque la humildad no fuera cosa de serpientes tenía que admitir la gran actuación de Oliver en todo el asunto.
-Pues para ser de Gryffindor ese chico tenía muchas ganas de ver el mundo arder.
En cuanto ambas llegamos a la sala de los menesteres entramos y para mi sorpresa había bastantes alumnos de distintas edades y casas hablando entre ellos de forma amigable e incluso lanzando hechizos hacía unos cuantos maniquíes colocados a un lado de la gran sala. La mayoría se veía totalmente concentrado y el que no, estaba por concentrarse. Ahí dentro se respiraba un aura distinta, no sabría explicarlo pero me gustaba bastante.
-¿Te has batido en duelo alguna vez? -me preguntó adentrándose en la sala mientras yo la seguía,
-¿Cuenta haber desarmado a Snape?
-¿Desarmaste a Snape?- se giró sorprendida hacia mi- no haces más que sorprenderme Alya, creo que tu y yo nos vamos a llevar bien.
Seguimos caminando unos segundos más y sorteando a algunos alumnos que saludaban a Kiara y me miraban a mí con curiosidad por ser una cara nueva, al menos eso supuse ya que aquí parecían conocerse todos y en parte era lógico, el Club de duelo llevaba ya bastante encuentros.

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Lost control
Hayran KurguLa oscuridad y penumbra en la que cayo el mundo desapareció tras el anuncio de la muerte de Lord Voldemort. Los mortifagos y seguidores de este se ocultaron, y no se volvió a saber de ellos. En el mundo mágico todo volvió a la normalidad, eso si, si...