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—¿Qué hacen ustedes aquí? —pregunté de mala gana cuando me encontré con los gemelos en la escalera

—Nosotros también te extrañamos —dijeron al unísono

—Si, si —dije ignorándolos y continuando mi camino

—Al parecer esta... asqueada por lo de Ron y Lavender —escuche a Ginny

—¡Asqueada es poco, tengo la piel de gallina! —grite antes de cerrar la puerta

Ver la muestra de cariño de Lavender y Ron, fue... fue desagradable.

Habíamos vuelto a casa para pasar las fiestas, quizás debí negarme como lo estaba planeando, pero seguramente luego mamá me iba a regañar todas las vacaciones.

Hasta la navidad de alguna forma estuvo tranquilo en casa, bueno solo que al parecer Bill y Fleur se habían vuelto más cariñosos entre ellos, papá trabajaba hasta tarde, de alguna forma eso fue común y tranquilo, al menos hasta el día de navidad donde no solo los invitados de mamá vinieron para ese día, sino que también Percy apareció junto a Scrimgeour, quien dijo que Percy quería venir a visitar a la "familia", lo cual creo que era una obvia mentira.

Percy se comportó como un idiota como siempre, porque solo saludo a mamá y nos ignoró a los demás, y el ministro fue con Harry a dar un pequeño "paseo", y al parecer solo le dijo tonterías a Harry, quien hizo que se pusiera más... sensible, ya que me dijo sobre las sospechas que tenia sobre Draco y sobre las cosas que había escuchado de su conversación con Snape, no llegamos a tener una discusión, pero al parecer habíamos entrado en una pequeña tensión.

Como no quería molestarme o decir cosas que no debía fui a caminar, el sol se había puesto y estaba volviendo lentamente a la casa, ya podía ver la casa, en la puerta estaban varias personas, apenas podía distinguirlos, iba empezar a correr para despedirme de Tonks.

Entonces una bola de fuego apareció en el aire, e inmediatamente formo un circulo alrededor de la casa, y apareció ella, me quede congelada en mi lugar, sin saber si correr hacia la casa o esconderme en el pastizal, pero no pude tomar una decisión inmediata ya que Bellatrix, salió corriendo mientras gritaba provocando a Harry y a todos, Harry salió tras ella, a los pocos segundos Ginny salió ignorando los gritos de mamá, corrí hacia ella y trate de detenerla, pero ella me empujo y siguió su camino.

Voltee hacia la casa esperando que alguien me dijera que debía hacer, pero Remus, Tonks y papá trataban de contener el fuego.

—¡No! ¡Elle, ven acá! —escuché gritar a papá cuando empecé a correr detrás de Ginny —¡Elle!

—¡Ginny! —grite mientras corría sin mirar atrás

Las plantas me golpeaban el rostro, mi respiración era agitada, y la mancha blanca que creía ver delante mío ya no estaba, había perdido el paso de Ginny, el corazón me latía violentamente.

Saque lentamente mi varita mientras avanzaba lentamente, acelere el paso un par de veces, pero no encontré ni a Ginny o Harry, me detuve mientras miraba alrededor había sonidos que venían alrededor o quizás solo eran mi imaginación, de lo que estaba segura era que estaba perdida en medio de este maldito pastizal.

Sacudí la cabeza, la única salida en este momento era volver a la casa, que irónicamente era visible por el fuego, seguramente mamá me regañaría por esto, sin saberlo en ese momento esa era mi menor preocupación.

—Mira a quien tenemos aquí —su voz me congelo en mi lugar

Volteé rápidamente según yo lista para defenderme, pero no pude hacerlo. El que haya logrado voltearme ya era un milagro, estaba completamente congelada mirándola, solo tenerla ahí provocó que tragara saliva.

Era una estúpida, no debí correr detrás de ellos.

¿Por qué estaba allí? ¿Por qué no me atacaba? ¿Qué es lo que quería? ¿Qué estaba tramando? Una tras otra las preguntas se arremolinaban en mi mente.

Apreté mi varita fuertemente.

—Así que tú eres la famosa Eileen —dijo ella con sorna— baja tu varita

Lentamente lo hice, bajé mi varita; una parte de mi me decía que era una tonta por obedecerla, pero otra parte me decía que eso era lo mejor en esta situación; después de todo ella no era como los otros seguidores de Voldemort; ella estaba parada mirándome fijamente con una sonrisa torcida en su rostro, Bellatrix Lestrange parecía estudiarme de pies a cabeza.

—Al parecer sabes pensar —dijo acercándose

Ella estaba jugando conmigo y obviamente lo estaba disfrutando.

—Pero dime mi niña —aquello lo dijo de una forma que un escalofrío recorrió toda mi espalda— ¿qué estarías dispuesta a hacer?

¿Acaso era una prueba? ¿Qué demonios pasaba por la mente de esta mujer?

Pero creo que, dependiendo de mi respuesta, mi futuro se decidiría en la mente de esa mujer, pero cuál era la respuesta correcta.

Abrí la boca, pero la cerré inmediatamente, cerré los ojos fuertemente, expiré suavemente y abrí los ojos decidida.

No iba a jugar el mismo juego que ella, no sabía que quería que le respondiera, pero... Creo... Que al menos ella debe tener un poco de amor filial o al menos eso esperaba.

—Draco —susurré

Mi voz apenas salió en un susurro, pero levanté la cabeza, aguanté el temblor de mis piernas y volví a hablar

—Yo quiero estar con Draco —continué

—Lo sé —susurró ella en mi oído— sé qué por él podrás hacer cosas increíbles

La mire de reojo mientras ella me daba vueltas tocando mi cabello, lo que me decía se sentía extraño de alguna forma que no podía explicar.

—Ustedes son jóvenes y si se quieren deberían estar juntos, nadie puede impedirlo

Mi corazón empezó a latir ferozmente, esas palabras no me gustaban, se detuvo lentamente delante de mí, parecía estudiar mi rostro, mis gestos.

—Deja todo atrás, ven conmigo y podrás estar con Draco —Bellatrix me extendió su mano

Obviamente quería que tomara su mano, además esa era mi única salida, al menos si quería seguir viva y en ese momento me volví egoísta, si solo un simple acto me ayudara a mantenerme con vida lo interpretaría de la mejor forma.

Empuñé fuertemente mi mano y luego extendí mi brazo hacia ella, cuando nuestras manos se toparon ella empezó a reír frenéticamente mientras sujetaba fuertemente mi mano, traté de no quejarme, y de no hacer movimientos fuertes.

—Me agradas, sabes lo que es lo mejor para ti, pero aún no es el momento, ahora vete

Apuntó hacia donde la luz de fuego se elevaba, esa mujer estaba demente, no podía seguir el ritmo de sus pensamientos, pero aun así la volví a obedecer y empecé con el camino hacia la casa, este era el principio de mi actuación o tal vez, tal vez estuve actuando desde siempre y solo hoy me di cuenta de eso.

Con cada paso que daba las lágrimas amenazaban ferozmente, mi corazón se apretujaba, mi mente se volvía un completo desastre y si...

¿Si estoy equivocada?

¿Soy una cobarde?

¿Debí enfrentarla?

¿Por qué no puedo ser como lo demás y pelear?

Me equivoqué.

No hay forma de que pueda arreglar esto.

Unbosom [05]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora