Unbosom [05]

09

Los días eran, extrañamente, "normales" hasta cierto punto, excluyendo el hecho de que hubo algunos que se fueron de Hogwarts por temor a lo que pasará, pero en sí no había mucho que contar, Herms revisaba todas las mañanas el diario El Profeta, Harry seguía obsesionado con el libro y sus clases extras con Dumbledore, de la cuales no sé muy bien, porque al parecer por mi constante ausencia me excluyeron y solo escuché un par de cosas como la historia de los Gaunt, Ron está obsesionado como siempre con el quidditch y yo, bueno yo solo trataba de pasar mi tiempo, tranquila, concentrándome en la clases y deberes que eran demasiados.

Pero aquella mañana era extrañamente más fría, aún con guantes podía sentir que mis manos estaban frías, sinceramente no quería ir a Hogsmeade.

Apenas deambulamos por Hogsmeade, y sentía que el frío calaba por todo mi ser y lo único que quería era abrigarme con alguna bebida caliente así que arrastre a los demás para ir en Madam Rosmerta, pero cuando llegue ahí, supuse que fue una mala idea, ya que Harry cuando vio a Slughorn se puso extraño, intenso, incluso nos asigno asientos y luego comenzó una charla extraña con el profesor.

Pero no quedo ahí, sino que lo invito a sentarse con nosotros, pero como la mesa era para cuatro personas todos nos miramos, era obvio que uno de nosotros tenía que irse y era obvio que Harry no se ofrecería.

Cuando estaba apunto de ignorarlos y solo esperar que Ron o Herms se ofrecieran, un movimiento extraño llamó mi atención, él no me había visto, pero yo sí a él.

—Tome mi asiento - dije sonriendo

—No puedo hacer eso señorita Weasley, ustedes diviertanse...

—Señor no sé preocupe yo tenía una reunión con otros amigos, solo estaba haciendo tiempo - dije sonriendo - bueno nos vemos en el castillo

Dejar mi sitio me había tomado unos cuantos segundos, pero, al parecer fueron los suficientes para que Draco se escapara de mi visión.

—¿Dónde se metió? - murmuré mientras caminaba hacia los baños

Había visto que se dirigía hacia allí, pero él había desaparecido completamente.

Caminé por aquel pequeño espacio, hasta dar con la puerta trasera, había huellas en la nieve, supuse que serían de Draco.

—¿Qué haces aquí? — preguntó Madame Rosmerta frotándose la cabeza

—Estoy buscando a alguien - respondí - pero ¿usted se encuentra bien?

La verdad era que no lucia bien, parecía estar enferma.

—Estoy bien - respondió ella de mala gana - pero ustedes los jóvenes, parecen tener mucha energía, además ya moleste a muchos como tú, al parecer eso de tener citas secretas es lo que les gusta ahora...

—¿¡Qué?! ¡No! - grité completamente avergonzada - no es nada de eso, yo solo...

—Si, si, lo que sea - dijo ella con desgana - ahora vete, y no te preocupes no le diré a nadie que tú novio te dejo plantada

Había tantas cosas que quería decir, pero por instantes no pude formular ni una sola palabra.

—Si... gracias - dije empezando mi escape

Era lo más vergonzoso que me podría haber pasado, pero ahora también tenía curiosidad, quería saber quiénes tendrían encuentros secretos.

Mientras trataba de imaginar aquella situación empecé con mi camino de vuelta al castillo, no quería volver donde estaban los demás y creo que fue lo mejor ya que a lo lejos, y delante pude vislumbrar su espalda, era él.

—¡Detente! - grité pero inmediatamente me tapé la boca mientras veía alrededor - Draco Malfoy dete...

Corrí el poco tramo que nos separaba, mientras Draco se dio la vuelta y me enfrentaba, pero él lucía...

Espera... ¿Él no estaba evitandome? ¿O sí?

—Después de todo esto no va...

De pronto Draco detuvo su hablar de improviso, y miraba algo detrás de mí, a lo lejos, cuando volteé, vi a alguien que estaba flotando en el aire, y se movía extrañamente, pero inmediatamente cayó al suelo, quise seguir viendo o volver y saber que están pasando, pero Draco cambio su rumbo y se alejó.

—¿Qué le sucede hoy? — murmuré

Volví la mirada hacia donde había ocurrido aquel extraño evento, al parecer más personas se estaban reuniendo ahí, supongo que después me enteraría que pasó, porque vi a alguien enorme, era Hagrid, podría ir luego y...

Entonces...

Aquella idea cruzó tan repentinamente por mi mente, como aquella brisa helada que golpeó mi cara.

Draco, él... ¿Él era el responsable de eso?

¿Por eso él estaba evitandome?

No.

Eso no podía ser cierto.

De todas las cosas que él podría ser capaz, eso...

Tomé una gran bocanada de aire cuando recordé el comportamiento extraño de Draco...

—No es cierto - murmuré viendo la espalda de Draco ya a la distancia

¿Qué estaba pasando?

No.

Él no podría...

¿Draco era el culpable de aquel extraño evento?

No...

¿Si?

Me gustaría decir que al menos pensé antes de que mi cuerpo se moviera, pero no era cierto, mi cuerpo se había movido involuntariamente, la nieve crujía debajo de mis pasos, el vaho provocado por el frío y por el cansancio parecía más espeso.

¿Debería detenerme y pensarlo mejor?

O al menos pensarlo...

¡No te detengas! — parecía que alguien me susurraba — ¡corre¡

¿Hacer esto era la mejor decisión?

¿Ésto significaba que estaba escogiendo un bando?

No.

Si pienso que hay algo como bandos, soy una tonta.

Con cada paso la nieve parecía sujetarme los pies, cada paso era más difícil, cada paso era duro, como si algo quisiera detenerme...

Pero... ¿por qué no puedo detenerme?, ¿por qué mis pies continúan moviéndose? ¿Por qué aunque sé todo eso sigo corriendo?

¡No te detengas! ¡corre¡

Tengo miedo de la respuesta, pero...

Solo son sospechas...

Me estoy equivocando...

Pero y si...

¿Mis sospechas sobre él son ciertas?

¡No te detengas! ¡corre¡

¿Debería decírselo a alguien?

¿No?

¿Si?

¿Mis malditas preguntas tienen un respuesta clara?

Soy diferente, por eso puedo encontrar un camino, una forma para no traicionar a ninguno, pero sobretodo de ser fiel a mi misma, aunque quizás haya personas que no lo entiendan; quizás luego con más calma, piense en una buena manera, pero por el momento toda mi concentración esta en correr con todas mis fuerzas.

Él me necesita, pero...

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¡No te detengas! ¡corre¡

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