Unbosom [05]

04

Las cosas mejoraron un poco cuando nuestras listas de materiales para ese año llego, eso significaba cruzar los límites del jardín, y al parecer no podíamos decir nada indebido ya que mamá amenazaba con no llevarnos y dejarnos en casa, aunque sinceramente no me hacía mucha emoción ir a comprar los materiales, lo que emocionaba era ver el negocio de los gemelos, me moría de curiosidad por ver su negocio, y lo bueno era que tal vez podría conseguir algo a un buen precio o tal vez gratis, dependiendo de los chantajes que vaya a usar.

Los gemelos si lo estaban haciendo muy bien, en todo el callejón su tienda era la mas animada, y eso daba un aire extraño, las demás tiendas estaban cerradas o lucían sombrías, pero Sortilegios Weasley, era todo color.

Deambule por todos los lados de su tienda, viendo las extrañas y curiosas que tenían, inclusive tenía un área con algunos juegos muggles, supongo que papá fue su inspiración para esa sección, mientras deambulaba de un lado al otro me di cuenta de que Harry, Ron y Hermione salían de la tienda.

Los seguí en silencio, entonces me percate de lo que realmente sucedían, ellos estaban siguiendo a los Malfoy, me detuve a mitad del camino, suspire pesadamente mientras decidía en seguirlos o ignorarlos y volver donde los gemelos, pero lamentablemente mi curiosidad era más.

—Maldición – murmuré mientras trataba de alcanzarlos

Me acerque a ellos cuidadosamente.

—¿A quién estamos espiando? – pregunte mirando a la dirección donde tenían su mirada

Era obvio a quien estaba espiando, pero parecer inocente de vez en cuando no era malo.

—Abajo – susurro Harry

Inmediatamente todos nos agachamos, en el momento que Greyback girara y mirara en nuestra dirección, me mordí el labio, creo que me había pasado de inocente, lentamente salimos de nuestro escondite, ya no había motivo por el cual seguir ahí, habían corrido las cortinas.

—¿Por qué estás aquí? – pregunto Ron molesto

—Eso debería preguntar yo – dije enfrentándolo – ustedes solo desaparecieron de un momento al otro

—Estabas entretenida con las cosas que creímos que no era necesario llamarte, además se suponía que no iríamos muy lejos – dijo Herms

—¿Qué creen que sea lo que estén buscando? – pregunto Harry

Por segundos solos los escuche en silencio, pero creo que al parecer tampoco podía hacer eso, sabia lo que Harry pensaba de Draco, y seguramente toda esta situación solo alimentaba sus ideas y era algo que no quería soportar.

—Vámonos, esto es un poco incómodo para mí – dije empezando con el camino de vuelta

Volvimos a la tienda, me perdí nuevamente en medio de los artículos que tenían, compre algunos y otros simplemente los gemelos me dieron, me gustaría decir que fue por voluntad propia, pero... bueno algunos chantajes funcionaron.

La última semana de vacaciones, Harry, Herms y Ron parecían evitarme, al menos en algunas conversaciones, seguramente estarían compartiendo sus teorías sobre aquella vez en el callejón Knockturn, lo cual no quería escuchar.

Extrañamente la última noche en casa fue la más silenciosa, normalmente todas las noches ya eran sido silenciosas, bueno sin contar las discusiones de nuestros padres, pero esta noche era sepulcral, la casa estaba demasiado silenciosa o al menos así lo sentía.

Las dudas y preguntas se arremolinaban en mi mente.

¿Qué debía hacer?

¿Seguíamos siendo amigos con Draco? Si. ¿No?

¿Herms y los chicos también me excluirían de sus conversaciones en la escuela?

¿Qué tengo que hacer?

¿Podría hablar libremente con Draco?

¿Podría seguir llevándome bien con Harry y Draco a la vez?

¿Qué demonios debía hacer?

Apenas pude cerrar los ojos durante toda la noche, me sentía nerviosa, frustrada y ansiosa, estaba tan ensimismada que apenas sentí el viaje hacia la estación, solo volví en mi cuando vie el tren en la plataforma, sacudí mi cabeza tratando de ignorar todo y solo hacer lo mejor que pueda.

—¿Dónde está papá? – pregunte mirando alrededor

—¿No viste que se fue para allá con Harry? – pregunto Ginny apuntado hacia un lado – hoy estas en las estrellas, no me escuchaste en el viaje y además no te despediste de Bill

—No pude dormir bien – dije suspirando

—Nunca puedes dormir bien – dijo Ginny sonriendo – tendrías que dormir toda una semana para que puedas dormir bien, aunque tal vez eso no sea suficiente

—Mejor sube al tren de una vez – dije empujando a Ginny

Ginny se despidió nuevamente de mamá y se fue.

—¿Sucede algo cariño? – pregunto mamá acariciando mi mejilla

—No – respondí sonriendo

—Bueno siempre puedes escribirme una carta – dijo sonriendo

—¿Esta es una indirecta para escribirte más? – pregunte sonriendo también

—Ustedes se olvidan de mi cuando van al colegio...

—Lo hare – interrumpí el sermón de mamá – al menos trataré de escribir más seguido

—Esperare con ansias sus cartas – dijo mamá – al parecer ya terminaron, despídete de tu papá y ve de una vez

Sonreí a mamá y caminé hacia papá, mientras Harry iba hacia el tren.

—Supongo que nos veremos en vacaciones – dije sonriendo – por cierto, trata de llegar mas temprano, mamá siempre está preocupada por ti y algo me dice que ahora su preocupación se va a incrementar mucho mas

—¿Cuándo maduraste tanto? – pregunto papá abrazándome

Sonreí en respuesta, aunque no creo haber madurado, supongo que inclusive papá podía ponerse sentimental, inclusive él...

—Elle – dijo papá mirándome – yo... Elle...

—Solo dilo, y rápido porque sino el tren me va a dejar – dije aun sonriendo

—Eileen... mantente alejada de...

Esto no me gustaba, papá parecía nervioso, y con la mirada a un lado, estaba viendo a Harry subiendo en el tren.

—Mantén tu distancia con Malfoy – dijo mirándome

Quise responder, decir algo, pero me quedé sin voz, sin habla y obviamente papá lo noto.

—Es solo por si acaso, en este momento los Malfoy no están en una buena situación con el mini...

—Papá – interrumpí – no lo voy a hacer... justamente en este momento él necesita apoyo de sus amigos... papá... no se si él me considera su amiga, pero yo si... y... yo no puedo dejar a un amigo... yo... es algo que no puedo hacer...

—Elle solo piensa en ello, no te lo estoy prohibiendo...

—No, yo... no... lo siento... Adiós

—¡Elle! – llamo papá

Camine sin voltear y subí al tren, vi por la ventanilla y ahí estaban, papá y mamá, despidiéndome, papá sonreía tristemente.