Unbosom [05]

17

Nuevamente estaba en la enfermería, no quería volver a la torre, estaba evitando a todos y si iba a clases trataba de ignorar a todos; el peso de mis palabras, hacia Harry, estaban carcomiéndome, el remordimiento empezaba a hacerme sentir mal, pero ir y disculparme creo que se sentiría demasiado forzado y nada sincero.

—Señorita Weasley la enfermería es para los enfermos —dijo Madame Pomfrey sacándome de mis pensamientos.

—Puedo romperme un brazo si es necesario —dije sin mirarla y sin pensar mucho

—Los jóvenes —suspiro ella— bien si quiere quedarse hágalo

Se fue mientras balbuceaba, pero la ignoré y seguí mirando a Draco sin dejar de acariciar su mano.

Me apoye lentamente a un costado de su cama, mi brazo izquierdo servía de apoyo para mi cabeza, mientras mis manos jugaban con los dedos de Draco, sentía que, si dejaba de tocarlo, aquella imagen volvería a torturar mi mente, verlo desangrándose fue... creo... demasiado impactante en un grado inexplicable.

Mi mente seguía siendo un lio, tantos recuerdos se arremolinaban, se mezclaban, pensaba en las opciones que tuve, quizás si hubiera hecho algo diferente, quizás...

—Te escogí a ti —susurré— y siempre lo haré

No importaba que pude hacer o que se supone que debería hacer, mi decisión, en este momento iría ciegamente con mi decisión, si después resulta que este equivocada, no importa, si después me arrepienta, no importa; asumiré todo lo que venga con mi decisión, si fue la idea correcta o errónea, la aceptaría y viviría con ella, ya no podía seguir ignorando lo que sucedía a mi alrededor, aunque muy dentro de mi creía que si ignoraba o ponía de lado todo lo que pasaba simplemente pasaría, pero estaba equivocada y lo sabía perfectamente.

Suspire profundamente, aceptando aquella resolución.

—Soy una cobarde —dije, sabia que Draco no me respondería y quizás ni me esté escuchando, pero quería decirlo, necesitaba decirlo— y temo de muchas cosas, pero ya no... no importa lo que suceda de ahora en adelante... ya tome una decisión...

Sonreí alegremente después de un largo tiempo, se sintió bien decirlo en voz alta, decirlo a alguien más, aunque quizás no me este escuchando.

—Por cierto —continue— esa vez no te lo conté... ahora que lo pienso no se porque... pero me encontré con Bellatrix, cuando... ya sabes atacaron... como sea... y esa noche conversamos... al menos eso creo... obviamente no fue una conversación, pero creo que de una extraña forma ella no tiene problemas conmigo... aunque no voy a negar que es rara, rara de una forma escalofriante...

Hable tanto y de todo lo que se me podía ocurrir, que sin darme cuenta me quede dormida; abrí los ojos sorprendida ya que sentí que alguien me acariciaba el rostro; cuando me senté rápidamente vi a Draco despierto y mirándome fijamente.

—Si tienes tanto sueño puedo hacerte un espacio aquí a mi lado —dijo sonriendo suavemente

Por instantes me quede congelada, se sentía como un sueño, pero al mismo tiempo sentí que un gran peso dejaba mi cuerpo, sentí como si pudiera volver a respirar tranquilamente, sin poder evitarlo me lancé sobre él, abrazándolo tan fuerte como podía, sentir como me correspondía el abrazo hizo que mis ojos se llenaran de lágrimas, cuando entre en razón lo solté y estaba dispuesta a salir corriendo, para buscar a Madame Pomfrey.

—Voy a llamar a Madame...

—No —intervino rápidamente, apretándome la mano— solo quédate conmigo... solo nosotros

—Pero debería...

—Quiero dejar la enfermería —intervino nuevamente

—Tienes que...

—¿Qué opinas de quedarte en mi habitación? —pregunto traviesamente mientras volvía a interrumpirme

Lo mire fijamente, sonreía, pero se sentía extraño.

—Quiero volver a mi habitación, ven conmigo —dijo aun sonriendo

Dirigí mi mirada hacia la ventana, el cielo se teñía de un naranja brillante, el sol se estaba poniendo anunciando que otro día estaba llegando a su fin; suspiré profundamente.

—Está bien —respondí sonriendo

Caminamos juntos hacia la sala de Slytherin, el castillo parecía mas silencioso que nunca, parecía anunciar un mal presagio, o quizás solo era yo y mi imaginación extrema, o era mi extrema preocupación por ver a Draco sonreír de manera extraña.

—La pregunta que te hice en la enfermería, dame una respuesta —dijo Draco

Él se estaba cambiando de ropa, mientras yo estaba sentada a un lado viendo un libro y dándole la espalda.

—Tengo que volver a mi habitación —respondí con la mirada en el libro

Apenas había pasado un par de hojas, no podía concentrarme ni siquiera en las imágenes del libro; algo se sentía extraño, su actitud, su comportamiento había algo raro; sabia que me estaba mirando.

—Voy a ir a mi habitación a sacar algunas cosas —respondí sonriendo mientras me volteaba y lo miraba

—Te acompaño —dijo él

—No es necesario, voy a traer una pijama y vuelvo —dije acercándome a él— pero a cambio de quedarme esta noche, ¿Por qué no salimos mañana?...

Su rostro se contrajo por una fracción de segundos, eso solo confirmaba mis sospechas, algo estaba ocultándome Draco.

—Bien —respondió con lentitud— no te demores voy a estar esperándote

Sonreí y salí de la sala de Slytherin sin mirar atrás, cuando estuve lo suficientemente lejos empecé a correr; el castillo seguía silencioso y extrañamente se sentía más grande que nunca.

Cuando llegue a mi destino, la puerta de madera, se sentía enorme y distante, aun cuando estaba a un paso a distancia de esta; si estaba equivocada solo espero que Draco no se moleste conmigo.

Abrí la puerta sin tocar, ahí vi una sombra sentada en la oscuridad.

—¿Acaso no sabe...?

—Es Draco —interrumpí— su comportamiento... es extraño

Escuche el sonido del movimiento de una varita y las luces empezaron a llenar lentamente todo el estudio, y ahí detrás de un escritorio estaba Snape mirándome fijamente.

—¿Podrías... podrías hablar con él? —dudé, sin poder mirarlo— él... quizás te escuche

Escuche pasos que se dirigían rápidamente hacia donde estaba parada, alce la mirada ya que el silencio y la presión que ejercía al mirarme me molestaba.

Quise reírme, porque esa mirada era la que me daba cuando estaba en problemas, pero tuve que contenerme.

—Señorita Weasley —dijo aun mirándome— ... tendremos después una charla

—Está bien —respondí inconscientemente

—Quédese aquí hasta que regrese —ordenó

Lucia molesto, por eso no refute ni me queje

—Si señor —respondí mientras me dirigía hacia el pequeño sillón