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—Lo siento —dijo Draco de rodillas

Sucedió a los pocos días después de que volvimos a Hogwarts, estábamos en la sala de menesteres.

De alguna manera era obvio porque se disculpaba, seguramente se sentía culpable de lo que su tía hizo, pero también estaba segura que no era su culpa.

—Elle... yo... mi tía... yo...

—Está... bien —dije mirándolo fijamente

Las lagrimas amenazaban con salir, quería desahogarme, quería contarle lo que sucedió, pero no pude, no sabía cómo comenzar y no quería revivir aquel suceso, necesitaba aclarar mis pensamientos.

—Yo... te elegí... —tartamudeé

—Te prometo... prometo que no permitiré que te pase algo... Elle no importa lo que tenga que hacer, te voy a proteger...

Sus ojos lucían tan serenos al momento que hizo tal promesa, aun cuando su voz bajaba con cada palabra, estaba completamente segura que no eran solo palabras vacías; sin saberlo esa promesa de esa tarde en la sala de menesteres sería tan problemática como tierna.

Después de ese día pasé más tiempo con Draco, inclusive empecé a saltarme algunas clases, obviamente a los pocos días recibí una carta de mamá lo cual fue raro, porque creía que lo que recibiría seria un vociferador, era una obvia carta con castigos esperándome en casa cuando volviera; supongo que luego tengo que agradecer a Hermione, ya que supongo que fue ella quien mando una carta a mis padres quejándose de mi inasistencia.

De cierta forma nuestros días eran tranquilos y calmados, hasta esa noche donde la profesora McGonagall, me despertó a media noche y nos guio hasta la enfermería; Ron yacía en la una cama y estaba muy pálido.

Harry nos contó que Ron había comido chocolates que Romilda había dejado para él, que obviamente tenían una poción de amor, y luego ambos fueron a buscar al profesor Slughorn para que los ayudara, y ahí fue donde termino siendo intoxicado con hidromiel.

Apenas estaba procesando toda la información que Harry soltó sin ningún filtro, y haciendo que mi mente saque conclusiones precipitadas; cuando Lavender hizo acto de presencia, y bueno ese fue un gran espectáculo, ya que cuando ella toda melosa con un Ron inconsciente este llamo a Hermione, provocando una especie de discusión entre ellas, lo cual fue gracioso desde el lado del espectador, al menos así lo fue por mí.

—Iré a... contarle a Ginny —dije tratando de no sonreír— y quizás me quede en los dormitorios ya que Ron parece estar en... buenas manos...

Herms me miro de lado y luego se volvió a agachar, se notaba que estaba sonrojada.

—Harry vámonos —dije cuando vi que este no se movía

—Voy a quedarme un rato...

—Vámonos —interrumpí mientras lo jalaba— arruinas el momento —susurré

Después de aquel incidente se puede decir que todo volvió a la normalidad, excepto que Ron sigue en la enfermería, y bueno yo sigo saltando las clases para pasar más tiempo con Draco.

—¿En serio vas a usar a esa ave? —pregunte mirando la jaula

—Quedamos en que no vendrías hoy —dijo sin mirarme

—Quedamos en que me dirías lo del licor —dije sin mirarlo

—... Sería mejor que vayas a ver a tu hermano —sentí algo de culpabilidad en su tono de voz

No sabia lo que Draco tenia que hacer exactamente, o quizás no quería saberlo, un collar y licor de hidromiel... no quería pensar en eso; y por ultimo el armario, era obvio que el armario tenía un gemelo en algún lugar, pero tampoco quería pensar en eso.

Suspire pesadamente, tratando de despejar mi mente.

—Lo siento, a veces parece que no piensa —dije mirando al ave y tratando de acariciarlo— eres lindo... ¿Debería ponerte un nombre?

—Elle —suspiró Draco

Lo ignore y tome, lo que parecía, una pequeña porta vela; se la entregue a Draco y luego saque mi varita.

Avifors —susurré

Inmediatamente la porta vela se transformó en una pequeña ave.

—A veces hay otra forma —dije sonriendo

Draco continuo con su trabajo en silencio mientras lo observaba de reojo; había veces en que parecía tan ensimismado, parecía luchar consigo mismo, parecía dudar de lo que hacía, había veces en que parecía querer decirme algo, pero instantemente sacudía levemente su cabeza y volvía su concentración al armario, había ocasiones en que solo se sentaba a leer, tratando de ignorar la existencia del armario y había otras veces que nos sentábamos a conversar, ambos ignorando nuestro entorno, nuestras conversaciones podían durar horas, y de lo que me di cuenta es que ambos solo contábamos cosas que no sean muy complicadas y que sean superficiales, y lo más gracioso era que estaba segura que ambos lo sabíamos, pero aun así no nos atrevíamos a indagar a fondo.

Como otro día cualquiera falte a clases y gaste el día en una conversación ligera con Draco; este me acompaño hacia la sala de común, caminamos en silencio, ya estábamos cerca de las escaleras, cuando vimos una sombra, rápidamente nos escondimos porque ya había pasado la hora para estar en los dormitorios, eso significa que, si alguien nos atrapaba, íbamos estar en problemas.

—Es la señora Norris —susurre viendo a Draco

—Flich

Draco me tomo de la mano y empezamos a correr en sentido contrario, al poco tiempo escuchamos la voz de Filch, pero no nos detuvimos y obviamente Filch no pudo atraparnos.

Agitada me apoyé en la fría pared y empecé a sonreír.

—Pensé que nos atraparía —dije mirando a Draco

Draco se quedó en silencio, y lucia algo nervioso, sus ojos grises parecían temblar ligeramente.

—¿Qué sucede? —pregunté mirándolo

—No vas a poder volver... Filch podría estar por ahí —dijo Draco, era obvio que ese era un problema, pero él estaba sonriendo

—Bueno...

—Ven conmigo —interrumpió Draco mientras me tomaba de la mano

Trate de hablar, pero estaba confundida, así que solo me deje llevar cuando llegamos delante del muro de piedra gire mi cabeza tratando de ver a Draco, pero este me tapo los oídos e inmediatamente el muro se abrió dejando a la vista la sala común de Slytherin, entre mientras curioseaba por todos lados, aunque fuera de noche y ninguna luz estuviera encendida la sala estaba cubierta de una luz verdosa.

Draco volvió a tirar de mi mano y dejamos atrás la sala y nos adentramos a una habitación, era amplia con una sola en el centro, había un juego de sillones a un lado, un escritorio con libros y algunos papeles desordenados, linternas plateadas colgaban del techo.

—No es cierto —dije aun viendo su habitación— ¿es todo para ti? No es justo yo tengo que compartir habitación

Seguia viendo alrededor, pero Draco seguía sin responder y cuando voltee buscando su mirada, este estaba parado mirándome fijamente mientras sonreía ampliamente.

—¿Qué sucede? —pregunte confundida

—Nunca imagine esta vista —dijo Draco mirándome mientras yo inclinaba la cabeza confundida— se siente irreal que estes aquí

Lo mire completamente confundida, en un instante Draco daba rápidos pasos acercándose donde estaba parada, mientras acariciaba mi mejilla con cuidado como si en cualquier momento fuera a desaparecer, sus ojos empezaron arder brillantemente, su otra mano rodeo mi cintura tratando de encerrarme en su brazo, y lentamente comenzó a besarme, cuando rodeé su cuello con mis brazos el beso empezó a profundizarse.

Unbosom [05]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora