Mensajes Sin Responder ✿Pico x Keith (bf)✿

✿Una (In)feliz Navidad✿

Era 24 de diciembre a las 23:56, el chico de cabello cian había sido obligado a convivir con su familia.

A la cena habían llegado sus tíos de parte de padre y madre, y con ellos sus primos, también había llegado su abuela materna que con su mirada revisaba hasta el último detalle de todos porque siempre se dedicaba a criticar cualquier cosa que se les hacía feo o lo que se les hacía nuevo porque "en mis tiempos no era así y eramos más felices" Keith pensó que si se llegase a enterar que era bisexual le daba un infarto, aunque eso aplicaba con toda su familia, una familia sofocantemente conservadora. No odiaba a su familia porque obviamente era su familia y era la única que tenía pero le hubiera encantado que sean un poco más abiertos de mente con respecto a esas cosas, así él no tendría tantas preguntas sin responder acumuladas bajo la almohada o resueltas a medias gracias a las experiencias del pelinaranja. Keith pensó que no le había dicho aún a Pico sobre su bicuriosidad y que probablemente hasta que no estuviese completamente seguro de lo que sentía no se lo iba a decir.

Durante toda la noche se la pasó entre risitas incómodas y falsas, en verdad odiaba cuando personas que rara vez vienen inmiscuyen en su vida, pero poco o nada les podía decir gracias a su madre que dijo que si no se portaba como persona lo iba a dejar sin móvil porque aún no se olvidaba de sus malas notas.

El reloj marcó las doce, lo que significaba que era navidad. La mayoría de los pequeños ya se habían ido a dormir mientras que los jóvenes y adultos seguían charlando mientras bebían; los que estaban se juntaron y se dieron un cálido abrazo deseandose una feliz navidad; y Keith con una falsa sonrisa hizo lo mismo. Fingiendo cansancio empezó a subir las escaleras y en el último escalón, desde donde se podía admirar el árbol, allí se sentó recordando que el año anterior había invitado a Pico a esta tonta reunión; el padre del pelinaranja se había puesto a conversar con los adultos mientras que ellos se había escapado a la habitación y jugaron hasta que les entró el sueño.

Con desánimo, el chico de cabello cian pensó que con lo ocurrido este año probablemente, para Pico y su padre, la cena del año anterior sería la primera y la última.

Desde la escalera vio que la reunión ya estaba entrando a zona peligrosa, donde la mayoría estaban un poco ebrios; para evitar llegar a escuchar un comentario sobre lo ocurrido con amigo o su padre, porque sorprendentemente no lo habían hecho ya y a sabiendas de que iban a hacerlo, fue a meterse rápido a su habitación; en su cama cubierto por las cobijas hasta la cabeza deseó tener su móvil para desearle una feliz navidad al pelinaranja y a sus amigos.

-Ojalá estés teniendo una agrabade Navidad, Pico- dijo a lo bajito antes de rendirse ante el cansancio.