simples sentimientos hacia ti

desayuno en la casa madrigal

Como siempre, el día amaneció fresco pero con mucho sol,me levante emocionada, estaba esperando la llegada del pequeño madrigal, pues me dijo que volvería para mostrarme a los demás. Como si mi miedo hacia ellos se hubiera transformado en curiosidad.

Me empecé a desesperar un poco porque no llegaba y ya eran las 12 de la tarde, pero en lo que lo pensé justo llego, no pregunte nada, solo salimos y nos dirigimos a su hogar.
Ese sentimiento de querer investigar, nunca lo había sentido en mi vida, solo se que quería hacer muchas preguntas,
Muchas.

-¿Quién crees que tiene el mejor don?
-mmm mi tío Bruno
-y ese quien es?
-oh, es hermano de mi madre, puede ver  el futuro-
No respondí, eso era tan increíble, solo me dieron mas ganas de conocer al tal "tío Bruno"

Llegamos y mi primera reacción fue ver que la casa se movió sola, por lo que parecía abrir las puertas para nosotros, no era el viento, porque lo hizo con tanta delicadeza que se me descarto esa idea.
Apenas llege, recibí un gran abrazo que venía de la tía Julieta, quien ya estaba ofreciendo desayuno. (Claro que acepte, la cocina en ese hotel era espantosa)
Vino Antonio y me llamó, pidiéndome ir a su cuarto, un poco seria me puse en marcha, estaba arriba y otra vez, la casa se movió.
Ya no me importaba, quería conocer cada pequeña parte de ese sitio.

Entre en su habitación y era como si fuera una casa a parte de esta, era enorme pero enorme.
Sentí alguien tocando mi hombro y era Dolores, eso creo, no recordaba muy bien los nombres.

-¿Qué haces aquí?
-nada, estoy viendo si tienes algún problema-
-no, para nada-
-ok- dijo esto y se alejo.

No tome más importancia, creo saber lo suficiente de su poder, solo me cuide de no decir lo que pensaba,pues esta me lo iba a escuchar.
Después de estar un buen rato en esa habitación, doña Julieta nos llamó para desayunar, en eso Antonio me dijo.
-este será el momento perfecto para mostrarte a toda mi familia-
Yo sonreí y avanze para la mesa,esto iba a ser muy interesante, y sin esperarmelo, también muy incómodo.