Save me ♡ XiaoAether

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Privacidad ♡ especial

El viajero decide que, ya que solo he estado viéndole una semana, es buen tiempo para conocer un poco de inazuma. Él, asegura, que es un experto en ello y que será mi guía.

— Paimon no quiere ir, Paimon va a cansarse y luego le dará hambre-— se queja la cosa voladora, mientras refunfuña.

-— Lo único que haces es flotar, ¿de qué te cansarías? — La regaña el rubio. La cosa se queja y da patadas al aire, antes de gritarle que flotar lleva esfuerzo. — como sea, puedes quedarte con los kamisato. Thoma dejará que le ayudes.

Luego de pelear un poco, la cosa voladora obedece al viajero y desaparece flotando con velocidad. Parece ir refunfuñando y pateando el aire.

— Ah... Paimon realmente...— suelta simplemente el rubio, antes de comenzar a caminar. Lo sigo en silencio, mirándole con atención.

Por lo que resta del día, el viajero camina tranquilamente a mi lado, me muestra algunos lugares, explicando por qué los conoció y lo que sabe sobre ellos, se ve bastante feliz al hacerlo, así que me permito preguntar si veo que tiene ganas de contar más.

Cuando anochece, ambos estamos cansados, así que tomamos un descanso cerca de la orilla; nos sentamos en la arena mirando cómo el sol se oculta tras el horizonte y cómo poco a poco se hace de noche.

Siendo sincero, hoy ha sido un buen día, estar con el viajero de esta forma se siente bastante bien.

Escucho cómo suspira y se acuesta en la arena, cerrando sus ojos; debe estar cansado luego de ser guía todo el día, pienso.

Lo copio, acostándome a su lado, mis ojos fijos en su rostro. Él es realmente lindo, y tan tranquilo, de esta forma, hace que mi pecho se apriete. Me siento extraño cuando estoy a su lado.

— Xiao... — murmura, y abre sus ojos, encontrándose con los míos.

— ¿Qué sucede, viajero?

— Ah... tú — toma aire y luego vuelve a hablar, su voz es baja, aunque estamos solos, es como un susurro — ¿Por qué no me llamas por mi nombre? Siempre es viajero, como todos los demás; pero tengo un nombre, sabes. — levanta suavemente su cabeza y la apoya en su mano, su codo en el suelo — Me gustaría que me llamaras por mi nombre.

— Tu nombre...

— Un momento, sí sabes mi nombre, ¿no es así? — se alarma, acercando su rostro al mío. Aclaro mi garganta, intentando tranquilizarme.

— Lo sé, sé tu nombre — desvío la mirada, no soy capaz de mantener el contacto visual si él está tan cerca, yo tengo ganas de...

— ¡Entonces llámame por mi nombre! — me pide.

Tomo aire antes de voltear a mirarle nuevamente. Llamarle por su nombre, hace un buen tiempo que no hago cosas como esta, tal vez he perdido la práctica, o tal vez no había tenido a nadie a quién llamar.

— Aether... — murmuro antes de levantar mi torso del suelo y por cortos segundos, unir nuestros labios.

Él se mantiene paralizado, quieto en su lugar y, apenas me separo, una de sus manos cubre su boca. Abochornado, me acuesto nuevamente y le doy la espalda.

— Te he llamado por tu nombre, ¿ya estás feliz?

Espero no tener respuesta o que se vaya, pero me sorprende su voz.

— Realmente feliz.