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Viajero

En el último día de su estadía, el rubio se mantiene sentado en las mesas a los pies de la posada, observa a la gente ir y venir, a veces saludando y compartiendo alguna que otra palabra con los demás clientes.

Lo sé, porque llego a la posada justo cuando él mantiene una conversación con uno de los clientes.

Realmente no puedo prestar atención a lo que dicen, mi cuerpo se siente pesado y en mi cabeza resuenan las voces de los espíritus malignos con los que acabo de pelear.

Arrastro los pies y mi lanza, haciendo un chillido que molesta a los presentes; aún nadie dice nada, simplemente me observan caminar lentamente hasta el ascensor y desaparecer poco después.

Es costumbre.

Lo que no es costumbre es cómo el rubio aparece detrás de mí de pronto, parece que sale de la nada. Me sorprendo un poco, pero me mantengo en silencio mientras él me examina, me observa y pasa sus dedos delicadamente por mi piel, buscando heridas.

— Tenemos que tratarte.

— Estoy bien — mi voz suena desafinada, gruesa y rota; él pega un brinco y luego niega.

— Voy a tratarte.

No me da opción, y realmente no tengo fuerza para pelear con él. Caminamos lentamente hasta una de las habitaciones y me señala la cama. Me siento y poco después él limpia con cuidado mis heridas, una por una, prestando la mayor atención para no lastimarme.

Está tan concentrado que no nota mi mirada sobre él. O eso pienso hasta que veo sus orejas; están rojas, teñidas de un color carmín fuerte, parte de su pómulo también.

— X-Xiao — susurra y nuestros ojos chocan. — Ah, ¿Tengo algo en el rostro?

— No


— Y-Ya veo... ¿Entonces por qué-

— Eres lindo.

Save me  ♡ XiaoAetherDonde viven las historias. Descúbrelo ahora