ꜱᴇᴄʀᴇᴛᴏ ᴀ ᴠᴏᴄᴇꜱ ɪɪ ᴸᵉᵛⁱˣᴼᶜ - ᴱʳʷⁱⁿˣᴼᶜ

「𝐎𝐍𝐂𝐄」

Con discreción Levi sujeto mi brazo llevándome a la primera habitación que encontró, específicamente el tocador. Logre persuadirlo toda la noche aunque Petra y sus amenazas lo hicieron más fácil, se aseguro de que solo estuviéramos nosotros dos cerrando con seguro la puerta.

—¿Qué diablos te pasa Ackerman?— gruñí sobando mi brazo.

—¿Qué te dijo Petra?— fue directo al grano deteniendo se paso frente a mi con el ceño exageradamente fruncido.

—Nada que te importe— mentí por el bien de todos— Tengo que irme.

Entreabrí la puerta pero su brazo paso por sobre mi hombro volviéndola a cerrar, su respiración chocaba fuertemente contra mi cuello provocando que toda mi piel se erizara, cada centímetro de mi piel se congelo por la peligrosa cercanía que sosteníamos, cerré mis ojos momentáneamente. Era más que evidente que una parte de mi deseaba sentirlo una vez mas, mi piel ardía tan solo por el recuerdo de aquellas noches llenas de pasión, noches de placer y de romance.  

Y no fui la única que tenia tal necesidad, olfateo mi cuello aspirando todo mi aroma, su diestra sujeto mi cintura provocando que ligeros escalofríos recorrieran mi cuerpo , lentamente se deslizo por mi abdomen y pude sentir como su cuerpo se acercaba al mío. Mi respiración era anormal, sentía mi piel arder ante su tacto y me jodia pensar que sin mucho esfuerzo me prendía.

—Levi...

—No puedes mentirme Kali— susurró con voz ronca sin detener sus caricias—Lo deseas tanto como yo.

Sujete el pomo con mayor fuerza tratando de mantener la cordura necesaria, no cedería. No debía ceder, Erwin y Arthur llegaron a mi mente en ese preciso momento, ambos por las estúpidas amenazas de Petra. Con agilidad presiono mi abdomen, arqueé mi espalda al sentir su pecho duro rozar con ella, dios no quiero caer en tentación.

—Soy novia de Erwin— murmuré.

—Pero eres mía ¿Lo has olvidado?— comencé a odiarme por disfrutar su tacto.

Su mano derecha acaricio mi hombro desnudo, la yema de sus dedos tocó con delicadeza cada centímetro de mi piel. Mantenía mis ojos cerrados disfrutando del roce, su respiración chocaba con mi cuello estaba mandando al carajo mi capacidad de pensamiento las piernas amenazaban con flaquear y sentía que en cualquier momento rompería el pomo.

Todo, absolutamente todo se fue a la mierda cuando sus labios finos besaron con pasión mi hombro. Sin poderlo anticipar, un suspiro de placer escapo de mis labios por el contacto que los suyos tenían tenían mi piel.

—No lo hagas— susurré.

—Lo necesitamos— gemi sintiendo como sus dientes se clavaban en mis hombros, rió por sus fosas nasales con arrogancia— Solo yo se lo que te gusta Kali— recorrió mi hombro con su rostro hasta que sus labios rozaban mi oreja— Escapemos juntos.