ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas +18
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Me remuevo sobre la superficie dura que se encuentra bajo mi cuerpo, el calor que emana de ésta provoca que empiece a transpirar, sin embargo, no quiero moverme; quiero seguir durmiendo.
De hecho, creo que mi cerebro aún sigue dormido.
Intento retomar mi sueño, pero el calor está incomodándome cada vez más.
Muevo mis manos aun con los ojos cerrados en busca del borde de las sábanas para descubrir mi cuerpo y tratar de alivianar este calor, pero mientras lo hago, siento como la superficie debajo de mí se mueve. Frunzo el ceño.
Vuelvo a palparla y entonces...
—Si me sigues tocando de esa forma me harás mandar el autocontrol a la mierda y te hare mía hasta dejarte sin voz de tanto gritar mi nombre. —amenaza en mi oído esa voz ronca que me despierta todos los sentidos.
Doy un respingo y mis ojos se abren de manera exagerada ante el flashazo de imágenes que golpea mi mente. Zack encima de mí, yo encima de él, ambos desnudos; él embistiéndome con ferocidad, yo gimiendo su nombre sin pudor alguno, porque sí, después de hacerlo la primera vez no tengo idea de por cuanto tiempo dormimos, pero cuando despertamos no sé a qué hora de la madrugada, lo hicimos una segunda y tercera vez.
Definitivamente nos traíamos unas ganas endemoniadas.
Mi cuerpo dolorido da fe de ello.
Me aclaro la garganta antes de elevar el rostro y encontrarme con esos ojos verdes intensos. Sus pupilas están dilatadas y una sonrisa torcida adorna sus labios. Las hebras negras de su cabello apuntan a todas las direcciones, pero con todo y eso no deja de verse jodidamente atractivo. Y caliente.
Hasta este momento soy consciente que sus brazos están rodeando mi cintura y mi pierna derecha se encuentra sobre su cadera.
Le sonrío un poco apenada, tal vez lo he incomodado durante todo el rato gracias a que parezco un jodido koala pegada a él.
Intento bajar mi pierna de sobre su cuerpo, pero él es más rápido y su mano la toma impidiendo que lo haga; gracias a ese movimiento puedo sentir algo duro que se presiona en la cara interna de mi muslo.
OH – POR – DIOS.
Es su erección.
Trago grueso ante la ola de calor que golpea mi cuerpo, incluyendo mi entrepierna.
Por Dios, Alexa, contrólate.
Es que no puedo evitarlo; Zack Sellers ya era una debilidad, pero ahora que me ha dejado tocar el cielo a través de su cuerpo, se está convirtiendo en una adicción.
—Buenos días. —mi voz suena rara, como todas las mañanas. Y sumándole el cúmulo de emociones que retiene, ya se imaginaran...
Sonríe de lado.
—Muy buenos —el tono perverso con el que lo dice me hace reír un poco.
Este hombre no tiene remedio.
—Parece que amaneciste de buen humor.
En un rápido movimiento se gira dejando mi cuerpo debajo del suyo.
—Si despertara así todos los días no tendría que lidiar con ese humor de mierda con el que siempre batallo. —entierra su cara en el hueco de mi cuello rozando la punta de su nariz sobre la zona. Me estremezco al tiempo que suelto un suspiro.
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FUISTE TÚ © [EN PROCESO]
Ficción General|AMOR TEMPESTUOSO 1| Después de la tormenta no siempre viene la calma...| Una chica con un pasado que la atormenta... Un narcotraficante sexy... Y un amor tempestuoso que nació de una atracción inaudita... ¿Qué podría salir mal? Absolutamente todo...