5. WTF are we talking for

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Los encuentros entre Caín y Yahwi se volvieron recurrentes, especialmente porque el rubio los provocaba. A veces chocaba con él por accidente, lo seguía disimuladamente o fingía no saber algo dentro de la universidad para acercarse y preguntarle, este comportamiento solo sucedía en las horas de clases ya que fuera de ahí no había ninguna razón por la cual algo los uniera. Caín sentía que esto estaba funcionando y que Yahwi no se daría cuenta de la actitud que prevalecía por días intentando llamar su atención por cualquiera de los medios, pero por obvias razones el pelinegro se dio cuenta más pronto de lo que creía. Podía sentir a veces la mirada penetrante del rubio en su nuca, escuchaba sus pasos detrás de él o incluso podía sentir un olor cercano, era un aroma ácido con un ligero toque más dulce parecido al del chocolate negro, y cuando chocaba con el por "accidente" o le preguntaba cosas sobre la universidad sabía que todo era a propósito.

Un día por la mañana, Yahwi espero al chico que lo venía acosando desde días en la entrada en donde generalmente empezaba todo ese juego. Vio llegar a Caín por la puerta y al estar a unos pocos pasos de él sintió de nuevo el olor por sus narices, aunque este no venía solo, estaba acompañado de Jooin como de costumbre.
El pelinegro no esperó si quiera a que ambos se separaran, ni tampoco intento hacerlo de forma sutil si no que de un solo movimiento al estar Caín lo suficientemente cerca de él lo tomó del brazo llevándoselo a un lugar apartado.

  —¡Hey Sunbae! ¿¡Qué esta haciendo!?— exclamaba Jooin por sus espaldas, los intento seguir pero en ese momento vio que Caín lo miró sobre su espalda dándole señales con sus manos que no era necesario.

  —¡Estaré bien, en unos minutos vuelvo!— dice el rubio siguiendo a Yahwi sin poner ni un tipo de fuerza en contra del agarre.

Al estar por fuera en la parte de atrás del edificio Yahwi acorraló a Caín contra la pared, este se sorprendió por como lo trataba.

  —¿Qué es lo que pretendes siguiéndome de un lado para otro?— pregunta de forma seria, Caín no podía formular palabras, no solo estaba nervioso si no que se sentía intimidado por como ese omega le hablaba. —Responde.

  —Y-yo...— no sabía que decir, su voz tartamudeaba demasiado.

  —¿Quieres algo de mi acaso?— Yahwi toma una de las grandes manos de Caín de la muñeca y la coloca sobre su cuello, mientras lentamente la va bajando por su pecho y abdomen.

  —¡No, no!— Caín totalmente sonrojado finalmente aparta su mano con fuerza. —Y-yo solo quiero hablar contigo.

  —¿De qué?— el omega se separa del alfa cruzándose de brazos.

—Recuerdas lo que hablamos hace una semana en tu departamento... Cuando nos salvaste a mi y a mi maestro de ese asalto.

—Sí, ¿qué hay sobre eso?

—Quiero saber porque estás tan asustado de que alguien más sepa que eres un omega y porque crees que yo no entendería tu situación.

Yahwi suspira pensando "este chico no puede ser más idiota".

—Escucha perrito... Tu y yo somos diferentes, no solo porque tú eres un alfa y yo un omega si no porque los tratos que nos han dado han sido distintos.

—Pero yo no he visto que te traten diferente a mi.

—Eso es porque nadie sabe que soy un omega, todos creen que soy un alfa porque no me convendría que supieran la verdad— Yahwi se queda callado mientras suelta sus brazos y los coloca en su cintura. —Es horrible ser un omega.

—¿Por qué?— cuestiona Caín aún más confundido, esta conversación le generaba más preguntas que respuestas. El pelinegro no responde y solo se acerca a su rostro.

17Donde viven las historias. Descúbrelo ahora