VEINTE

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Suspiro un poco al salir del edificio de la escuela, veo hacia arriba y miro las nubes grises al momento de sentir el soplido del viento contra mi cuerpo

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Suspiro un poco al salir del edificio de la escuela, veo hacia arriba y miro las nubes grises al momento de sentir el soplido del viento contra mi cuerpo. El aire es muy frío, causando una corriente eléctrica por todo mi cuerpo no tan agradable de sentir.

Y de pronto, las nubes empiezan a llorar ligera gotas, mojando todo aquel con su tristeza.

De mi mochila saco una pequeña sombrilla y lo abro; cuando estoy a punto de ponerme en marcha, escucho el estornudo de alguien. Volteo para ver y es Doie, que al parecer no se ha dado cuenta de mi presencia. Lo veo un poco enfermo, con las ojeras bajo sus hermosos ojos y su nariz roja como una cereza. De seguro tiene un resfriado.

Miro como busca algo dentro de su mochila y frunzo el ceño al escucharlo soltar un bufido. ¿Qué es lo que está buscando?

Vuelvo a mirar hacia el cielo y veo la lluvia caer... No trae con qué cubrirse de la lluvia.

Hay cuatro metros que nos separan del uno del otro, observo como mira hacia el frente, aún sin toparse con mi presencia, y con su mirada juega entre las calles buscando como irse a su casa sin mojarse.

Se muerde sus labios con nerviosismo y otra oleada de aire frío golpea nuestros cuerpos, veo como con sus brazos se abraza a sí mismo y tiembla un poco.

Vamos Jae Hyun, actúa rápido... Me grita con fuerza mi subconsciente.

Escucho como ahora empieza a toser un poco y yo ya me estoy quitando la chaqueta que tengo de más. Camino hacia él con pasos lentos y muy frágiles.

—Do Young... —le llamo muy despacio, él voltea a verme y al parecer se sorprende— Toma.

Le doy la sombrilla al momento de ponerle la chaqueta sobre sus hombros. Mi pequeño me mira de una forma extraña, al terminar de acomodar la prenda y cuando nuestros ojos chocan. Mi tacto tiembla un poco cuando nuestros dedos chocan, pero él separa rápido la mano.

—Solo acéptalo, ¿Sí? —le miro por última vez con una sonrisa y me doy media vuelta para empezar a caminar.

Las primeras gotas chocaron con mi cabeza y hombros, y el frío entre por mi espina. Mis piernas tiemblan, pero eso no es suficiente para quitar la sensación cálida de mi pecho. Lo haría todo por ti, Doie... Todo lo que no puede hacer antes.

—Jae Hyun... —escucho como me llama Do Young, le volteo a ver y veo un ligero rosa en su mejillas—. Gracias.

—No hay de qué, conejito —le respondo, aun teniendo en mis labios una sonrisa.

Las gotas de lluvia se hicieron más grandes y rápidas, mojando con mayor fuerza mi cuerpo. Camino con paso lento, sintiendo la lluvia resbalar por mi rostro, y en algún punto, me siento en paz.

Es la primera vez, en estos meses, que cruzamos palabras. ¿Por qué tardé tanto? Me sigo preguntando y sigo caminando lento, ¿Para qué caminar rápido si la lluvia ya está sobre mí?

En los ojos de Do Young no pude descifrar lo que me querían decir, pero su voz, su voz sonó tan tranquila en ese pequeño susurro, que algo dentro de mí se encendió de nuevo.

Esperanza.

Rio un poco entre dientes. ¿Esperanza de qué? Yo ya no tengo oportunidades, y si las tuviera, no las merezco. No merezco a Doie...

Qué bueno que se enamoró de otro, qué bueno que me olvidó.

Mi corazón grita y sufre al tener ese pensamiento, pero es la verdad, yo ya no quiero hacerle más daño. Él merece ser feliz.

Gashina | JaeDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora