VEINTISÉIS

256 38 6
                                    


Con un suspiro en boca salgo de casa

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Con un suspiro en boca salgo de casa. Camino hacia mi escuela y me pierdo en mis pensamientos, aun recordando la voz de mi pequeño Doie.

Paso mi lengua por mis labios y miro al frente; observo en la otra esquina a Tae Yong y Ten juntos. Me detengo y frunzo el ceño. Ellos se van por otra calle y yo resisto el impulso de seguirlos. Tomo suficiente aire por mi nariz, empuño mis manos y sigo mi camino. Lo que hagan ellos no es de mi incumbencia. Ahora sólo me tengo que preocupar por Do Young, no por algo más.

Sigo caminando y veo a lo lejos la entrada. Mis pasos siguen igual de lentos, tampoco es como que me importe llegar temprano, tengo suficiente tiempo para llegar bien.

Estoy nervioso, hoy pienso darle la carta a Do Young, tal vez ya no con el tulipán que olvide en el baño, pero si con los mismos sentimientos que guardo. Y la verdad es que no estoy del todo seguro; todo lo que sucedió ayer fue una total mierda. Aunque no me arrepiento de haberlo besado. De recordar los viejos tiempos donde éramos felices.

Y cuando salgo de mis pensamientos, ya estoy dentro del edificio. Camino por los pasillos y llego a mi casillero. Saco el libro que necesito y lo cierro. De nuevo camino y me voy hacia las escaleras, pero me detengo y frunzo mis labios cuando veo a Do Young y Yuta tomados de las manos. Los dos tenían una sonrisa en sus labios, que son como apuñaladas hacia mi corazón.

Por favor, que no sea lo que estoy pensando.

Siento mi sangre hervir y camino hacia ellos. Pero siento mis piernas temblar y mi corazón agrietarse cuando veo como Do Young le da un beso en los labios a Yuta. Mi pequeño está sonrojado y Yuta le sonríe. Empuño mis manos y resisto el impulso de estrellar mi puño con el rostro de Yuta. Ellos se separan y ven a mi dirección, Do Young enseguida aparta la mirada y se esconde detrás de Nakamoto; pero Yuta me mira y sonríe con burla. Maldito hijo de puta.

—Hola, Jung —me sonríe Yuta y camina hacia mí—. Bonito día, ¿No te parece?

Aprieto más mis manos, tensándolos y sintiendo mi sangre hervir en mis venas. Estoy a nada de golpearlo.

—Que mal educado eres, Jung —frunce sus labios y sigue con su tono burlón—, pero no importa, porque yo no soy así y mira —dice, tomando de la muñeca a Do Young, poniéndolo en frente de él, al momento que lo abrazaba por la cintura— te presento a mi novio.

Mi boca se seca y un nudo se hace en ella. Mi mirada busca la de Do Young, pero él la mantiene en el suelo.

—¿Acaso no nos felicitarás? —me pregunta Yuta, volviendo a su estúpida sonrisa de burla.

Sabe que esto me está doliendo más de lo que aparento. Lo sabe perfectamente.

Respiro profundamente, manteniéndome en mi lugar, tratando de no hacer una estupidez. Miro a mi alrededor y me doy cuenta que está totalmente solo, al parecer faltaré a mi primera clase...

—Adiós, Jung. Do Young y yo ya nos vamos.

Toma la mano de mi pequeño y entrelaza sus dedos. Empezan a caminar y pasan por mi lado. Pero yo tomo la muñeca de Do Young e impido que siguan su camino. Nakamoto me mira y frunce el ceño.

—Suéltalo —me ordena Yuta, poniéndose enfrente de Do Young— ¿Qué esperas? Suéltalo.

Simplemente, aprieto más el agarre de Do Young y lo acerco más a mí.

—No lo volveré a re... —y lo empujo. Yuta cae y yo aprovecho eso para empezar a correr, arrastrando a Doie conmigo.

Subimos las escaleras hasta el tercer piso. Do Young está forcejeando durante todo el camino. Apresuro más el paso cuando escucho los llamados de Yuta, causando que nos encerrarnos en el baño. Al entrar, acorralo a Do Young en la puerta y veo su rostro. Su respiración agitada y la mía se mezclaban, pero él intenta alejarse; sin embargo, la puerta se lo impide

—Dime que no es verdad de que son novios —rozo mis labios con los suyo y cierro los ojos—, o miente, pero no me hagas esto.

Do Young intenta alejarme, pero, al parecer, no tiene fuerza para hacerlo.

—Por favor, Jae Hyun —su voz rota hizo que abriera a los ojos y lo viera a los orbes—, no entiendo porque haces esto.

Sus lágrimas me lastiman, le estoy haciendo daño, mucho daño; pero él también me lo está haciendo a mí. Los dos nos estamos lastimando y uno tiene que ceder.

—¿No entiendes? —siento mis ojos arder— Bien, te lo explicaré. Te sigo amando, como no tiene una idea, y estoy haciendo lo que puedo para recuperarte. Eso es lo que pasa y lo que no quieres entender.

Do Young niega con la cabeza y sigue llorando.

—Tuviste mucho tiempo para darte cuenta y llegas ahora a decirme esto —un sollozo sale de sus labios—, justo cuando decido olvidarte y comenzar de nuevo con Yuta. Eres un puto egoísta.

Me mira con rabia y me empuja con fuerza, me aleja de él, pero no me tira. Sin embargo, me vuelvo a acercar a él, tomándolo por los brazos y poniendo una de mis piernas entre las suyas, impidiendo su movilidad.

—Lo sé; sé que soy un puto egoísta, pero perdóname por eso ¿Sí? —mis primeras lágrimas empiezan a caer— Perdóname por ser un estúpido que no se dio cuenta de la hermosa rosa que poseía en sus manos. Perdóname.

En ese momento ya estoy recargando mi cabeza en su hombro, poniendo mi nariz en su cuello, aspirando su aroma.

—¡Ya basta, Jae Hyun! —Do Young forcejea de nuevo y se deshace de mi agarre— ¡Ya fue suficiente de esta mierda! Déjame en paz.

Sale rápido del baño y cierra la puerta. Yo camino hacia la entrada y la golpeo. Mi respiración se agita y choco mi espalda contra la puerta. Me deslizo por ella y termino sentado en el suelo. Vuelvo a golpear las paredes y el suelo, después me tomo el cabello. Mis lágrimas mojan todo mi rostro y poco me importa que mis nudillos estén sangrando.

Intento gritar de frustración, pero de mi garganta no sale nada. Tenso mi quijada y me desespero.

Entonces... ¿Éste es el fin?

Gashina | JaeDoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora