[Capítulo 7]

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Baekhyun despertó en la comodidad y calidez de una cama, estaba bien arropado y un poco confundido por lo que pasó antes de perder el conocimiento.

No tardó en reconocer la habitación, sin moverse demasiado miró en todas direcciones por si Chanyeol estaba ahí, pero no era el caso. Lo único que sí vio y llamó su atención fue su maleta junto a la puerta.

Aun sintiéndose algo adolorido de todo el cuerpo se levantó para poder mirar bien y un poco más de cerca. Intentó no considerar la presencia del objeto como señal de que su plan había fracasado nuevamente, quiso esperar un poco antes de correr de nuevo o descansar.

Se paró junto a la puerta, colocó la mano en la manija y llamó a Chanyeol. Pronunció su nombre en voz baja, conforme lo repetía aumentaba el volumen; dejó de hacerlo al escuchar sus pasos aproximarse. Retrocedió un paso para no estorbar cuando abriera la puerta.

—Despertaste, ¿cómo te sientes? —preguntó enseguida, mirándolo de pies a cabeza.

—Bien, gracias por rescatarme.

—Creí que no te encontraría. Estaba preocupado, asustado —sus manos sujetaron con delicadeza sus antebrazos.

—¿Por qué? ¿Acaso él…?

—Vi lo que dejaste, pero antes de ver la nota que era para mi leí la carta. Lo siento, no quería invadir la privacidad de alguien más, pero fue accidentalmente.

—Ay no… ¿Entonces tu sabes que...?

—Salí inmediatamente al aeropuerto, al llegar no te encontré, hasta que después de varias vueltas di con tu maleta, estaba olvidada y nadie supo darme razón del dueño. Creí que algo te había pasado.

Baekhyun no pudo evitar sentirse conmovido, alguien se había preocupado por él y lo buscó desesperadamente para evitar que hiciera una locura. Sintió una rara sensación en su pecho que al contrario de las que estaba acostumbrado a sentir, le gustaba porque irradiaba calidez. Por un instante se quedó quieto solo mirándolo, Chanyeol podía transmitir tranquilidad con solo mirarlo.
Estaban muy cerca, fue fácil para él abrazarse de su cintura, lloró escondido en su pecho. Alguien estaba preocupado por él.

—¿Realmente estás bien?

La pregunta de Chanyeol quedó flotando hasta que Baekhyun se sintió listo para responder. Soltó a Chanyeol y fue a sentarse en la orilla de la cama mientras él buscaba un rollo de papel higiénico para ofrecérselo.

—No tuve suerte en mi matrimonio —comenzó—. Aunque reconozco que me equivoqué desde el principio, ni siquiera habíamos cumplido un año juntos cuando nos casamos, me dejé llevar por sus dulces mentiras. Viví en una fantasía por mucho tiempo, cuando comenzó a cambiar yo confiaba en que era solo una etapa, al final me convertí en un objeto más de su posesión, algo para divertirse y hacer como quisiera. Me arrebató las ganas de seguir viviendo, por cuatro años lo soporté imaginando que llegaría el momento de recuperar mi felicidad, pero como jamás me dejaría irme decidí escapar.

Mientras hablaba en su mente se repetían aquellos horribles momentos como escenas de película, no quería regresar a eso.

—¿Entonces decidiste quitarte la vida?

—Si, prefiero ser yo quien lo haga y no él.

—¿Y no hay otra manera? Podrías denunciarlo y entonces solicitar el divorcio, la ley podría protegerte.

—No, jamás me creerían, aunque no es alguien muy importante en la sociedad tiene amigos que resolverán el problema en un chasquido. Solo terminaría peor.

Chanyeol se quedó pensando un poco, la vida que le había tocado vivir fue triste y dolorosa, pero aún podría encontrar una solución distinta a la muerte. Baekhyun se quedó esperando las siguientes palabras de Chanyeol, pero estas nunca llegaron.

—Juro que no me quedaré mucho y gracias por recuperar mi maleta.

—Si… Eh… ¿Tienes hambre? Ya es tarde pero guardé algo para ti.

Un poco apenado le dijo que sí, juntos fueron a la cocina y mientras Chanyeol calentaba la comida Baekhyun se encargó de servir dos tazas de café.

—Puedes quedarte todo el tiempo que quieras y necesites. Mi casa es tu casa.

—¿Por qué haces esto? Te agradezco mucho pero siento que estás haciendo demasiado y solo me siento mal por la gran molestia.

—No es molestia, créeme y no lo sé, desde que te conocí sentí que eras una buena persona y al tratarte lo confirmé. Yo solo hago lo que cualquier amigo haría.

—¿Somos amigos?

—Si no quieres no, solo lo dije, lo siento.

—No, es que hace tiempo que dejé de tener amigos. Gracias por considerarme de esa manera.

Chanyeol apagó la estufa para poder separarse unos pasos y extender el brazo hacia Baekhyun, quería estrechar sus manos para simbolizar el comienzo oficial de su amistad.

—Seamos amigos por mucho tiempo —dijo—. Te juro que no permitiré que te hagan daño de nuevo, ahora te voy a cuidar porque eres mi amigo.

Luego de cenar, Baekhyun regresó a la habitación, Chanyeol lo acompañó hasta la puerta, nuevamente la dejarían abierta. Intercambiaron unas palabras y cada uno se dirigió a su lugar de descanso. Al acomodarse bajo las cobijas, Baekhyun se puso a pensar un poco en todo ya que no tenía mucho que despertó de una larga siesta.

Había sido muy afortunado al encontrarse con Chanyeol, por primera vez en mucho tiempo había tenido suerte. Ojalá no le se terminara pronto.

Pensar en Chanyeol hizo posible que descansara bien, sin pesadillas. Las pocas horas que logró conciliar el sueño fueron suficientes para recuperar por completo energías. Después de mucho tiempo estaba teniendo muchas noches tranquilas aunque no fueran continuas.

Al día siguiente que despertó creyó que no vería a su amigo, imaginaba que estaría de camino a su trabajo en la cabaña, pero ese día Chanyeol no trabajaba, así que le tocó despertarlo accidentalmente y luego prepararon juntos su desayuno.

—Saldré un momento para comprar más  comida, ¿algo que te guste y quieras comer?

—Estoy bien, no te preocupes.

—Vamos amigo, quiero que estés cómodo aquí.

—No estoy seguro… cualquier cosa está bien para mí.

—Lo primero que te viene a la mente, lo que sea, dilo. Por supuesto comestible.

—¿Fresas? ¿Es temporada de fresas o es posible encontrar algunas?

—Buscaré en el mercado más grande, creo que últimamente no he visto muchas fresas.

—Si no hay no te preocupes, no quiero molestarte buscándolas.

—Tranquilo, si las veo las traigo, sino ya será en otra ocasión.

Le mintió en esa parte, Chanyeol recorrió todas las tiendas que conocía para buscarlas y al final pudo conseguir dos paquetes de fresas. A Baekhyun se le iluminaron los ojos cuando las vio. Se sentó en el sofá enredado en una manta para comer parte de un paquete, el resto las cuidaría porque Chanyeol le comentó que eran muy pocas las que había y a veces tardaban en abastecer las tiendas.

Chanyeol se sentó a su lado, Baekhyun retiró la manta para poder compartir un poco, recién había vuelto de la calle y posiblemente tenía frío.

—¿Te gustan mucho?

—Si, gracias. ¿Quieres una?

—No, disfrútalas.

Lo miro mientras comía, por primera vez Baekhyun sonreía y la sonrisa era genuina, no fingía. A Chanyeol le comenzaba a gustar tanto que quería  verlo de esa manera siempre. Esperaba que mientras estuviera con él no hubiera peligro.















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Hey! ¿Cómo están? Espero que bien. Gracias por estar al pendiente de las actualizaciones, espero que les esté gustando mucho esta historia <3

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