[Capítulo 2]

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Había varias actividades que podía realizar, tantos lugares que visitar y como disponía de mucho tiempo para hacerlo, armó su itinerario para no dejar nada fuera. Baekhyun quería ser capaz de decir "yo estuve en ese lugar, hice todo esto..., fue grandioso", aunque no hubiera nadie dispuesto a escucharlo.

Se levantó muy temprano en su segundo día para ir a la ciudad, buscó el restaurante con muchas recomendaciones que vio en internet. Se dejó llevar por lo más solicitado del menú, no tenía tantas expectativas y quedó completamente satisfecho. Durante su desayuno tomó algunas fotos y luego salió a la calle. Se sintió tan pequeño entre la multitud, seguía siendo temprano, pero todos parecían estar ocupados.

Nadie le prestaba atención y le encantaba. Prefería ser ignorado que hostigado hasta el cansancio. La verdad, cualquier cosa era mejor que su vida de casado, que su hogar y su esposo, pero por su bien no iba a pensar en eso, no cuando estaba en una ciudad tan bella que también era muy fría.

Entró a un par de tiendas, solo en una compró algo, una bola de nieve de cristal con un muñeco como el que hizo el día anterior. Salió del lugar abrazando el objeto con todas sus fuerzas, quería regresar a la cabaña para guardarlo antes de que le ocurriera algo, pero sintió tedioso ir todo el camino hasta dicho lugar y después regresar para visitar una exhibición.

Cuidó muy bien su souvenir y siguió tomando más fotografías. Incluso se atrevió a preguntar dos veces por indicaciones, le gustó sentirse valiente y seguro de dirigirse a desconocidos sin el temor de cometer un error, a fin de cuentas, era un turista en una ciudad completamente desconocida para él, hablaba lo básico del idioma para poder estar en comunicación, cualquier error mínimo que cometiera accidentalmente no tendría tanto peso. Todo estaba bien, se obligó a creerlo.

El día se pasó volando, buscó otro restaurante para cenar antes de volver a la cabaña. Su bola de nieve fue su compañera en todo momento, por ratos llegó a hablarle para expresar su emoción como un niño pequeño.

Llegó al hotel cuando ya había anochecido. Justo cuando iba a empujar la puerta principal de la cabaña alguien más lo hizo por él, del interior salió el empleado de cabello largo que conoció el día anterior. Él lo saludó enseguida, Baekhyun intentó responder con un poco de la alegría con la que lo hizo y eso fue todo, ambos continuaron con su camino sin más interrupciones. Entonces cayó en cuenta que se comunicaban en su idioma materno, estaba a miles de kilómetros de Corea del Sur y se encontró con alguien con quien podría comunicarse sin problemas. La siguiente hora se la paso pensando en más detalles sobre él, cosas como "¿Desde cuándo vive aquí?", "¿Toda la familia estará aquí?"... Hasta que encendió la televisión y se distrajo viendo la programación de las siguientes horas para al final quedarse despierto viendo una película que por mucho tiempo deseo ver pero jamás tuvo la oportunidad.

. . .

Baekhyun se encontraba en una habitación sumida en la oscuridad, ni siquiera era capaz de ver sus manos. Lentamente se fue agachando hasta terminar sentado en el suelo abrazando sus piernas.

Lloraba con desesperación, el miedo lo estaba consumiendo.

Comenzó a escuchar pasos a su alrededor, cada vez más cerca. Sus manos subieron a su cabeza para cubrir sus orejas.

—Ayúdenme. Sáquenme de aquí. Ayuda.
Sus gritos se intensificaron cuando un par de manos comenzaron a tocarlo, en las piernas, en los brazos, en todo su cuerpo para al final cubrir su boca.

Y lo escuchó, ahí estaba el culpable de sus pesadillas, el monstruo que lo asfixiaba al punto de querer morir.







Despertó de su corta siesta con una nueva pesadilla que sintió tan real y casi lo hizo juntar sus cosas para irse de ahí. Cuando logró calmarse y creerse que no había sido real se preparó para su tercer día, se bañó rápidamente antes de salir de su habitación para dirigirse al restaurante de la cabaña. Pidió una taza de chocolate caliente que acompañó con unas piezas de pan dulce antes de pedir otra cosa del menú de desayunos.

Ese tercer día lo pasó entre la nieve aprendiendo a esquiar, luego se subió a un teleférico para ver mejor las montañas nevadas; esas dos actividades eran lo que más había esperado hacer durante su viaje. Necesitaba un nuevo recuerdo para la nieve, los que tenía de las primeras nevadas y paseos ya no los quería, pensar en aquellos tiempos solo le causaba dolor por eso debía sustituirlos pronto para irse tranquilo y quienes se tomaran el tiempo de pensar en él dijeran "Por lo menos fue feliz, aunque fuera en los últimos momentos".

Para su regreso a la cabaña, otros huéspedes lo reconocieron del restaurante —y el incidente de la maleta—, y lo invitaron a volver con ellos. Baekhyun intentó seguirles la conversación durante todo el camino, por suerte la pareja tenía sus propias preocupaciones y por ratos se olvidaban de él.

El carro se detuvo en el estacionamiento, lugar que antes no había pisado. Agradeció por el viaje apenas bajó del vehículo, la amable pareja intentó convencerlo de cenar juntos para que no estuviera solo tanto tiempo, de la manera más amable los rechazó.

El estacionamiento era grande, caminó por un extremo para no ser aplastado por cualquier carro que pasara, aunque no se vieran rastros de alguno. Antes de entrar a la cabaña algo llamó su atención. A varios metros estaba una pequeña choza que a primera vista parecía bodega, afuera estaba el empleado de cabello largo partiendo troncos con un hacha. Parecía tener mucha fuerza porque lo lograba en el primer intento, lo hacía parecer algo sencillo, pero Baekhyun estaba seguro que ni siquiera lograría atinarle al tronco.

La pareja lo alcanzó y lo hicieron apartar la vista del empleado, estuvo a punto de entrar detrás de ellos, pero de último momento sus pies lo llevaron a otro lado.














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Un nuevo capítulo, la verdad es que esta historia la tengo casi hecha, solo me falta editar los capítulos que tengo y escribir los últimos. Siento que seré capaz de actualizar a diario.

Getaway [ChanBaek]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora