[Capítulo 9]

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Chanyeol salió apenas Baekhyun terminó de hablar, le impresionó encontrar la puerta bloqueada. No encontró a nadie frente a su puerta, preguntó a sus vecinos más cercanos pero nadie vio al extraño que los visitó. Para no dejar a Baek solo más tiempo regresó a su casa, más tarde preguntaría al vigilante de la entrada.

—No hay nadie —avisó.

—¿En serio?

—Si, los vecinos no vieron nada.

—Te juro que era él, lo vi —temió que pensara que todo había sido su imaginación. 

Le asustó la simple idea de que Chanyeol no le creyera. Su llanto regresó, aún asustado por haberlo visto frente a él.

—Créeme, lo vi.

—Lo hago, te lo juro. Tranquilo, ven.

Lo sacó del baño, volvió a bloquear la puerta con él mirando por su tranquilidad. Luego fueron a su habitación.

—¿Cómo me encontró? ¿Cómo llegó a tu casa? Este era el único lugar seguro, ahora tendré que irme y tú también, podría hacerte algo pensando que...

—No —interrumpió—. No será necesario.

Chanyeol se obligó a idear un plan para poder seguir manteniéndolo oculto, a salvo. No quería que se fuera, le gustaba tenerlo a su lado. Las cosas habían cambiado desde que compartían sus días juntos, no podía terminarse tan pronto, aun no ocurría nada.

Como era su día de descanso, ninguno de los dos abandonó el departamento. Baekhyun se escondió bajo la cobija y pensó nuevamente en el plan que había dejado pendiente, era momento de dejar de posponerlo.

El tiempo fue pasando demasiado lento para él, cuando llegó la hora de comer Chanyeol llevó en una charola su comida e intentó sacarlo de la cama el resto de la tarde. Lo logró, pero Baekhyun hizo lo mismo en el sillón, se enredó con la cobija dejando solo su nariz al descubierto. Chanyeol no sabía qué hacer para consolarlo, las palabras ya no eran suficientes para tranquilizarlo y no podía invadir su espacio siempre.

—Ahora yo estoy contigo y no permitiré que vuelva a lastimarte, lo dije y lo seguiré diciendo, es una promesa.

Baekhyun se decidió a dejar de lado sus preocupaciones para pedirle a Chanyeol que le diera un abrazo, se acurrucó a su lado porque necesitaba sentirse seguro para poder calmar su corazón. El de la madrugada le había ayudado tanto, lo hizo sentir que había encontrado un nuevo refugio entre sus brazos, por eso deseó con todas sus fuerzas no salir de ahí y poder quedarse entre ese par de brazos para siempre, pero Baekhyun ya tenía su destino escrito por él mismo, la advertencia de sus sueños era eso, un recordatorio de que ya tenía su plan de escape listo para ejecutarse.

Chanyeol le permitió quedarse así hasta que llegó la hora de dormir, prácticamente se la pasaron en una misma posición por horas y a ninguno le importó.

Arrastrando los pies Baekhyun se dirigió a la habitación, acomodó la cobija e intentó dormir, pero cuando se dio cuenta que no sería capaz de hacerlo fue a buscarlo para pedirle que lo acompañara como la noche anterior. Chanyeol le prometió quedarse a su lado hasta que se durmiera, con la diferencia de que no ocupó la silla, sino que se apoderó de un lado de su cama lo suficientemente alejado de Baekhyun para no incomodar. Sostuvo su mano gran parte de la noche, apretándola con fuerza cuando comenzaba a temblar entre sueños. 

Al despertar, Baekhyun comenzó a buscarlo desesperadamente. Aunque fuera imposible, quería que Chanyeol estuviera ahí para que no le ocurriera nada. Buscó entre su ropa su abrigo más grande y se aventuró a salir de la casa para ir a buscarlo. Se escabullo por la ciudad hasta llegar a la cabaña, caminando.

Cómo siempre era imposible no sentirse observado, sentía que en cualquier momento lo vería o alguien lo arrastraría en contra de su voluntad. La nieve en el camino disminuyó la velocidad de sus pasos, el frío le calaba y creía posible no llegar a su destino.

Algunos carros lo cruzaron, dos se detuvieron para ofrecerle llevarlo, pero a ambos lo rechazó. Medio kilómetro después un carro estacionado fuera del camino llamó su atención. Corrió los pocos metros que le faltaban para revisar en el interior. Las puertas estaban cerradas con el seguro, no había rastro de Chanyeol ahí, pero si había un mensaje escrito en el parabrisas: "Te encontré".

Miró en todas direcciones, pero no vio nada, solo huellas en la nieve que guiaban al bosque, estas comenzaban a perderse. Pensó en seguirlas, sin embargo era arriesgado, en su lugar terminó de llegar a la cabaña, ya estaba cerca. 

Primero comprobaría si Chanyeol estaba ahí y en caso de que no fuera así, regresaría al carro y se arriesgaría a buscarlo en la inmensidad del bosque.

Fue un alivio encontrarlo cargando algunos troncos de leña que cayeron en el momento en que Chanyeol lo vio correr hacia él. 

—¿Qué haces aquí? 

—Él podría hacerte daño también. 

—Puedo defenderme, no tenías que venir hasta aquí. 

—No quiero que nada malo te ocurra... ¿por qué tu carro está...? 

—Se detuvo de repente, el mecánico vendrá más tarde. 

—Está escrito en el parabrisas "Te encontré", me imaginé lo peor. 

—Ya, no pasó nada. Deja de llorar. 

Baekhyun se convirtió en el niño que acompañaba a su padre a su trabajo, todo el día estuvo siguiéndolo y esperándolo en silencio, algunos empleados lo reconocieron, pero nadie se atrevió a acercarse, solo unos tantos le preguntaron a Chanyeol pero él no les respondió, solo a la gerente le explicó la situación. 

Cerca de su hora de salida, el mecánico lo llamó y salieron rápidamente para encontrarlo. Se llevaron el carro en grúa y le aseguraron que podía pasar por él la mañana siguiente. El mecánico fue amable en acercarlos a su casa, pero de último momento Chanyeol convenció a Baekhyun de pasar por la tienda. Caminaron hasta el pequeño negocio donde podían encontrar fresas, compraron el último paquete disponible. 

Terminaron ese día con tranquilidad y como para Baek se había convertido en una tortura dormir solo, Chanyeol no se molestó en preparar su sofá porque sabía bien que debía acompañarlo.

Getaway [ChanBaek]✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora