Narro yo:
Fueron momentos muy confusos, de una extraña lentitud. Yo, Harry y Hermione nos levantamos y sacamos nuestras varitas mágicas. Muchos magos y brujas se iban percatando de que había pasado algo raro; algunos todavía no habían apartado la vista de donde poco antes se había esfumado el felino plateado. El silencio se propagaba en fríos círculos desde el punto en que se había posado el patronus. Entonces alguien gritó y cundió el pánico.
Harry, yo y Hermione nos lanzamos hacia la atemorizada multitud. Los invitados corrían en todas direcciones y muchos se desaparecían. Los sortilegios protectores que defendían La Madriguera se habían roto.Yo:¡Ron!-chillé.
Hermione:¡Max! ¿Dónde estás, Max?
Nos abrimos paso a empujones por la pista de baile, y vi que entre el gentío aparecían figuras con capa y máscara; entonces distinguí a Lupin y Tonks blandiendo sus varitas, y los oí gritar: «¡Protego!», un grito que resonó por todas partes.
Hermione:¡Max!
Yo:¡Ron!-gritábamos a la vez Hermione y yo casi sollozando, mientras los aterrados invitados nos zarandeaban.
Harry nos cogió de la mano a las dos, y en ese instante un rayo de luz pasó zumbando por encima de nuestras cabezas; no supe si se trataba de un encantamiento protector o de algo más siniestro...
De pronto apareció Ron y Max. Max se acercó a Hermione y le dijo algo al oído, ella se negaba pero el hizo caso omiso, obligó a Ron a cogerla del brazo y así lo hizo. Max sacudió su varita y noté cómo Hermione giraba sobre sí misma; no se veía ni se oía nada: alrededor todo estaba oscuro, lo único que notaba era la mano de Hermione, que apretaba la mía, mientras los cuatro surcábamos el espacio y el tiempo alejándonos de La Madriguera, de los mortífagos que se cernían sobre nosotros y quizá del propio Voldemort.
Harry:¿Dónde estamos? -se oyó su voz.
Abrí los ojos. Por un instante creí que no habíamos salido de la carpa, porque seguíamos rodeados de gente.
Hermione:En Tottenham Court Road -resolló Hermione al tiempo que se limpiaba unas cuantas lágrimas, suspiró y añadió:-. Sigan caminando. Hemos de encontrar un sitio donde podamos cambiarnos.
De modo que, bajo un cielo estrellado, echamos a andar -y a ratos corrimos- por una calle ancha y oscura, repleta de trasnochadores; las tiendas en ambas aceras estaban cerradas. Un autobús de dos pisos pasó rugiendo y un grupo de gente que salía de un pub nos miró a los cuatro con extrañeza, porque todos todavía llevábamos trajes de gala.
Ron:No tenemos nada que ponernos, Hermione -dijo cuando una chica se echó a reír al fijarse en su atuendo.
Yo:¡Qué descuido no haber traído la capa invisible, Harry!
Harry:¡Sí! El año pasado la llevábamos siempre con nosotros, y...
Hermione:Tranquilos, tengo sus capas. Y también he traído ropa para los cuatro. Procuren disimular hasta que... Sí, ahí mismo.
Nos guió por una calle secundaria hasta un oscuro callejón.
Yo:Dices que tienes la capa y ropa, pero... -musité mirando ceñuda a Hermione, que sólo llevaba el bolsito bordado con cuentas, en el que se había puesto a rebuscar.
Hermione:Sí, sí, aquí están -afirmó ella y, para gran asombro de los tres, sacó del bolsito una gran cantidad de ropa y las capas invisibles.
Harry:Pero ¿cómo mier...?
Hermione:Encantamiento de extensión indetectable. Dificilillo, pero creo que lo he hecho bien. Bueno, el caso es que conseguí meter aquí dentro todo lo que necesitábamos. -Y le dio una pequeña sacudida al bolsito, de aspecto frágil; varios objetos pesados rodaron en su interior y se oyó un eco-. ¡Ay, porras! Eso son los libros -musitó mirando dentro-, y los había ordenado todos por temas. Bueno... Cloe, Harry, será mejor que cojan la capa invisible. Ron, date prisa y cámbiate.
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La hermana de Harry Potter 4
FanfictionLa fecha crucial se acerca. Cuando cumplan diecisiete años, Cloe y Harry perderán el encantamiento protector que los mantiene a salvo. El anunciado enfrentamiento a muerte con lord Voldemort está a punto de suceder, y la casi imposible misión de enc...