17.La mansión Malfoy[2-2]

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??:¿Ron? ¿Son ustedes?

Ron paró de gritar. Notamos un movimiento cerca de nosotros, y entonces vi que se acercaba alguien.

Yo:¿Luna?

Hermione:¿Luna, eres tú?

Luna:¡Sí, soy yo! ¡Oh, no! ¡Confiaba en que no los capturarían!

Yo:¿Puedes ayudarnos a soltar estas cuerdas, Luna?

Luna:Sí, claro, supongo que sí... Por aquí hay un clavo viejo que usamos cuando necesitamos romper algo... Esperen un momento...

Cloe volvió a gritar en el piso superior, y oímos gritar también a Bellatrix, pero no entendimos lo que decía, porque Ron reanudó sus berridos:

Ron:¡¡Cloe!! ¡¡Cloe!!

Luna:Señor Ollivander... -le oí decir a Luna-. Señor Ollivander, ¿tiene usted el clavo? Si no le importa apartarse un poquito... Me parece que estaba junto a la jarra de agua... -regresó al cabo de unos segundos-. Tendrán que estar quietos.

Noté cómo Luna hincaba el clavo en las duras fibras de la cuerda para deshacer los nudos. En ese momento volvimos a oír la voz de Bellatrix:

Bellatrix:¡Te lo preguntaré una vez más! ¿De dónde sacaron esta espada? ¿De dónde?

Cloe:La encontramos... la encontramos... ¡¡Oh, por favor!!- soltó un alarido.

Ron se retorció de nuevo, y el herrumbroso clavo estuvo a punto de perforar la muñeca de Hermione.

Luna:¡Haz el favor de estarte quieto, Ron! -susurró Luna-. No veo lo que hago...

Hermione:Hazlo rápido por favor, mi amiga está sufriendo-dijo con súplica.

Harry:Y es mi hermana.

Ron:¡Busca en mi bolsillo! ¡Llevo un desiluminador, y está cargado de luz!

Unos segundos más tarde se oyó un chasquido, y las esferas de luz que el desiluminador había absorbido de las lámparas de la tienda iluminaron el sótano, pero al no poder volver a su fuente, se quedaron allí suspendidas, como pequeños soles, inundando de luz la celda subterránea. Vi entonces a Luna, pálida y de ojos desorbitados, y al inmóvil Ollivander, el fabricante de varitas, acurrucado en el suelo, en un rincón; luego giré la cabeza y observé a Griphook, el duende, que parecía semiinconsciente y se mantenía en pie gracias a las cuerdas que lo ataban a los humanos.

Luna:Así resulta mucho más fácil. Gracias, Ron -dijo mientras terminaba de cortar las ataduras-.

La voz de Bellatrix volvió a llegar desde arriba:

Bellatrix:¡Mientes, Potter asquerosa, y yo lo sé! ¡Has entrado en mi cámara de Gringotts! ¡Di la verdad! ¡Confiesa!

Otro grito estremecedor...

Ron y Hermione:¡¡Cloe!!

Tenía que guardar la calma, o esto sería un escándalo total de gritos.

Bellatrix:¿Qué más se llevaron de allí? ¿Qué más tienen? ¡Dime la verdad o te juro que te atravieso con este puñal!

Luna:¡Ya está!

Noté cómo las cuerdas se soltaban; me di la vuelta frotándome las muñecas y vi que Hermione y Ron ya se afanaban por el sótano, mirando el techo en busca de una trampilla. Griphook, cuya tez morena estaba cubierta de cardenales, se desplomó en el suelo; parecía desorientado y semidesmayado.
Ron y Hermione intentaban desaparecerse sin varita mágica.

Luna:No hay ninguna salida. Este sótano está hecho a prueba de fugas; al principio yo también lo intenté. El señor Ollivander lleva aquí mucho tiempo, y también lo ha probado todo.

La hermana de Harry Potter 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora