31.Todo acabó...

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Narro yo:

En cuestión de segundos reinó el caos: los centauros cargaron contra los mortífagos y los obligaron a dispersarse; la gente corría en todas las direcciones para no morir aplastada bajo los pies de los gigantes, y con tremendo estruendo se acercaban los refuerzos venidos de quién sabía dónde. Distinguí unas enormes criaturas aladas -thestrals y Buckbeak, el hipogrifo- que volaban alrededor de las cabezas de los gigantes de Voldemort, arañándoles los ojos, mientras Grawp les daba puñetazos y los aporreaba. Por su parte, los magos, tanto los defensores de Hogwarts como los mortífagos de Voldemort, se vieron obligados a refugiarse en el castillo. Harry y yo lanzábamos embrujos y maldiciones a todos los mortífagos que veíamos, los cuales se desplomaban sin saber qué o quienes los habían alcanzado.

Buscábamos a Voldemort, y lo descubrí en la entrada del Gran Comedor, arrojando hechizos a diestro y siniestro. Realicé más encantamientos escudo, y dos víctimas potenciales de Voldemort, Seamus Finnigan y Hannah Abbott, pasaron a toda velocidad por su lado y entraron en el Gran Comedor para participar en la contienda que se estaba desarrollando dentro.
Más y más gente subía en tropel los escalones de piedra. Vi a Charlie Weasley adelantando a Horace Slughorn junto con los comerciantes y vecinos de Hogsmeade. Los centauros irrumpieron en el comedor con gran estrépito de cascos, y la puerta que conducía a las cocinas se salió de los goznes.

Los elfos domésticos de Hogwarts entraron atropelladamente en el vestíbulo gritando y blandiendo cuchillos de trinchar y cuchillas de carnicero. Kreacher iba a la cabeza, con el guardapelo de Regulus Black colgado del cuello y rebotándole sobre el pecho.

Vi cómo los gemelos Weasley y Lee Jordan derribaban a Yaxley; cómo Dolohov caía lanzando un alarido, atacado por Flitwick, y cómo Hagrid arrojaba de una punta a otra de la estancia a Walden Macnair, que se estrelló contra la pared de piedra y cayó inconsciente al suelo. Max y Neville abatieron a Fenrir Greyback; Aberforth aturdió a Rookwood; Arthur, Ron y Percy tumbaron a Thicknesse. Lucius y Narcisa Malfoy sin intervenir en la lucha, corrían entre el gentío llamando a su hijo a voz en cuello.
Voldemort, en cuyo rostro se reflejaba un odio inhumano, peleaba contra McGonagall, Slughorn y Kingsley, que lo esquivaban y se zafaban de él, defendiéndose con denuedo pero incapaces de reducirlo...
Bellatrix luchaba a unos cincuenta metros de Voldemort, e, igual que su amo, lidiaba con tres oponentes a la vez: Hermione, Ginny y Luna. Las chicas peleaban a fondo, dando lo mejor de sí, pero Bellatrix igualaba sus fuerzas. Vi cómo una maldición asesina pasaba rozando a Ginny, que se salvó de la muerte por los pelos... Quise ir en esa dirección, pero me apartaron de un empujón.

??:¡¡A mi hija no, perra!!

La señora Weasley se quitó la capa para tener libres los brazos y corrió hacia Bellatrix. La mortífaga se dio la vuelta y soltó una carcajada al ver quién la amenazaba.

Molly:¡¡Apártense de aquí!! -les gritó a las tres chicas y, haciendo un molinete con la varita, se dispuso a luchar contra Bellatrix.

Aterrada y eufórica, vi cómo Molly Weasley agitaba incansablemente la varita y la sonrisa burlona de Bellatrix se convertía en una mueca de rabia. De las dos varitas salían chorros de luz, y alrededor de las brujas el suelo se recalentó y empezó a resquebrajarse. Ambas mujeres peleaban a muerte.

Molly:¡Nunca...tocarás... a nuestros hijos!

Bellatrix soltó una carcajada, la maldición de Molly pasó por debajo del brazo extendido de Bellatrix y le dio de lleno en el pecho, justo encima del corazón.
La sonrisa de regodeo de Bellatrix se quedó estática y dio la impresión de que los ojos se le salían de las órbitas. Por un instante, la bruja fue consciente de lo que había pasado, pero entonces se derrumbó y la multitud se puso a bramar. Voldemort soltó un horrible chillido.
Sentí como si me diera la vuelta a cámara lenta y vi a McGonagall, Kingsley y Slughorn salir despedidos hacia atrás, retorciéndose en el aire, al mismo tiempo que la rabia de Voldemort, ante la caída de su último y mejor lugarteniente, estallaba con la fuerza de una bomba. El Señor Tenebroso alzó la varita y apuntó a Molly Weasley.

La hermana de Harry Potter 4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora