9: Luke salvando el día.

18 0 0
                                    

Luego de que Ed quitara lo que le impedía ver, una multitud se aglomeró a su al rededor gritando algo como "Bienvenido Edward" la mayoría chicas y algunos chicos que se llevaban bien con el, y haciendo que todos a nuestro al rededor aplaudieran y gritaran en forma de celebración, sólo me agradeció luego de ver lo que había organizado, yo le asentí, pero no les quite créditos a mis mejores amigas, el también les agradeció, luego de esto todo el mundo se dispersó en el grande patio y otros en la parte de adentro de la casa, total lo que querían era la fiesta, Mike se quedo con su chica, mi otra rubia amiga había ido a bailar con Ken, Ed y Luke se sumaron a mi hermano y mi cuñada en una animada conversación.

-Oh si chico, yo te dije que te amaría- dijo mi mejor amigo chocando puños con mi hermano, hablando acerca de su relación con una de mis mejores amigas.

-Ya vuelvo tengo que ir al baño- dije y ellos no me tomaron muy en cuenta, así que me fui con dirección al baño, una vez ahí me arregle y en un corto rato salí.

Una mano se apoderó de mi, y me chocó contra la pared de una manera brusca, esto ya se le hacia costumbre a este chico.

-¿Que buscas conmigo Lowell?- dije tratando de sonar intimidante aunque dudo que mi voz hubiera salido así.

-Sabes lo que busco, y sabes que arriba hay habitaciones- dijo acercándose a mi cuello, y por lo que pude oler, el alcohol ya era parte de el en estos momentos y comenzaba a hacer efecto.

-Sueltamente Theo, ¡ya basta!- grite pero con toda la música que había fue inútil.

-No lo haré bebe- dijo en mi cuello, susurrando.

-Sueltame, ¡sueltame ya!- grite y forcejee tratando de soltarme de su agarre, pero el no se inmutaba, creo que tendré que hacer pesas, mi fuerza es absurda, el no me hizo caso y dejaba besos en mi cuello, mientras yo seguía forcejeando, y era cuando me preguntaba ¿a qué se refería Mike cuando dijo que le patearía el trasero a quien me tocara? Pues hermanito, no te veo aquí, ¿donde carajos estaba?, maldita sea.

-Creo que dijo que la sueltes-dijo su hermosa voz ronca, Theo me soltó y dirigió su mirada a Luke que estaba con sus puños y mandíbula apretados.

-Sal de aquí y ve a buscar a otra perra, ella será mía, no me jodas- esta vez calló bajo, ¿cómo podía hacerlo?, esa fue la gota que derramo el vaso, pues el puño de Luke compactó con su cara, haciendo que casi pierda el equilibrio, yo solo abrí la boca, con sorpresa.

-No la llames así ¿entiendes?, ¿O buscas que te de una paliza? Eso solo fue una advertencia, no la vuelvas a tocar, no quiero tus manos en ella de nuevo- lo empujo haciendo que cayera al suelo, me tendió su mano, y yo la tomé, mientras el la sobaba con delicadeza- ¿te hizo daño?- pregunto cuando nos alejamos, negué con la cabeza.

-Gracias- dije y me lance a abrazarlo, el me correspondió enseguida y me sobo la espalda de arriba abajo con sus fuertes brazos.

-Menos mal llegue a tiempo, pequeña princesa- dijo y yo lo mire- vamos a sentarnos ¿si?-yo solo asentí con la cabeza y caminamos hacia uno de los grandes sofás que yacían en la grande sala de estar-Quiero que me avises si vuelve a poner un dedo encima tuyo ¿entendido?- dijo mirándome a los ojos.

-Lo haré- dije y me di cuenta que su expresión ya había cambiado, a una suave y delicada, pero varonil al mismo tiempo.

-Eso espero- Dijo para luego apegarse a mi y capturar mis labios juntándolos con los suyos, en un ritmo suave, lento, distinto.

Su sabor me cautivó, sabía a menta y también un toque de canela, y esos sabores yo los conocía bien, y muy bien, tabacos, deliciosos y aclamados tabacos, quise probarlo más, pues no había manera de detenerme, sentía que flotaba en el aire, mis pies ya no estaban en la tierra, o eso pensaba yo, pues si me daba cuenta me encontraba sentada, tome su nuca apegandolo más a mi, esto me encantaba, mi corazón ya latía acelerado, más que alguna otra vez, mientras el probaba mis labios de manera única, el cosquilleo volvió, y algo en mi se encendió, sentía algo tan diferente que yo no distinguía, algo que no había sentido nunca, me atrevía a decir que ni con Theo, borre esa idea, no era momento de pensar en el, pero esto era algo que nunca sentí con nadie, pues esto era estar en el paraíso.

Never Believe in LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora