7:El mejor amigo de mi mejor amigo.

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Aquellos días habían pasado como Ed me lo había dicho, largos, muy largos, tanto que parecían infinitos, y yo ya esperaba con ansias su llegada, esperaba que sea viernes a la noche, mamá ya sabía, pues el le caía muy bien, a papá pues no creo que le importé mucho, y Mike también lo sabía, y quería verlo ya, pero sin dudas yo era la que más ansiaba ese momento.

El viernes llego, en el instituto de nuevo se hablo de la fiesta, las chicas otra vez, hablaban del tipo de ropa que se pondrían. Pequeña, escotada y muy ajustada. Lo sabía. Espere que el timbre de salida sonara, pues mis clases de hoy tampoco ayudaban a que quisiera estar ni un segundo más ahí.

El ansiado "Ring" sonó, haciéndome brincar en mi sitio y salir casi corriendo no sin despedirme rápidamente de mis amigas, agarre a Mike de la camiseta y lo lleve a rastras hacia su carro, quería irme en este momento.

-Espera acelerada escuincla- dijo frenandome.

-Vamos rápido Mike, necesito llegar ya a casa- dije quitando sus llaves y abriendo su puerta para que entrara, el río y entro.

-No me dijiste nada por lo de escuincla- dijo riendo cuando me subí y el ponía en marcha el auto.

-¡No me digas así tonto!- dije poniendo mi cinturón, el río abiertamente.

-Esa si es mi hermana- y esta vez yo reí.

-Ya si, pero conduce rápido necesito arreglarme- dije haciendo que el suba su velocidad.

-Okay acelerada- no le preste atención y le subí a la radio, pues sonaba una canción que yo amaba "Rude" de Magic e iba cantando y tarareando canciones que salían, ya que la mayoría las sabía, apenas el estacionó yo salí hecha un rayo, hasta entrar a casa, saludamos a mamá y a Pat- así era como le decía a Patrick, mi pequeño hermano- y mama nos sirvió nuestra comida.

Estaba delicioso, era pollo hornado y papas doradas, yo amaba esa comida, y tenía una salsa que lo acompañaba a la perfección, sonreí satisfecha, deje el plato en el fregadero, y partí a mi cuarto.

Me duche con una exquisita agua caliente, yo amaba ducharme de esa manera, era una sensación simplemente deliciosa, me relajaba cada gota que caía en mi piel, en mi cabello, total en mi.

Salí al notar que me había demorado al rededor de un poco menos de una hora, había perdido la noción del tiempo, cepille mi cabello, dejando que se secara naturalmente, aplique una crema con un olor dulce, que yo amaba, me encantaba ese olor tan dulce y fresco que esta tenía, pasándola por todo mi cuerpo, y rebusque entre mi ropa, nada pequeño sería adecuado, ya que el frío de la noche que se aproximaba y el frío del aeropuerto no ayudaban.

Un jean oscuro, un buzo plomo y zapatos vans oscuros también, fue lo que elegí, mi maquillaje discreto y usual, mi cabello suelto iría, tome un bolso pequeño y cruzado en mi hombro, metí en el mi celular, audífonos y mi dinero, y sin más baje las escaleras, mi hermano paso a mi lado.

-¿Te llevo?- me pregunto, pero había decidido ir sola.

-No, no te preocupes iré sola, llegare algo tarde, pero estaré bien, Ed me traerá a casa- dije y me despedí para salir por la puerta, la verdad no sabía si Ed me traería, pero iría a su casa luego de irlo a ver, pues su familia lo esperaba con una cena, a la que el me invitó, pues el no quería que nadie de su familia fuera al aeropuerto, sólo yo iría.

Llegué al aeropuerto cuando faltaban tan solo unos minutos para que su vuelo saliera, ya había aterrizado, por lo que vi, tan solo faltaba que saliera, un tumulto de gente fue hacia una de las puertas de llegada, supe de inmediato que ese sería su vuelo, no me moví, sólo observaba con detenimiento mientras la gente salía y se saludaba con sus familiares, gire la cabeza un momento hacia mi celular, al volver la cabeza lo vi, venía caminando con su seguridad de siempre, con su aspecto nada cambiado, tan solo con un poco de barba en su rostro, lo cual lo hacia ver un poco mayor, pero igual de atractivo o incluso más, corrí hacia el sonriendo como una niñita, el me vio y sonrió de una manera única, dulce, pero con emoción, al llegar a el me aferre a su cuello, mientras el cerraba sus brazos en mi cintura, fue dejando besos en mi sien, y me alzo un poco del suelo.

Never Believe in LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora