1: Realeza

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Valentín

-¿Dónde?.-repetí tapándome la otra oreja a ver si así lograba escuchar lo que Zoe intentaba decirme, pero con todo el barullo de fondo no podía escuchar nada.

Saqué el celular de mi oreja cuando escuché el tono de llamada, dándome a entender que había cortado.

Tiré mis bolsos en el piso para intentar llamarla de nuevo cuando sentí que algo, o más bien, alguien, se colgó de mi espalda.

-Acá estas, estúpido.-dijo riendo mientras me abrazaba más fuerte.

-El estúpido estuvo de más.-dije riendo una vez que la tuve parada enfrente.-Eu, eso es nuevo.-dije sacudiendo su pelo con mis dedos. Se lo había cortado mucho, muchísimo desde la última vez que la ví.

-Te gusta?.-dijo sacudiendo su cabeza de un lado a otro y yo asentí.

Zoe desde siempre llevaba su pelo por la cintura, desde que éramos chicos, siempre le preguntaba si no le daba calor, pero aunque yo se que sí, ella me lo negaba. Ahora se lo había cortado por los hombros y me gustaba mucho como le quedaba, resaltaba mas sus ojos cafés claros y sus pecas.

-Es un corte muy cool para ser vos.-dije en joda y por su parte recibí un golpe en el hombro. Ambos agarramos nuestras cosas y decidimos dirigirnos a la recepción para que nos asignen nuestros cuartos.

-¿Y?.-me miró.-¿Cómo vas controlando tus poderes?.-preguntó mientras caminábamos por el enorme patio.

Giré mis ojos y suspiré.-Siguen.. ahí.-dije no muy seguro.

-¡Valentín!.-chilló y yo cerré mis ojos sabiendo lo que me iba a decir.-¿No estuviste practicando?

-Intenté, ¿ok?.-la miré y volví a soltar mi bolso cuando nos pusimos en la fila para esperar nuestro turno. El primer día siempre era un caos. Gente por todos lados, los de primer año intentando encontrar cada edificio, los profesores intentando no volverse locos y todo el resto del personal dando vueltas por todos lados, íbamos a estar acá un buen rato.

-¡Te dije que me llamaras si necesitabas ayuda!.-dijo cruzándose de brazos.

-No iba a robarte más tiempo de tus vacaciones.-dije enderezando mi columna y también cruzándome de brazos.-Iba a aparecerme en tu casa e iba a decir, hola señor Gutierrez, soy Valentín, el estúpido amigo de su hija promedio diez que no puede usar los poderes que en la escuela que usted mismo dirige enseñan a usar, está Zoe?.-reí cuando escuché la carcajada de mi mejor amiga y ví como acarició mi brazo.

-No seas tan dramático, que para eso estoy yo.-ambos reímos.-Tranquilo, ya escuchaste lo que te dijo tu mamá, van a salir cuando tengan que salir. Solo te tenes que concentrar.

-Eso sonó mas a que estoy constipado a que cualquier otra cosa.-ambos reímos.

-Qué onda petes.-en eso escuchamos unas voces atrás nuestro y sentimos como Río y Abril se colgaron de nuestros hombros.

-Nos extrañaron?.-habló Abi saludándonos a cada uno.

Ahora sí, estábamos completos.

Río y Abril son mellizos, los más chicos de los once hijos que tuvieron los Gurruchaga, una pareja de hechiceros famosos por sus descubrimientos. Viajan por todo el mundo, por eso cuando no están, dejan a sus hijos acá.

Aunque no lo crean son todos exactamente iguales. El estereotipo de familia de clase alta, miles de hijos, rubios, ojos claros, con una mansión gigante.

Pero así y todo, son buena gente.

Con los chicos somos amigos desde muy chicos, nos conocimos acá y desde el momento cero somos un grupo muy unificado. Tomamos las mismas clases, nos contamos todo y solemos molestarnos más de lo que nos queremos, pero así funciona nuestra relación.

HECHIZO - WOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora