HECHIZO - WOS

10: secretos

Delfina

-Si me seguís arrastrando así por la vida me vas a sacar la muñeca de lugar.-se quejó Simón soltándose de mi agarre.

-¿Qué fue eso?.-pregunté cruzándome de brazos y ví como frunció el ceño sin entender.-Lo de recién Simón, tu escenita de celos.

Se encogió de hombros.-Nada, que yo estoy ahí abajo haciéndome el copado con la chica esa porque vos me lo pediste para que vos estes toda la tarde hablando con ese boludo.

-¿Qué tiene que ver?.-fruncí el ceño.-Yo no tenía nada que hacer ahí, fuí para verte a vos nada mas.

-Si, para controlar que haga lo que me pediste, que ni siquiera entiendo el por qué de eso todavía.-miró para otro lado.-¡Yo debería estar enojado acá! Ya sé que nuestra relación no es cierta, pero no me hagas quedar como un cornudo, viste.

-¡Qué decís!.-me paré enfrente de él.-¡Estábamos hablando nada mas!.

Ambos nos quedamos en silencio unos segundos hasta que Simón rió y yo lo miré sin entender.

-Ahora sí que parecemos una pareja de verdad.-lo miré por unos segundos y, por el bien de mí misma, preferí reír, porque sino, lloraba.

-Dios tenes razón.-acomodé mi pelo.-Ya está ya fue.

-Perdón.-dijimos al mismo tiempo.

-¿Está todo bien entonces?.-pregunté un poco incómoda y él asintió.

(...)

-Puedo saber ahora por qué me abandonaste hoy.-pregunté sirviendo un poco de ensalada en mi bandeja.

-Estuve estudiando con Pierina, la chica nueva, ¿te acordás?.-yo asentí y subí mis cejas.-Es bastante agradable, además es muy inteligente.

-No sabía que le habías hablado.-dije bastante sorprendida, ya que con Laia pasábamos demasiado tiempo juntas.

-Me la choqué el otro día en la biblioteca y estuvimos hablando y le pasé algunos tips para que sobreviva en la escuela, viste que para los nuevos es difícil.-rió.-Ahora.. la que estuvo entretenida fuiste vos.

-¿Eh?.-pregunté sin entender mientras nos sentábamos en una de las mesas.

-Isidoro me contó que te vió hablando muy entretenida con Oliva en las pruebas hoy.-giré mis ojos.-También me contó lo de Simón, dijo que hervía de celos, ¿me querés contar?.

Negué con la cabeza.-Boludeses de Simón, pero ya está ya pasó.-dije y seguimos hablando de otras cosas.

(...)

Después de cenar, con Laia volvimos a nuestra habitación y mientras ella se bañaba intenté controlar mis poderes de nuevo.

Pero nada.

Cuando podía controlar algunos hilos de agua se caían, se desarmaban o salían volando por la ventana.

Si, dejo la ventana abierta porque no es la primera vez que me pasa.

-Pedazos de mierda.-susurré para mí misma.-Hasta ayer funcionaban, qué pasa.-dije empezando a ponerme nerviosa.-Funcionen, dale. ¡Auch!.-me quedé cuando la pecera que estaba usando para contener el agua cayó al piso y los pedazos de vidrio cortaron rasparon pedacitos de mis piernas.

-Delfi, ¿todo bien?.-Laia se asomó con la cabeza llena de shampoo por la puerta del baño y su cara cambió al ver el desastre que había echo.

-Si, se me cayó esto nada mas.-dije juntando todos los pedacitos posibles.-Voy a traer a alguien que limpie esto.-asintió y cuando estaba por salir de mi cuarto recordé algo.