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[...]

-Me gustas...

Jungkook sonrió por las palabras de su novio. Ambos yacían acostados en la cama del mayor, eran alrededor de las tres de la madrugada y los dos estaban desnudos producto de que acababan de hacer el amor. Sus piernas estaban enredadas, ambos tenían el olor del otro y en la habitación flotaba el hermoso sentimiento que ambos compartían: el amor.

-Tu también me gustas Hyung.

Sin poder envitarlo besó sus labios con ganas. Sus bocas ya se conocían, así que no fue difícil hallar el ritmo correcto.

La señora Kim dormía plácidamente en la habitación al fondo del pasillo. Se había tomado media pastilla para conciliar el sueño y en ese momento ni siquiera los gemidos del que era hijo de su amiga podían despertarla.

Jungkook se separó y en un movimiento rápido se subió a ahorcadas del mayor. La excitación volvió a su cuerpo por lo que agarró la casi erecció de su novio y la llevó a su entrada.

Soltó un gemido que le quemó la garganta y pinto las paredes de aquella habitación de lujuria. Seokjin llevó sus manos hasta sus glúteos aprentandolos gustoso.

-Te amo...- dijo entre jadeos el de cabello castaño. Cerró sus ojos cuando sintió aquellas manos sobre su cintura guiando sus movimientos.

-Eres mío Jungkook...- susurró Seokjin-. Mío, mío...

-Soy tuyo...

Por la ventana entraba el brillo de la luna que, una vez más, era testigo del amor de ambos jóvenes.

-No quiero que beses otros labios que no sean los míos...ah...- murmuró. Sus ojos estaban cerrados, solo dejándose llevar por las sensaciones.

-Yo tampoco quiero besar otros que no...joder...que no sean los tuyos...

En ese momento Seokjin pronunció la palabra que marcaría, tal vez, para toda su vida al chico que llamaba el amor de su vida.

-Prometelo...

Y Jungkook las pronunció, no siendo consciente del peso que eso pondría sobre su vida.

-Lo prometo...

[...]

Jungkook parpadeó varias veces. Odiaba, de alguna forma, que su mente se perdiera en esos recuerdos tan dolorosos. La voz de Seokjin siempre estaba allí, recordándole lo miserable que era por haberle arrebatado la vida.

-Me quiero ir.- dijo de repente tomando por sorpresa a Taehyung.

El de cabello rubio frunció el ceño. ¿Qué había hecho mal? ¿Fue por lo del vino o dijo algo más que incomodó al muchacho?

-¿Dije o hice algo que te molestara?

-No, llévame a casa, por favor.

Taehyung asintió y dejó el dinero sobre la mesa. Ni siquiera había mirado si era la cantidad correcta.

Jungkook salió primero, todo el alcohol había abandonado su sistema ante el recuerdo tan repentino.

El interior del auto se sumió en un silencio escalofriante. Taehyung miraba de vez en cuando a Jungkook asegurándose de que estuviera bien o cuidando que el chico no se vomitara encima.

Jeon tenía los ojos cerrados, repitiéndose una y otra vez que no debía llorar frente a Taehyung o este le pediría explicaciones inmediatamente.

Los minutos pasaron y Tae se detuvo frente a la casa con fachada de que vivía una madre soltera.

STARCHILD | KTH&JJK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora