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Jungkook se levantó de golpe, sus ojos encontrándose con la oscuridad de su habitación. Podía sentir el sudor bajandole por el costado de su frente al igual que su corazón latiendo desbocado contra su pecho.

Era la cuarta vez en esa semana que soñaba lo mismo. Seokjin y él en un auto. Seokjin gritándole. Seokjin diciéndole que lo había engañado.

Se pasó la mano por el cabello varias veces y luego se estiró hacia su mesita de noche para agarrar el celular.

Esperaba encontrarse con un mensaje de Taehyung, tal vez deseándole buenas noches o simplemente diciéndole que lo quería, pero no había nada. Hizo un puchero inconscientemente y pegó el celular a su pecho. Hace dos semanas que no veía a Taehyung, pues el mayor le había dicho que se le había acumulado el trabajo y ahora debía hacerse responsable de ello.

No iba a mentir, lo extrañaba muchísimo. A pesar de que Taehyung le había dicho que podía pasarse por el departamento cuando quisiera, él realmente no quería interrumpirlo y mucho menos verse como alguien desesperado por un poco de atención.

Cerró los ojos de nuevo y se durmió en menos de cinco minutos.

La próxima vez que abrió sus ojos fue gracias a la alarma que tenía programada para irse a la universidad. Así que se levantó, se dio un baño, se vistió y bajó a la cocina encontrándose con Jimin y su madre charlando animadamente.

-¡Buenos días, Jungkookie!- lo saludó Jimin más entusiasmado de lo normal.

-¿Por qué estás siendo tan tú pero con más intensidad?

-¿A qué te refieres?

-Que parece que te hubiesen exprimido un Red Bull en el culo.

Jimin abrió la boca ofendido.

-¡Mamá, dile algo!

-¿Qué puedo decirle hijo? Tiene razón- dijo la señora Hwang soltando risitas-. Coman, se les hará tarde para ir a estudiar.

Jimin, aún ofendido y refunfuñando por lo bajo, empezó a comer los panqueques con miel que su madre les había hecho con tanto amor. Bien, puede que estaba más contento de lo normal ¡pero había una razón! Y esa era que Yoongi lo había invitado a salir para tener su primera cita.

Una vez Jungkook y él terminaron de desayunar y salieron de la casa para tomar el bus, tuvo la intención de contarle a su amigo la razón de su estado de ánimo, pero se tragó todas sus palabras cuando vio a Jungkook callado y serio.

-Jungkookie ¿qué pasa?

-¿Mhm?

-Estás raro, más de lo normal, quiero decir.

-Estoy bien.

Jimin observó detenidamente al de cabellos castaños. No conocía a Jungkook a la perfección, pero tampoco debía ser adivino para saber que le pasaba algo.

-¿Pasó algo con Taehyung-ssi?- entonces supo que tenía razón cuando notó como el cuerpo de Jungkook se tensaba casi de forma imperceptible-. ¿Pelearon?

-No- finalmente dijo-. No es...no es solo por Taehyung, o sea, sí tiene algo que ver.

-¿Y eso es?

-No lo veo hace dos semanas.

-Joder.

-Tiene mucho trabajo, lo entiendo.

-Ok, entonces ¿qué es lo otro?

-Últimamente estoy soñando con Seokjin, él...él en los sueños me reclama por haberlo engañado.

Jimin asintió. Él no era psicólogo, mucho menos se consideraba un experto en el lenguaje corporal. Pero por lo que sabía sobre Seokjin y Jungkook, y ahora que el menor le decía eso, estaba más que claro que Jungkook, inconscientemente, estaba sintiendo culpa y eso provocaba que lo reflejara a través de los sueños con Seokjin como protagonista.

STARCHILD | KTH&JJK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora