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Día 1

Querido diario:

Hoy descuidadamente descubrí que Tomioka- San no entiende las indirectas...

Cómo si temblar y abrazarse a uno mismo no fueran señal suficiente de que moría de frío...

O acercar con lentitud y dulzura un trozo de comida a su delicado rostro, ¿no estaba claro que le estaba dando de comer?...

¿Es ella acaso la que no entiende como enviar indirectas?

...

El viento frío golpeaba sus mejillas, clara señal de que el invierno se acercaba y con el la ausencia de cálida compañía o simplemente de ropa.

Guardo sus manos en sus bolsillos, esperar el transporte se había hecho algo más tranquilo desde que Shinobu dejo de hablarle.

La observó de reojo.

Solo alguien como ella temblaría de felicidad por ir a comer, pensó.

—Mejor comamos cerca, hay un local por aquí.

Ofreció.

—Si, es mejor. Gracias, Tomioka-san.

Al llegar al lugar no sabía si sorprenderse de lo barato y delicioso que eran las cosas ahí o de las extrañas acciones que hacía su acompañante.

Porque sonreír así no era normal... ¿O si?.

Al terminar, se despidió como lo había planeado y se retiró.

La próxima vez iría de nuevo, pero está vez sólo.
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La próxima vez iría de nuevo, pero está vez sólo

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Enamorando a Tomioka-San Donde viven las historias. Descúbrelo ahora