Delante de nuestros ojos

17 5 12
                                    

-Uh... Como Kaeya se ha ausentado. ¿Por qué no tomas su silla, Xingqiu? [Jean ya se había rendido. La forma de actuar de su mano derecha no se había vuelto más predecible con los años. Además, ¿por qué Kaeya había decidido dejarla sola en aquel asunto y llevarse al bebé con él? Era todo un misterio para la mujer]

-Yo... [el escritor estaba muy bien sentado encima de Albedo. No obstante, permanecer así cuando iban a decir algo importante no parecía lo más apropiado. Intuía por la expresión de los presentes, que el asunto era serio] Sí, será lo mejor. [aceptó]

-No creo que Xingqiu deba escuchar esto. [comentó Albedo. Solo había roto el silencio cuando su marido se había sentado en la silla. Había conseguido recomponerse y volver a su estado habitual de tranquilidad] Sea lo que sea que me tenéis que comunicar, no es necesario que él esté presente.

[Los ojos de Xingqiu miraron a Albedo. ¿Por qué quería ocultarle aquello? Habían interrogado al escritor bastante rato, no era como si estuviera ajeno al asunto. Además, que, si habían hecho al alquimista ir hasta allí desde su casa, sin duda era un tema de vital importancia. Si la Gran Maestra Intendente no echaba al joven de Liyue de la biblioteca, debería tener sus motivos para ello, ¿no?]

-Albedo, escuché tu petición antes. [Jean trataba de sonar lo más calmada posible. No solo por lo que estaba diciendo en aquel momento, sino por lo que tendría que comentar más tarde] Y créeme que la he considerado. Pero, siendo honesta, creo que lo más razonable es que Xingqiu nos acompañe en estos momentos. [vio al alquimista fruncir el ceño. A él no le gustaba aquella decisión]

-Ella tiene razón. [habló Eula. Jean se quedó sorprendida al ver a la caballera respaldarla, así que se lo agradeció con la mirada] Que Xingqiu se quede, es lo mejor. Sería muy extraño haberlo sometido a un interrogatorio y hacerlo salir sin más. Míralo así, te ahorras una explicación posterior.

-Si deseas que me marche, lo haré, Albedo. [le susurró Xingqiu a su marido. No iba a insistir si al alquimista le causaba incomodidad su presencia. Lo mejor sería simplemente irse e ir a rescatar a Jianyu de los brazos de Kaeya] Todavía no han empezado a hablar del tema realmente, así que, si gustas, me iré de inmediato.

[Albedo estudió a Xingqiu con la mirada. Realmente el escritor parecía dispuesto a marcharse si se lo pedía. El Príncipe de la Roca Caliza consideraba que la mejor opción era evitarle disgustos. Sin embargo, si su superiora comentaba que su presencia era bienvenida, era por algo. Aquello no parecía tan simple como había creído al principio. Por tanto, muy a su pesar, tomó la decisión de permitir que el joven de Liyue se quedara]

-¿Hay otra versión de mí, verdad? Otro impostor. [fue la pregunta que Albedo le hizo a Jean. Había sonado extrañamente natural aquello, como si ya estuviera acostumbrado a aquel panorama]

-Según lo que comentaron Amber y Eula, hemos considerado esa posibilidad. La carta que nos llegó de Espinadragón, y que estaba escrita por ti, presentaba ciertas contradicciones, así que ellas sugirieron que podía estarse produciendo otro evento similar al sucedido hace años. [respondió Jean]

-Otra Megaflora que haya decidido molestar. [dijo Amber, trataba de sonar animada] Sería posible, ¿no? Como Espinadragón es un lugar peculiar y tú has estado ausente, podría haber tomado tu lugar y escribir esa carta.

-Un monstruo que actúa sospechosamente y que suplanta tu identidad. [murmuró Eula] Lo extraño es que vuelvas a ser su objetivo y que esto suceda tras tantos años. ¿Quizás hay más casos de Megafloras infiltrándose en la población y no tenemos constancia de ello?

[Albedo observó como las mujeres estaban tensas. Si bien consideraban aquella posibilidad, había algo más que no estaban diciendo. Era obvio por sus formas de sentarse y por la manera en que trataban de fingir naturalidad. Xingqiu, por su parte, estaba sorprendido al oír todo aquello, pero se mantenía callado por educación]

Cristales en la LobreguezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora