Cristales en la Lobreguez

El universo a su servicio

-¿Realmente era necesario que los atrajéramos hasta nosotros? Estaban revoloteando sin detectarnos...

[Chongyun empuñaba su mandoble mientras observaba al enésimo Cicin Electro acudir hacia él. Eran enemigos muy molestos que difícilmente podían derrotarse sin elementos, catalizador o arco. No obstante, su acompañante se había negado a hacerlo por la vía fácil. De hecho, le había encargado la tarea al exorcista de entretener a aquellos monstruos y evitar matarlos a todos. Era tarea complicada y, visto que de un ataque elemental habían caído casi al completo los enemigos presentes, Chongyun debía quedarse quieto para no acabar con el último que seguía con vida]

[Eso suponía recibir ataques del elemento Electro en varias ocasiones sin poder ni defenderse y para empeorar las cosas, había empezado a llover]

-No deberíamos demorarnos mucho más... [dijo de nuevo Chongyun]

[Fue comentar aquello y alguien empezó a correr hacia allí. El exorcista lo miraba preocupado. Su acompañante solía arriesgarse demasiado con sus "pruebas", hasta el punto de que solía acabar lesionado por ver si podía o no demostrar las teorías que había leído. Así que, cuando Chongyun lo vio saltar, el exorcista rezó porque aterrizara bien y no tuviera que ir a explicarle a sus padres que había habido otro accidente]

[Aquel cabello azul pareció brillar cuando cayó un rayo en la distancia. Poco después de haberse elevado, aquella persona golpeaba al Cicin Electro con un catalizador que llevaba en las manos, logrando terminar certeramente con el enemigo antes de que sus pies pisaran la tierra. Había conseguido tocar el suelo de una forma bastante grácil, signo de que estaba empezando a mejorar su técnica]

-¿Ves? Te dije que acabaría funcionando. [dijo aquella persona antes de mirarse la ropa y descartar la idea de sacudirse el abrigo. La lluvia empapaba todo, por lo que no tenía mucho sentido hacerlo] No siempre usar una Visión ha de ser el primer movimiento a emplear. Solo se necesita confiar en el arma que se lleva en las manos, Chongyun. [le dio un golpe a la portada del libro con la palma de su mano, casi como si chocara los cinco con el objeto] La confianza es la base de toda relación.

-Normalmente la gente no emplea los catalizadores para... Literalmente golpear al enemigo... [Chongyun suspiró. Por mucho que tratara de hacer entrar a su contrario en razón, era una guerra perdida] Son para canalizar los elementos. De hecho, muchos son ejemplares delicados, como ya sabes.

-Bueno, hay que probar cosas nuevas. Los tiempos cambian. [se encogió de hombros] Puede que como te estás haciendo viejo no lo comprendas, pero es así. Cada vez hay más inventos que modifican las tareas cotidianas, así como teorías que se demuestran y revelan la verdad que años atrás ni se consideraba. Si consigo refinar mi técnica, por ejemplo, revolucionaré el mundo.

-¿Sigues con la idea de volverte un cazador de mitos?

-¡Obviamente! Pienso asegurarme de sacar la verdad a la luz, sea cual sea. No descansaré hasta demostrar la naturaleza de todas las leyendas. Mi nombre va a quedar grabado en la historia. Eso sí, [se llevó una mano a la barbilla] debería empezar a anotar datos sobre mí para que nadie se invente parte de mi vida.