Kacchan, Izuku &...

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-ah...buenas tardes-llama un joven incómodo al no ver al que atiende-¿quien atiende? Necesito un vinilo

Jirou hace una mueca fastidiada y cuenta hasta cinco.

-¡Kaminari!-la fuerte voz de su jefe le exalta y le despierta de su cómoda siesta en el almacén.

-yo le atiendo-habla Jirou y encamina al cliente al área de discos.

-gracias.

-Kaminari está es la quinta vez que te atrapo en una de tus siestas, a la próxima te vas.

-no, no, por favor, ¡Tanaka san!

-estás advertido-con eso se aleja de el chico.

Kaminari suspira aliviado cuando se aleja.

-de verdad eres idiota-Jirou le regaña después de terminar de guardar el dinero en la caja, él le saca la lengua-no entiendo como le haces para quedarte dormido en el primer lugar que caigas.

-requiére mucho entrenamiento.

-si ajá-dice sarcásticamente-trata de no hacerlo más, este es un cliente continuo y siempre que viene te encuentra dormido en la caja, compra vinilos y es el que más aporta ganancias, si lo perdemos por tu culpa Tanaka san té despedirá...por tercera vez. 

-ya no me regañes-se queja-ademas ¿quien compra esas cosas en estos tiempos? Solo gasta dinero a lo idiota.

-ese dinero te da de comer.

-sopas instantáneas nada más.

Jirou niega rendida con el rubio.

-como sea, ¿cómo está Izuku y Kacchan? Tengo tiempo sin verlos.

-aaah, ellos están bien, en lo que cabe, ya sabes, Izuku vomitando bolas de pelos y saltando asustado por todo, Kacchan malhumorado y agresivo.

-deberías buscar algún experto para el humor de Kacchan, terminará matando un día de estos a Izuku o a ti en el peor de los casos.

-estás viendo al experto frente tuyo-se señala orgulloso.

-...si

-¡oye! No me mires así, conozco mejor que nadie a esos dos, son como mis hijos.

Él había tenido a Izuku y a Kacchan desde que eran unos cachorritos, Izuku ni si quiera había abierto sus ojos cuando lo tuvo entre sus manos.

Suspira con nostalgia recordando el día en que su madre le regaló a Izuku para que su departamento no se sintiera tan solo.

Chiquito, chiquito y esponjoso como un bombón, podía cubrirlo con la palma de su mano.

Un mes después llegó Kacchan.

Bueno, no exactamente llegó.

El lo encontró un día lluvioso, todo remojado y enojado en la acera junto a un basurero, por esa razón cree que Kacchan tiene instintos de gato callejero.

Lo llevo a casa, le seco y le dio comida.

Conoció a Izuku y parece que el pequeño gatito peliverde había amado la idea de tener un compañero de juegos.

A kacchan, bueno...no mucho.

Al principio lo dejó pasar porque los dos eran muy cachorros, ambos eran curiosos y les gustaba ser traviesos.

Uno más que el otro.

Pero meses después cuando sus cortinas aparecían rotas, Izuku rasguñado o encontraba cadaveres de animales por toda la casa por parte de Kacchan, bolas de pelo y vasos rotos por parte de Izuku, le pareció que estos dos gatos no podrían tener paz sin alguien de por medio.

Las gatoaventuras de KaminariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora