La fiesta de té en la casa Toshinori

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-¡ya están aquí!

La animada voz de él señor Toshinori sobresalta Kaminari y a sus gatos, pero pronto se recuperan y Denki le saluda igual de feliz.

Le enseña el paquete de galletas con mantequilla, de esas que con solo ponerla en tu boca se deshacían de lo suaves que eran.

Las favoritas de el señor Toshinori.

Y el único requisito para una grandiosa fiesta de té en su amplio patio.

-traje solo un paquete pero Shōto dijo que traería otro-le aclara mientras Toshinori le hace espacio para que pase a la residencia.

Izuku, Kacchan y Shōchan le siguen detrás con sus correas en sus cuellos.

-estoy emocionado, hace tanto que no hay gente en casa, limpie bien la parte de atrás.

Denki le sonríe enternecido por las acciones del señor Toshinori, pero también un poco triste porque nota lo solo que ha estado, solo él y su viejo gato.

Promete visitarlo seguido, y estaba seguro que Izuku le acompañaría, mira a su gatito, parecía emocionado cuando entró el viejo gato de él señor Yagi.

Había pasado un mes, donde había terminado su semestre y ahora estaba de vacaciones, de hecho hoy era su primer día, también de pasar casi un mes conviviendo con aquellos tres chicos que conoció extrañamente y que habían salvado a sus gatos, había descubierto lo diferentes que eran los tres y aún así se llevaban bien por así decirlo.

Todoroki Shōto era muy callado y serio, su cara de póker no le dejaba saber que pensaba la mayor parte del tiempo pero Izuku casi siempre se encargaba de leerlo por todos.

Midoriya Izuku, él era un chico muy nervioso pero era alegre, amable y parlanchín con sus amigos cercanos, era como un sol andante.

Y Bakugō Katsuki, bueno, él tenía un fuerte carácter, y a pesar de parecer odioso, habían descubierto que ambos tenían un parecido gusto musical y amaban los videojuegos de guerra.

Y en realidad aquellos tres se la pasaban metidos en su departamento, Bakugō jugaba videojuegos con él y Kacchan amaba arañarle los pies cuando se sentaba en la alfombra, Midoriya y Todoroki iban porque siempre iban los tres juntos.

Parecían imanes.

Mimaban a Shōchan y a Izuku mientras ambos los observaban jugar atentos en la televisión porque ninguno era bueno moviendo los dedos en los comandos de juego, pero a veces aportaban estrategias y les ayudaban a ganar.

Si, había creado una gran amistad con aquellos tres, ya no sentía el departamento tan solo y sus pláticas no eran todas con sus gatos.

Y hablando de aquellos tres, no podía estar más orgulloso de ellos, Izuku y Kacchan habían mejorado su relación.

Bueno en lo que cabe, Izuku ya no andaba todo rasguñado o revolcado en arena corriendo como loco por culpa del huraño de Kacchan, ademas ahora era un gato más valiente, solo para proteger al distraído de Shōchan.

Kacchan él seguía siendo un gato con su carácter, pero al menos ya no causaba desastres por querer degollar a Izuku, ahora peleaba con Shōchan pero Shōchan ni se inmutaba y Kacchan terminaba rindiéndose y lo dejaba en paz.

Y Shōchan, él se veía como un gato más feliz, jugaba con Izuku y molestaba a Kacchan escalando la torre emocionado porque ya podía hacerlo, corrían en el patio y afilaba sus uñas en el tronco del árbol en el jardín, aún tenía un poco de miedo para escalarlo pero estaba seguro que poco a poco lo lograría.

Definitivamente estaba orgulloso de sus gatitos.

-Joven Kaminari, venga, ayúdeme a llevar estos pies de moras al patio trasero.

Las gatoaventuras de KaminariDonde viven las historias. Descúbrelo ahora