—Sí, esto... —Taehyung tomó el tarro de jabón, desperdiciando el corto chorro que estaba por salir. La mano de Jungkook quedó en el aire y su cara se adornó con la confusión y la incredulidad—. Respondiendo a tu pregunta, no. Lo tomaré por mi cuenta, muchas gracias.
¿Cómo?
Jungkook levantó una ceja, dándole una segunda oportunidad para repetir lo que acababa de decir.
—¿Qué? —Taehyung parpadeó; su voz resonó en el baño como un fuerte eco y algunas gotas escaparon de la llave, repiqueteando en sus pies—. Es una cordial invitación a que abandones el baño, en caso de que no lo entiendas.
Sí, bueno, eso fue lo bastante claro. La pregunta era: ¿por qué?
—Esto es ridículo —bufó el castaño, aunque tenía que ser honesto: hasta tenía ganas de reírse. Allí estaba Taehyung, con su falsa cordialidad, zanjando el tema con esos ojos desinteresados y venenosos. Más razones para no salir de ese baño. Lo tenía allí, frente a él, con su cuerpo desnudo y el agua deslizándose por sus ángulos, su clavícula, sus oblicuos. Simplemente a un paso de distancia mientras lucía tan salvaje con su cabello oscuro mojado y rizado echado hacia atrás, todavía un poco agitado por lo que había sucedido. De verdad que ese niño caprichoso lo llevaba a ambos extremos con una facilidad impresionante.
—Estoy cansado —Alargó Taehyung como si estuviera a punto de dar un discurso—. Acabo de ceder como dos litros de sangre y siento que voy a desmayarme. Y tú vas a intentar algo. Estoy seguro. Tienes esa mirada que me fastidia.
—¿Sí? —Jungkook entrecerró sus ojos, posicionando su brazo en la pared detrás de Taehyung—. ¿Qué mirada es esa?
El pelinegro no dio ni medio paso atrás, por eso, cuando habló, sus narices casi se rozaban.
—Como la de un animal a punto de devorar un pedazo de carne. Siento que vas destrozarme si doy un paso en falso —respondió con toda honestidad, pero sonreía a medias, casi burlándose de él.
—¿Destrozarte? —repitió Jungkook en voz baja, casi un susurro.
—En toda la definición de la palabra.
Hubo una larga batalla de miradas y Jungkook terminó suspirando, rendido. Un no era un no, después de todo. Aunque tenía que admitir con los dientes apretados que el rechazo no le sentaba bien.
—Creo que no habrá problema si tomas la habitación del lado para dormir; también puedo poner tu ropa en la secadora, si quieres —le avisó a Taehyung. Ya había decidido que él dormiría en el sofá; esa habitación en específico no era de su agrado.
—Seguro, gracias —murmuró Taehyung. Había un atisbo de sonrisa en sus labios antes de que deslizara la puerta de la ducha para poner aún más distancia entre él y Jungkook. Con el vapor empañando la puerta, solo la silueta de su cuerpo bajo el agua fue visible. El castaño inspiró profundamente. Había perdido la batalla, no la guerra.
[♥]
Jungkook no sabía qué hora era cuando por fin escuchó que Morfeo lo llamaba. Sentía el cansancio en su cuerpo y aun así no podía cerrar los ojos. Tal vez estaba nervioso, o un poco inquieto. Aquel departamento era tan grande que lo único que podía escuchar era su respiración. Ni siquiera los sonidos de la calle llegaban a sus oídos. En el pueblo, pasaría un arrebatado motociclista haciendo rugir su motor, o un destartalado camión amenazando con desarmarse metro a metro. Allí no había absolutamente nada.
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The village - KookV
FanfictionAcabas de decir que te gusto. Francamente no te culpo. Y yo tengo curiosidad, así que, resuelve mi duda y todos estaremos satisfechos. Historia inspirada en la canción The village - Wrabel